Polémica con la quimioterapia en Santiago: pacientes alertan de carencias y el SERGAS lo rebate
La quimioterapia, un tratamiento delicado que exige conocimientos específicos, está siendo administrada en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) por personal sin la preparación adecuada. Así lo denunció hace unos días la Asociación de Pacientes y Usuarios del CHUS, el principal hospital público en Santiago de Compostela. Consultada por Galiciapress, la Xerencia del SERGAS rebate, garantizando la calidad de la suministración.
De acuerdo a la versión de la Asociación, desde febrero la dirección del hospital decidió que profesionales de enfermería de la planta de ginecología atendieran hasta seis camas de pacientes hematológicos, sumando una carga de hasta 12 casos por jornada. Esta medida, según denuncian los afectados, aumenta el riesgo de errores graves en la atención, especialmente con tratamientos como la conocida "quimio roja", que requiere estrictas medidas de seguridad tanto para los pacientes como para el personal sanitario.
La Asociación de Pacientes de esta área sanitaria ha alzado la voz contra lo que consideran una práctica "inadmisible". Los usuarios expresan su inquietud porque el personal asignado carece de formación específica para manejar estos casos, lo que pone en peligro su salud. Además, critican la improvisación de la gerencia, que, según ellos, prioriza el ahorro económico sobre la calidad asistencial, ignorando recomendaciones del Ministerio de Sanidad de 2009 sobre la necesidad de programas de formación adaptados para garantizar la seguridad en unidades oncohematológicas.
Respuesta oficial del SERGAS: defensa de la capacitación
Consultado hoy por Galiciapress, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) defiende la capacitación de las enfermeras del área sanitaria de Santiago y Barbanza, asegurando que los cuidados están garantizados. Según la Xerencia, no existe una especialidad oficial de enfermería en hematología, pero aún así el personal recibe formación continua para adaptarse a los nuevos tratamientos, como las terapias CAR-T, en las que el CHUS ha sido pionero en Galicia. Portavoces oficiales del Hospital de Santiago reconocen la alta presión asistencial, con una elevada ocupación hospitalaria que obliga a ingresar pacientes en plantas no especializadas, una práctica común, alegan, en hospitales nacionales e internacionales.
La Asociación relata que los profesionales de enfermería han presentado quejas reiteradas desde que se implementó esta medida, pero no fue hasta abril cuando la dirección del hospital los recibió. Aunque se han ofrecido algunas horas de formación, algunos sanitarios consideran que sigue siendo insuficiente y que carecen del material necesario para trabajar con seguridad. La Asociación de Pacientes comparte esta preocupación, señalando que la falta de preparación adecuada pone en riesgo la calidad de la atención y la seguridad de los tratamientos.
La gerencia justifica estas decisiones por la elevada demanda de ingresos, especialmente de pacientes crónicos, y la menor presión asistencial en la planta de ginecología, que permite acoger casos de otras especialidades.
Sin embargo, los pacientes denuncian que estas soluciones temporales reflejan una desconsideración hacia su bienestar y el del personal sanitario, que soporta un estrés laboral añadido por la falta de recursos y formación.
Por su parte, el Sergas destaca que el CHUS está inmerso en obras de ampliación que incluirán más habitaciones y una reorganización de las camas para atender mejor las necesidades actuales, especialmente en hematología. Mientras tanto, la dirección de enfermería asegura que busca fórmulas para reforzar la actualización profesional, tras reuniones recientes con los trabajadores. Sin embargo, los pacientes insisten en que estas promesas no resuelven la situación actual, que consideran un reflejo de la precariedad en la gestión sanitaria.
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