La Xunta rechaza hablar de cierres y lo justifica con que "adapta la planificación" a la actividad y a las vacaciones del personal
Los enormes niveles de contagios de coronavirus, el cierre de camas por el verano, la endémica falta de suficiente sanitarios y el aumento de la población por el turismo son varios de los factores que explican las larguísimas esperas.
El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha lamentado este martes la situación de la pandemia en Galicia que, a día de hoy, sigue con la misma tendencia de aumento de casos, aunque "afortunadamente patologías más leves". "No damos bajado", ha abundado.
Hospitales con camas cerradas o desocupadas. Ese es el panorama que dibujan algunos sindicatos para Galicia este verano, pese a la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus y las muchas denuncias de las organizaciones sanitarias para dotar a la sanidad gallega de más recursos.
Según SATSE, y con los datos recopilados de todos los servicios autonómicos de salud, concluyen que se cerrarán 900 camas, "teniendo la seguridad de que son más, ya que la opacidad de algunas direcciones y gerencias ha provocado que no se faciliten las cifras correpondientes a algunos centros".
"Esta deción supone sobrecarga asistencial para unas profesionales ya en mínimos, precariedad innecesaria en las unidades y falta de sensibilidad", subraya el sindicato.
El BNG reprocha que a la Xunta que "persista en ocultar y negar la realidad".
Prosagal anima a los usuarios a presentar reclamación si nos se les asignan camas, pues hay 33 libres.
A pesar de las quejas, Almuiña dice que "no hay camas cerradas" y que "en este momento hay cierta holgura para ingresar".
"Hay más de 50 enfermos periféricos en todo el hospital que llenarían esas camas, e incluso se quedarían cortas".
Insisten en que "el 100%" están disponibles "si son necesarias", desoyendo las denuncias de asociaciones de pacientes.
El personal explica que ya están usando camas de esa planta por la "ocupación elevada" de pacientes ingresados y en Urgencias, pero sin refuerzo de personal que corresponde.
El cierre de camas y la falta de personal provocan situaciones graves de "maltrato asistencial".
Revelan que tienen conocimiento de pacientes que "no están en ninguna lista de espera" aunque lleven meses pendientes de someterse a alguna prueba.
El personal denuncia "un elevado número de pacientes varados a la espera de cama" y "amontonados por decenas en los pasillos".
El PP echa mano de informes de otras autonomías para justificar el recorte de la actividad sanitaria en verano.
Los profesionales se sienten "maltratados" por la Administración y piden "menos propaganda" y más "seriedad" sobre las contrataciones.
Almuiña dice que en todo caso las camas estarán “listas y preparadas” para ser utilizadas en caso de ser necesario.
La polémica decisión de no contratar personal para cubrir vacaciones y, por ende, cerrar camas, es entendida como un "atentado al derecho a la atención sanitaria".
La Comisión de Centro del CHUS dice que "carece de toda lógica asistencial" el "cierre de servicios sanitarios" en verano.