La CIG reprende a la Xunta por vender "un paripé" como una intervención a la concesionaria del servicio de transporte urgente y no urgente en el área de Vigo. Ahora, el sindicato detalla a Galiciapress que, pese a las deudas que el empresario Carlos Simón todavía mantiene con la plantilla, los trabajadores tardarán años en cobrar el dinero que se les debe y, en el mejor de los casos, recibirán solo una parte por la permisividad de la Xunta al permitir que un empresario con un historial como el de Simón pudiese hacerse con contratos públicos de este calibre.
Ni la nueva concesionaria ni la administración pública acercan soluciones a los trabajadores, que acumulan una deuda de varios cientos de miles de euros entre liquidaciones, paga de regularización del nuevo convenio y otros apartados de los que nadie se hace responsable en estos momentos. Óscar Graña, de la CIG, atiende a Galiciapress para arrojar luz sobre esta crisis que se ha enquistado hasta el punto de llevar a los sindicatos a convocar una huelga indefinida en el servicio del 061 para este verano, adviertiendo que en este escenario "pueden pasar cosas muy graves".
Los sinidcatos denuncian que la empresa que dirige el polémico Carlos Simón está poniendo trabas a la nueva adjudicataria durante el proceso de transición y utiliza los vehículos adscritos al servicio programado para realizar servicios privados, con los efectos que tiene esto en el servicio público del área de Vigo.
En 2022, las empresas Ambunova y Acciona -ligadas a Carlos Simón, empresario de Ambulancias do Atlántico, y Edgar Nolla, socio del propio Simón- protagonizaron una situación prácticamente idéntica a la que se vive hoy en el área olívica, donde tienen los contratos del transporte urgente de Vigo, Cangas y Moaña. Falta de personal, denuncias, huelgas y un servicio que ponía en riesgo a los usuarios, circunstancias que hoy tienen su eco en Galicia.
El empresario, de nuevo fuera del mapa, protagonizó en 2016 un episodio similar al que viven hoy los 260 trabajadores de Ambulancias do Atlántico cuando gestionaba Ambunova, entonces al frente del transporte no urgente en Santiago y O Barbanza. Impagos, ambulancias sin mantenimiento, dudas sobre si podrían repostar o no...la situación se repite 8 años después, con el empresario desaparecido y las mismas dudas sobre a dónde va a parar el dinero público que recibe la concesionaria. Los sindicatos sospechan, viendo el tejido empresarial del que forma parte Simón y por sus experiencias pasadas, que pueda existir un desvío de fondos por parte de la compañía a otras firmas.
Carlos Simón, gerente de la concesionaria del contrato del servicio urgente de ambulancias en Vigo, Cangas y Moaña, sigue fuera de Galicia pese a la crisis de la firma, sobre la que la administración ha decidido intervenir. Sin embargo, señala a la Xunta como responsable de su incapacidad para hacer frente a la licitación.