La dimisión de Carlos Tavares acrecienta los temores del sector de la automoción gallega de que la planta de Balaídos pueda verse afectada en un hipotético cambio de rumbo del Grupo Stellantis en su búsqueda por maximizar los beneficios rebajando los costes. En este escenario, empresas auxiliares como Magna Seating, en O Porriño, viven con incertidumbre la situación, conscientes de que de la planta viguesa depende gran parte de su futuro. Bruno Salgueiro, de la CUT y dentro del comité de empresa, explica la situación que se vive en esta fábrica, en plena batalla por desbloquear la negociación del convenio colectivo, donde los ERTE y los paros son asuntos de actualidad.
Tras las marchas en Vigo y Barcelona, Afestel convoca una marcha lenta en Zaragoza, que llega en un momento muy delicado para la multinacional, tras la salida del CEO Carlos Tavares en parte por el desplome de ventas este año, algo a lo que sin duda ha contribuído el escándalo de los motores Puretech.
La inesperada dimisión de Carlos Tavares como CEO de Stellantis ha desatado una ola de incertidumbre en Galicia. La situación ha generado preocupación entre los trabajadores y la industria auxiliar, que dependen en gran medida de la actividad de la fábrica, mientras el gobierno gallego deja claro que no puede haber más ayudas sin compromisos de mantenimiento del empleo, también en la industria auxiliar, que esta semana vivirá una huelga.
Este jueves tiene lugar una gran huelga en el sector de la automoción en Galicia, convocada por la CIG para denunciar la precariedad, la deslocalización del empleo o los ERTE que acosan a los trabajadores. A través de la situación de la planta de ZF Lifetec, antigua Dalphimetal, Galiciapress profundiza en la realidad de las compañías auxiliares de este sector al límite, como explica Eduardo Ruanova, presidente del comité de empresa de esta firma, donde el despido de tres trabajadores veteranos forzó una jornada de huelga la pasada semana que resultó ser la antesala de la movilización de este 28 de noviembre.
Hace más de un año que el CEO de la multinacional prometió que la fábrica de Balaídos construirá un nuevo vehículo eléctrico y que la capital de Aragón acogería una gigafactoría de baterías. Tras recibir las subvenciones de los fondos Next Generation, el empresario ha terminado su reunión en Moncloa sin confirmar ninguna de estas dos inversiones. Algo que aumenta el nerviosismo de los trabajadores viendo, además, los problemas que experimenta el grupo.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha registrado en los últimos meses una gran cantidad de reclamaciones de usuarios que denuncian el trato que reciben de los talleres oficiales de Peugeot o Citroën cuando sufren la avería de sus vehículos con motor Puretech. Galiciapress hace un repaso a algunas de esas reclamaciones que evidencian que no se trata de averíais aisladas, sino que parecen responder a un fallo generalizado.
La marcha comenzó en la mañana y avanzó por la Gran Vía hasta la plaza de España en una protesta que, aunque modesta en número, llevaba un fuerte mensaje: los afectados exigían una respuesta real y concreta de Stellantis ante los fallos de los motores PureTech de gasolina
El grupo automovilístico vendió 765.000 vehículos con este motor, aunque a nivel europeo los vehículos con este tipo de motores son más de cuatro millones
El plan estrella del CEO de Stellantis para hacer frente a la invasión de coches eléctricos chinos hace aguas. El Partido Comunista Chino, quien es quien en el fondo controla todas las grandes empresas del país, ha ordenado suspender las inversiones en el sector automovilístico europeo en represalia por la subida de aranceles en la UE. Por lo tanto, la filial europea de Stellantis y Leapmotor ya no producirá coches en Polonia, como se había anunciado, sino en África. Mientras tanto, Vigo sigue sin saber que modelo producirá.
Barcelona es la primera ciudad que acoge una movilización de AFESTEL este otoño, con Sevilla, Madrid o Zaragoza como próximos destinos de los afectados.
Georgia Melloni acusa a la multinacional de falta de respeto y desvía fondos previstos para el coche eléctrico a la industria de defensa. La empresa especula con el posible cierre de plantas ante el nerviosismo de los sindicatos. Los últimos datos de ventas, como era previsible, confirman que los vehículos eléctricos no están despegando, lo que ha colacado al CEO Carlos Tavares en la rampa de salida e incrementa las dudas sobre qué nuevos modelos se producirán en Vigo.
Los polémicos motores Puretech son ya muy conocidos tanto por los que quieren comprar un coche, que salen espantados al ver las reseñas de los usuarios de modelos Opel, Citroën o Peugeot con esa tecnología, como por los mecánicos, que reciben en sus talleres a esas averías sin posibilidad de reparación. Galiciapress se da una vuelta por los talleres para conocer la consideración que tienen los técnicos sobre estas marcas, que se han ganado la desconfianza de operarios y propietarios por episodios que van más allá de los llamados "Pudretech", sino por otros episodios que tampoco se escapan a los mecánicos.
Galicia se juega muchísimo en la renovación de la cúpula directiva de los próximos años en Stellantis, el mayor empleador privado del país. La salida del portugués Carlos Tavares, cuestionado por su apuesta por el coche eléctrico y sus recortes, puede provocar la llegada de un italiano o un americano, mercados donde la multinacional está recibiendo duros golpes.
Vigo, donde la multinacional tiene su fábrica más grande de la Península, fue el primer lugar donde se juntaron los perjudicados. Ahora la Asociación de Afectados por Stellantis (Afestel) ha anunciado protestas en Barcelona, Sevilla, Zaragoza y otras localidades.
Barcelona, Sevilla, Zaragoza o Madrid son algunas de las ciudades que celebrarán distintas movilizaciones de la Asociación de Afectados Stellantis (AFESTEL) a lo largo de los meses de noviembre y diciembre para demandar soluciones a Stellantis por los motores defectuosos Puretech de marcas como Opel, Peugeot o Citroën.
En 2023 el portugués era el ejecutivo estrella del sector mundial del automóvil, ganándose un bonus récord concedido por los accionistas -eso sí, con oposición de algunos supervisores interno de la propia compañía, molestos con tales dispendios cuando el grupo estaba despidiendo trabajadores-. En menos de un año su fortuna ha dado un vuelco. La gran manifestación contra los recortes en Italia el viernes, el anuncio en el consejo de administración esta semana de que Tavares se irá en un par de años y las palabras del ejecutivo advirtiendo de cierres de fábricas en Europa confirman que vienen tiempos complicados para los trabajadores de la multinacional. Por ejemplo, para los de Vigo, que todavía no saben oficialmente qué modelo sustituirá en las líneas de producción el maduro y cuestionado Peugeot 2008.
Ya hay dos concesionarios gallegos de la red de Stellantis que figuran como comercializadores de los vehículos importados masivamente desde China, una estrategia que puede tener repercusiones en fábricas como Stellantis Vigo
La decisión se toma en aras de acelerar el programa de reducción de costes de la compañía que dirige Carlos Tavares para quien ya están buscando relevo cuando expire su contrato en 2026 ante la caída de beneficios del grupo
Se trata de un defecto potencialmente peligroso en el pedal de freno que podría fallar durante su uso, lo que ha llevado a Stellantis a realizar una campaña de revisión y reparación de los vehículos afectados. La empresa ha identificado 15 casos en los que el pedal del freno se desenganchó al frenar, incluyendo un accidente sin heridos. Otro revés más a una multinacional acosada por la caída de venta de estes años, las huelgas en Italia y las dudas sobre el futuro del CEO Tavares.
¿Corre peligro la viabilidad de Stellantis Vigo? En principio, no debería, pues es la factoría más importante de la multinacional en la Península. Con todo, la factoría sigue sin saber qué modelo producirá tras el fin del Peugot 2008. Además, las palabras del polémico Tavares hoy, advirtiendo del cierre de compañías, y los problemas que acosan a la multinacional -como las huelgas en Italia y Estados Unidos y la propia sucesión de Tavares- crean un ambiente de inestabilidad muy preocupante para las inversiones a medio plazo en Balaídos.