La compañía tendría que abonar algo más de 400 euros a sus trabajadores pese a unos beneficios de 5.473 millones de euros en 2024.
La dirección de Stellantis Vigo ha acordado con los sindicatos abonar un bono excepcional de unos 445 euros de meia por trabajador como alternativa a la paga de beneficios, suspendida este año en España tras una sentencia judicial. El anuncio, concretado este lunes en una reunión extraordinaria, refleja las dificultades económicas del grupo automovilístico y desata reacciones dispares entre las centrales sindicales, con protestas previstas para este martes.
La decisión de Stellantis de suspender la paga de beneficios a sus trabajadores en España ha desatado una tormenta sindical. Los sindicatos CUT y CGT, con representación en las plantas de Vigo, Zaragoza y Madrid, han alzado la voz contra la multinacional y los sindicatos mayoritarios, acusándolos de difundir una narrativa engañosa para justificar la medida. Mientras, el desplome financiero del grupo automovilístico en 2024 añade un trasfondo económico que podría ser la clave real de esta controversia.
El sindicato, que ganó el pleito contra la dirección de Stellantis, apunta a la complicidad de los otros sindicatos para llegar al extremo actual.
El fallo judicial, que condenaba el acuerdo alcanzado por la dirección de Stellantis Vigo con UGT, SIT-FSI y CC.OO., determina esta medida de la firma.
La Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC.OO.) han expresado su preocupación por la posible pérdida de la paga de beneficios en la planta de Stellantis Vigo. Ambos sindicatos señalan a la Central Unitaria de Traballadoras (CUT) como responsable de este riego, argumentando que sus acciones legales podrían poner en riesgo este incentivo económico. La CUT, que no firmó aquel acuerdo con la empresa, lo niega.
Un juez de Vigo invalida un acuerdo salarial por considerarlo perjudicial para trabajadores en baja médica. La decisión supone un revés para sindicatos mayoritarios y la empresa, mientras la CUT celebra el fallo como una victoria laboral.
La dimisión de Carlos Tavares acrecienta los temores del sector de la automoción gallega de que la planta de Balaídos pueda verse afectada en un hipotético cambio de rumbo del Grupo Stellantis en su búsqueda por maximizar los beneficios rebajando los costes. En este escenario, empresas auxiliares como Magna Seating, en O Porriño, viven con incertidumbre la situación, conscientes de que de la planta viguesa depende gran parte de su futuro. Bruno Salgueiro, de la CUT y dentro del comité de empresa, explica la situación que se vive en esta fábrica, en plena batalla por desbloquear la negociación del convenio colectivo, donde los ERTE y los paros son asuntos de actualidad.
La inesperada dimisión de Carlos Tavares como CEO de Stellantis ha desatado una ola de incertidumbre en Galicia. La situación ha generado preocupación entre los trabajadores y la industria auxiliar, que dependen en gran medida de la actividad de la fábrica, mientras el gobierno gallego deja claro que no puede haber más ayudas sin compromisos de mantenimiento del empleo, también en la industria auxiliar, que esta semana vivirá una huelga.
El lunes 15 de julio hay convocado un encuentro entre la dirección y el comité de empresa para acercar posturas y desbloquear el conflicto. La CUT, en conversación para Galiciapress, hace una radiografía de la crisis en las oficinas de Vigo, toda vez que han desconvocado los paros antes de la reunión de la semana próxima.
La CUT cuestiona la medida propuesta por la dirección de la planta de Vigo, que achaca a la "sobreproducción" del grupo que provoca que, durante seis meses "nos quedemos mirando al aire".
La planta de Vigo sigue recibiendo sentencias judiciales que, según la CUT, destapan lo errores de su plan de igualdad.
La planta de Balaídos celebra la llegada de más fondos el mismo día que anuncia, de nuevo, la parálisis de su Sistema 2 por falta de piezas. El anuncio, tal y como critican desde la CUT, se trasladó a los trabajadores con solo tres horas de antelación.
El sindicato, que compone el comité de empresa pero no firmó el acuerdo de noviembre, reprende a los sindicatos que sí lo sellaron y a la dirección que vuelvan a cometer el mismo error que ya impidieron el registro del anterior convenio.
La Administración da diez días a los sindicatos firmantes ( SIT-FSI, UGT y CC. OO) y a la empresa para adecuar el texto en numerosos aspectos, algunos muy relevantes como los avisos de cambio de jornada o el sistema de jubilaciones. La CUT, el recurrente, carga contra las otras centrales por, en su opinión, permitir la firma de un pacto por debajo de los mínimos legales.
El alto tribunal gallego sentencia a la dirección a indemnizar a una trabajadora a la que impidieron conceder una ampliación a 5 horas en su reducción de jornada por guardia legal. Ahora la Justicia le da la razón a la operaria y desde la CUT, en declaraciones para Galiciapress, recogen el fallo con "optimismo" y señalan que, por sistema, las causas en el Juzgado de los Social de Vigo acaban siendo contra los intereses de los trabajadores y refutadas por instancias más altas.
Ninguna de las tres centrales firmantes, hay una cuarta -la CUT- que no ha rubricado, dice estar contenta con el pacto. En Comisiones alegan incluso que no lo firmarían si su aprobación dependiese de su rúbrica. La empresa ha atrasado la confirmación de una nueva tanda de modelos a que los proletarios pactasen sus condiciones laborales.
Más de un 90% de la representación social de Stellantis Vigo ha dado este lunes luz verde al nuevo convenio de la planta, que estará vigente entre 2024 y 2027 y que incluirá nuevos contratos, subidas salariales y otros beneficios para los empleados.
SIT-FSI, CUT, UGT y CC.OO., presentes en el comité de empresa, celebrarán hoy distintas asambleas para analizar detenidamente la última propuesta de la compañía, que espera una respuesta el lunes 27 de noviembre.
El comité de empresa está convocado mañana para un nuevo encuentro en el que la dirección acercará la propuesta definitiva para el futuro convenio de la planta viguesa.