El naufragio de Ambulancias do Atlántico en Vigo tuvo su precuela en Aragón con Ambunova y Acciona

Se cumple ya un mes desde que los trabajadores de Ambulancias do Atlántico lanzaron una bengala en medio del océano para que alguien rescatase a una empresa a la deriva y que, tras tener que intervenir la Xunta para retirarle el servicio del transporte urgente en Vigo, Cangas y Moaña, ha acabado yéndose definitivamente a pique. Es, según las propias autoridades sanitarias, el caso más complejo al que se han tenido que enfrentar, ya que al prestar un servicio como el del 061, no se puede dejar en manos de alguien que no puede garantizar la asistencia. El empresario Carlos Simón, de nuevo lejos de Galicia, está en el centro de la crítica. Él deslizó que el problema son los contratos de la administración pública, infradotados e imposibles de asumir para una empresa sin caer en pérdidas. No obstante, un breve repaso a la trayectoria de Simón y sus empresas asociadas a su nombre nos da buena muestra de que Ambulancias do Atlántico no es, ni mucho menos, su primera obra fallida. 

ARAGÓN, UN ESPEJO DEL ÁREA DE VIGO

Lo ocurrido en el área sanitaria de Vigo no debería sorprender si atendemos detenidamente al polémico historial del apellido Simón en el sector. Sin ir más lejos, lo que están experimentando hoy los trabajadores de Ambulancias do Atlántico ya es algo que se vivió hace años en Ambunova en esta misma comunidad y que repitió la compañía en Aragón, donde la empresa llevaba el transporte sanitario urgente tras hacerse con el contrato en una Unión Temporal de Empresas junto con Acciona, una empresa en la que participaba Edgar Nolla, socio de Carlos Simón en la propia Ambunova.

El Registro Mercantil destaca que en enero de 2018 Edgar Nolla Sánchez compró todas las acciones de Ambunova, aunque sin embargo mantuvo a Simón como administrador único. El recorrido empresarial de Nolla incluye puestos en otras firmas conocidas como Ambulancias do Salnés, Ambulancias Transa, Blanch Ambulancies o Ambulancies Bufetmedic.

Fue en el verano de 2017 que comenzaron a operar el transporte sanitario en la comunidad aragonesa con un contrato que se formalizó un año más tarde, en 2018, licitando así el transporte sanitario terrestre urgentes con un importe de adjudicación de 76,3 millones de euros. El concurso, según constaba en el Boletín Oficial de Aragón, tenía un presupuesto inicial de 117,7 millones de euros y un valor estimado de 77,3 millones de euros. 

Con los años, el servicio comenzó a experimentar problemas, hasta el punto que desde el PP de Aragón llegaron a pedir el cese de la gerencia del 061 por las carencias que presentaba este servicio. A principios de 2022, también cuando caducaba la concesión, se comenzaron a reportar los primeros problemas por la "falta de personal" en la compañía, lo que provocaba, según distintas informaciones, que algunas ambulancias dejasen de operar, una circunstancia que se llevó a debate en las Cortes de Aragón. 

Los propios trabajadores de la alianza que formaron Acciona y Ambunova llamaron la atención de manera reiterada por esa falta de profesionales, llegando a denunciarlo ante la Fiscalía y declarando una huelga. El PP también reprendió entonces lo ocurrido al interpretar que estaban ante un episodio de "dejación de funciones" e "incumplimiento del pliego de condiciones".

Como ocurre en Galicia, este suceso provocó la indignación de los sindicatos, que señalaron que este servicio "esencial" ponía en riesgo "la atención vital de los ciudadanos aragoneses", algo que está ocurriendo ahora en Vigo, Cangas y Moaña, ya que en O Morrazo son especialmente sensibles a la circunstancia de que la flota de Ambulancias do Atlántico solo pueda repostar en una única gasolinera, localizada en Vigo, obligando al transporte a salir de su zona de actuación cada vez que necesita combustible. Se han dado emergencias en las que la ambulancia ha sufrido retrasos de casi media hora para atender a los accidentados. 

DOS NOMBRES DE ACTUALIDAD

En estas últimas semanas tanto Simón como Nolla son noticia. El primero por el naufragio de Ambulancias de Atlántico, sus espantadas, sus "episodios de amnesia" como él mismo alegó al comienzo del conflicto o las presiones que, supuestamente, está ejerciendo desde Cataluña sobre los trabajadores de Ambulancias do Atlántico, algo de lo que se ha hecho eco el comité de huelga en el comunicado de la semana pasada tras la última reunión con el SERGAS y el 061, en el que no participó ninguna representación de la compañía.

Nolla, por su parte, es noticia por embarcarse en una nueva aventura empresarial, también en el mundo del transporte sanitario. Junto con un grupo de exdirectivos de Acciona, Nolla adquirió recientemente la empresa Consorci de Transport Sanitari de Catalunya Regió Girona (CTSC) con la firme intención de presentarse al concurso de ambulancias de la región, rivalizando de manera directa con Ambulancias Egara, la firma que lidera el hermano de Carlos Simón, Óscar Simón, empresario investigado desde marzo de 2023 por los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil e interrogado por la Audiencia Nacional en el marco de una operación anticorrupción en las ambulancias catalanas por una supuesta alteración de la licitación pública en Cataluña, cuando era socio de su hermano Carlos en la misma empresa. 

También Ambulancias Egara tiene presencia en Aragón, llevando en solitario el contrato del transporte no urgente y protagonizando algunos episodios desagradables, como impagos en el lavado de las ambulancias en febrero del año pasado durante la huelga del transporte no urgente. 

Ahora, Nolla actúa como consejero delegado de esta firma renombrada como Atiende Salud, tal y como recogieron el pasado 30 de abril en el diario Crónica Global, que también dibujó el plan de la compañía con respecto a los lotes a los que aspira en Cataluña y con los contratos privados con los que ya cuenta, como el del Aeropuerto Madrid-Barajas. Queda por saber si se llevará los contratos...y si se repetirá la historia.