#Claves de la semana

¿Han arruinado los motores Puretech la imagen de Stellantis? Los talleres no dudan: "Son una basura, no compres sus coches"

Los polémicos motores Puretech son ya muy conocidos tanto por los que quieren comprar un coche, que salen espantados al ver las reseñas de los usuarios de modelos Opel, Citroën o Peugeot con esa tecnología, como por los mecánicos, que reciben en sus talleres a esas averías sin posibilidad de reparación. Galiciapress se da una vuelta por los talleres para conocer la consideración que tienen los técnicos sobre estas marcas, que se han ganado la desconfianza de operarios y propietarios por episodios que van más allá de los llamados "Pudretech", sino por otros episodios que tampoco se escapan a los mecánicos. 


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Foto: RTVE

 

Esta semana se dieron a conocer los datos de la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove) con respecto a la actualidad del mercado de coches de segunda mano, donde en Galicia, el pasado mes de septiembre, los números se alzaron hasta una media de 11.570 euros por un coche usado, una subida del 1,4% con respecto al año pasado. En la media nacional el precio escala hasta los 12.763 euros. Es un mercado en el que podemos encontrar coches de todo tipo, alguna que otra ganga...y muchas serpientes debajo del capó. Y es que en este mercado hay algunas marcas que tienen el sambenito de ser poco fiables. Es el caso de los coches del Grupo Stellantis, salpicados por la polémica de los motores Puretech, que ha dejado un reguero de afectados que se cuenta por millones en Europa, que ha provocado una demanda sin precedentes en el sector y que tiene a usuarios y profesionales del mundo de la mecánica con la antena activada cada vez que alguien menciona algunas de las marcas con una "mala fama" difícil de borrar.

 

 

 

“STELLANTIS LA CAGÓ”

Las críticas en los foros de internet se cuentan por miles, pero, ¿cuál es la opinión de los mecánicos? Probamos en un taller y preguntamos a los expertos por las informaciones que se pueden ver en en la red, donde los usuarios hablan de sus malas experiencias tras adquirir un Peugeot, un Citroën o un Opel. Tal vez los grupos de Facebook no sean la mejor manera de conocer las prestaciones de un vehículo, pero los técnicos que trabajan entre motores y bombas de aceite tienen una idea no muy alejada de la de los críticos. 

 

Son una mierda. No te engañan los de internet”, nos dicen en el primer taller. Allí nos explican cuál es el problema: el motor Puretech del que hablamos lleva una correa de transmisión bañada en aceite, lo que provoca un mayor desgaste y, a la larga, el motor acaba averiado y pendiente de una reparación que cuesta varios miles de euros. 

 

“Esas correas son una basura. Stellantis ahí la cagó”, valora el mecánico, que precisa que con la correa bañada en aceite hay que ir cambiándolo cada 20.000 o 30.000 kilómetros, hay que sacar el carter, limpiarla chupona de aceite, quitarla ponerla…”. “Se rompe la correa y te revienta el motor, o se tapona la chupona, pierde la presión de aceite y se jode el motor. Están dando muchos problemas, pero muchos”, recalcan el profesional mecánico.
 

En estas, preguntado por si es una buena idea entonces comprar un coche de estas características en el mercado de segunda mano, la respuesta es contundente: “Si puedes comprar otra cosa, mejor”. “La gente escapa de ellos. Es lo que dicen en internet, no engañan. El que ya lo ha comprado se tiene que joder, pero si puedes evitar comprarlo, evítalo”, sentencia.  

 

La valoración del mecánico coincide con la de afectados como Adolfo, uno de los miembros de la  Asociación de Afectados Stellantis (AFESTEL) que, después de que el motor de su 308 se rompiese, ahora tiene que viajar “siempre con un bidón de gasolina en el maletero”. Y es que el consumo de aceite de los coches equipados con los motores Puretech -o ”pudretech”, como los llaman con sorna los perjudicados- es muy superior al que debería corresponder a esta clase de modelos. 
 

 

“Ahora tiene 135.000 kilómetros y cada mil kilómetros me consume como un litro de aceite”, lamentaba Adolfo en una conversación con Galiciapress. En esa línea, y ante el desgaste de la correa de distribución, apuntaba que tenía que cambiarla “cada 60.000 kilómetros”. “Es como si tuviese un Lamborghini, porque el mantenimiento es el mismo”, ejemplificaba. 
 

MEJOR UNA CORREA DE CADENA

Estos coches ya quedaron marcados para siempre y están muy mal considerado. El daño sobre la marca es tremendo, ya no solo por la opinión de los afectados, sino porque los propios talleres son conscientes de los problemas que dan. En busca de una segunda opinión, en otro taller ofrecen un análisis prácticamente calcado. 
 

“Están dando muchos problemas con la correa de distribución porque las correas van metidas en el aceite y tienen que llevarlo a rajatabla. Si no, con 100.000 kilómetros o antes, te devora la correa”, explican en el segundo taller, donde ya han recibido “a muchos coches con ese problema”.

 

“Se venden mucho, es verdad, pero dan muchos problemas. Alguno con 100.000 kilómetros acaba aquí en el taller”, manifiestan. A renglón seguido, hablan del consumo excesivo de aceite, porque “lo chupa todo”, además de que “tiene que ser aceite de muy alta calidad” para un mantenimiento adecuado. 

 

“Con los demás aceites se descomponen, producen ácidos y le afecta mucho a la correa de plástico. Si fuese una cadena todavía, pero al ser de plástico se degrada y las come por completo”, agrega el segundo mecánico consultado.
 

En los talleres tampoco son ajenos al proceso judicial en el que está inmerso Stellantis, ya que advierten de las denuncias que hay presentadas en estos momentos contra la casa automovilística. “Citroën, Peugeot…todos los del grupo dan problemas”, dicen. Preguntados por una recomendación para cambiar de coche, el mecánico piensa en “marcas japonesas” porque muchas “todavía usan correa de cadena”. 

 

Con todo, en el segundo taller sí admiten que “cualquier coche te puede salir mal, a veces es una lotería”. No obstante, los miembros de AFESTEL no quieren ni loterías ni ruletas rusas, por lo que algunos prefieren acudir al alquiler a la hora de hacer un viaje largo antes de subirse a su propio coche con el motor defectuoso. “En verano tuvimos que alquilar un coche para poder irnos de vacaciones. No voy tranquilo en ese coche y menos si llevo a los niños conmigo después del primer susto”. Los afectados han programado un calendario de movilizaciones que arrancará en noviembre en distintas ciudades de España donde el Grupo Stellantis tiene factorías. 
 

 

 

“MOTORES PURETECH, Y ADBLUE, Y LA UREA…”

Aunque después de visitar dos garajes las impresiones en torno a Stellantis no son las mejores, decidimos visitar un tercer taller para ampliar la perspectiva. Sin embargo, las respuestas son más de lo mismo. “Últimamente, todo lo que pertenece al grupo Stellantis, deja mucho pero mucho que desear”, reconoce el tercer consultado. 

 

Sorprendentemente, en este tercer taller no mencionan solo los motores Puretech, sino que son muchos los defectos que encuentran a estos coches: “Que si la urea, que si el depósito Adblue…”, enumera. “El motor Puretech tiene una correa que va por dentro del aceite, aunque normalmente va por fuera cuenta con una carcasa de chapa y se baña en aceite, lo que provoca que se descomponga. Ocurre en los de gasolina, pero los de gasoil…no son mucho mejores”, explica este tercer mecánico, explicando todo el proceso con uno de los motores que tiene desmontados en el taller. 

 

Si fuese para mí un Peugeot, hoy, no lo compraría”, advierte el tercer profesional, que en este caso cita a la marca Volkswagen como una de las más fiables. Con todo, reconoce que “uno compra lo que puede” y que algunas marcas resultan prohibitivas, pero no esconde que “los de la antigua PSA están hoy muy mal considerados”. “Desde 2018 más o menos empezaron a llegar. El otro día me vino uno con un C3 para cambiar la correa y le dije que no, que no se la iba a cambiar porque le seguiría dando problemas”, refiere.
 

“Lo de los Puretech fue un atraso absoluto”, razonan en el tercer taller, que sin embargo coincide con sus colegas del segundo taller en que, en el mercado actual, “puede tocarte un coche malo en cualquier marca, compres lo que compres”. Así, acude a una de las mesas y enseña unos inyectores, correspondientes a un Seat Ibiza TDI. “Estos son electrónicos y no tienen reparación. Cada uno vale 400 euros. Cada vez que rompe uno hay que meter uno nuevo”, ejemplifica, al tiempo que sostiene que “están haciendo todo de usar y tirar”. “Ocurre con todo. Una lavadora la comprabas y te duraba 20 años; hoy dura lo que te dura la garantía, con suerte cinco o seis años”, concluye. 

 

NADIE LOS QUIERE EN LA SEGUNDA MANO…Y CASI NI DE PRIMERA MANO

Tras estos juicios, es lógico coincidir en la idea de que hoy por hoy no es la mejor alternativa la compra de un coche de Stellantis. Y es que, como advertía Christian Díaz, abogado al frente de la demanda colectiva que ha presentado AFESTEL, los particulares que en su día vendieron estos coches afectados de segunda mano y pasarían a ser también responsables, añadiendo un nuevo subgrupo de afectados.

 

 

En cualquier caso, estos coches condenados a la avería, porque como recuerdan los ingenieros consultados “se trata de un fallo crítico que no tiene reparación posible, solo se puede sustituir el motor”, están hoy destinados a mercados secundarios fuera de Europa. De la misma forma, es tan mala la prensa que ya ni en la segunda mano ofrecen una cantidad atractiva para su venta, ya que su valor se ha devaluado mucho, perdiendo el valor que deberían tener y siendo rechazados incluso por los negocios de compraventa.

 

Si lo ofrezco en la segunda mano nadie quiere comprarlo. A lo mejor, con suerte, me dan 1.000 o 2.000 euros pese a que está genial, tiene todo tipo de extras, pero nadie lo va a querer por culpa del motor”, comentaba Adolfo a este diario. 
 

Esta es una de las cuestiones que los afectados tratan de lograr en la demanda colectiva, además de cuestiones más subjetivas como los daños morales o los gastos ocasionados por el propio defecto del motor, sobre el que Stellantis se puede escudar considerando que cada coche tiene un mantenimiento individualizado, lo que es imposible “homogeneizar el perfil del demandante”.

 

Lo que no podrá cambiar Stellantis es la mala reputación que se ha granjeado, ya no solo por este defecto de fábrica, sino por el trato que está dando a los clientes y que deja mucho que desear para los afectados. Aunque los primeros contactos entre los abogados de una y otra parte fueron “amables, correctas”, como sugerían a Galiciapress, desde AFESTEL la experiencia es otra. 
 

“Solo me dan largas y lo único que hago es gastar y gastar en un coche que compré para que durase. Sabiendo esto, ¿quién va a comprar un coche de Stellantis? Antes era una buena marca, pero ahora te vas a otra que te trate mejor y que no tenga un motor que a los 90.000 kilómetros sea para tirarlo a la basura. No me volvería a comprar un coche como el que tengo y que costaba 30.000 euros”, censura Adolfo, un sentir que comparten los más de 6.000 afectados que componen la asociación y los miles y miles que, o bien lo han sufrido ya y no saben que es un fallo común, o todavía están pendientes de que reviente su Puretech. Porque, y como saben en los talleres, lo hará en algún momento.


 

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