Un gerente fugado y una deuda de 7 millones: el ERE sobrevuela sobre Grupo Yáñez y sus concesionarios
En preconcurso de acreedores desde diciembre, el tiempo se agota para Grupo Yáñez, que arrastra una deuda millonaria y en un conflicto que tiene a parte de la plantilla con más de tres meses de impagos. Después de las protestas esta semana en la antigua Gándara Motor de Ferrol, Vicente Vidal, responsable de CIG-Industria en la comarca de Ferrol, atiende a Galiciapress para ofrecer una radiografía precisa de la situación actual, donde las opciones pasan por una reestructuración que podría afectar al 50% de los puestos de trabajo.
Entre las muchas empresas históricas en Ferrol, el nombre de Gándara Motor destaca sobre la mayoría por sus más de tres décadas de trayectoria. Sin embargo, ese recorrido brillante comenzó a precipitarse hace unos años cuando la adquirió el Grupo Yáñez que, con concesionarios en Ferrol, A Coruña o Santiago de Compostela, lleva meses en preconcurso de acreedores desde finales de 2024 y con muchos problemas financieros para poder afrontar el pago de las nóminas en una plantilla con 114 trabajadores. La situación hoy prácticamente insostenible y en Ferrol han comenzado a movilizarse con paros que podrían ir a más en los próximos días, mientras la posibilidad de que se acometa un ERE gana enteros a cada hora que pasa sin una solución en la marca.
DEUDA MILLONARIA
En estos centros donde trabajan con la marca Volkswagen los operarios llevan meses viendo como falta de todo, desde vehículos de exposición hasta piezas. "No pueden atender prácticamente a nadie en el taller porque la marca no les da piezas. Con los impagos dejaron de enviar suministros", lamenta Vicente Vidal, responsable de CIG-Industria en la comarca de Ferrol.
Después de las protestas de esta semana, Vidal sostiene que "los trabajadores están bien, animados", pero "con la incertidumbre de saber qué pasará". Es una situación de impagos que, además, no afecta a todos por igual. De hecho, en Ferrolterra están mejor que en otros puntos de la geografía gallega, pues "solo" se les adeuda una mensualidad, mientras que en A Coruña "son tres o cuatro meses". Aunque la situación parece crítica, desde la CIG destacan que todos los trabajadores han acudido puntuales a sus puestos de trabajo a pesar de las deudas.
No parece que el panorama vaya a mejorar a corto plazo pues desde el sindicato indican que la deuda no ha dejado de crecer en los últimos años y que ya supera los 7 millones de euros. Ante estos números rojos, los proveedores y bancos exigen soluciones a una empresa que ahora parece intervenida por el abogado nombrado por el Juzgado de lo Mercantil a raíz del preconcurso en el que se encuentra esta firma en la que "el gerente ha desaparecido".
En este contexto de falta de liquidez los centros han entrado en un bucle del que es muy difícil salir: "No les sirven las piezas. Si no hay piezas no hay reparaciones; si no hay reparaciones no hay facturación". En esta pescadilla que se muerde la cola, ahora los abogados tratan de, al menos, convencer a Volkswagen para que mande las piezas necesarias con las que reiniciar la actividad en los talleres, de manera que puedan operar con los clientes que tienen que pasar revisiones o averías.
La CIG mantuvo una reunión con este abogado que indicó que ahora se encuentran en un proceso de evaluación para conocer la viabilidad de la empresa. Una viabilidad que pasa por reestructurar la deuda y lograr el envío de piezas para mantener la actividad. Vidal recibe todas estas noticias con cautela y sabedor que todo hay que agarrarlo con pinzas en el escenario actual. "Dicen que sí, que hay posibilidades, pero llevamos más de tres meses en esta situación y el preconcurso está a punto de cerrarse", insiste Vidal.
UN ERE PARA LA MITAD DE LA PLANTILLA
El principal temor es que, inevitablemente, parece que todos los caminos conducen a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que en estos momentos se estima entorno al 50% de la plantilla, lo que supondría más de medio centenar de despidos en un grupo "donde hay muchos trabajadores veteranos, por encima de los 55 años". A renglón seguido, Vidal reitera que todavía no hay nada concreto y que no se conoce, entre otras cuestiones, cómo sería la afectación por centros.
Muchas de estas dudas se resolverán en cuestión de "15 o 20 días", cuando el abogado envíe sus conclusiones a la autoridad laboral, encargada de validar las medidas propuestas para que estas sean trasladadas, si procedes, ante los representantes de los trabajadores.
"Si no se ve salida o no obtienen la validación de la autoridad laboral, se terminaría el preconcurso, volvería al Mercantil y ya podría entrar en concurso, de convenio o de liquidación, que es lo más seguro", lamenta Vidal. Esta posibilidad abre la opción a que compradores se interesen por la situación de Yáñez, a la espera de saber el tablero de juego en el que se realizarán las movilizaciones. Hasta ahora, sí podemos confirmar que ya hay interés de algunas firmas, entre ellas Pérez Rumbao.
Pese a todo, en este supuesto hablaríamos de un proceso largo con un desenlace incierto para la plantilla actual. Tampoco sería inmediata una resolución a través del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), que también llevaría su tiempo, aunque en estos momentos "no hay capacidad financiera para poder asumir el pago de las nóminas". "El abogado nos ha dicho que si algún trabajador se encontrase en imperiosa necesidad de que le adelantasen parte del salario, se estudiaría. ¿No tienen todos una necesidad imperiosa de cobrar para poder pagar los gastos del día a día?", cuestiona Vidal.
"LA ESTÁN DEJANDO MORIR"
"Lo que están haciendo es dejar morir la empresa para que se queden las instalaciones y venga otro concesionario a saber en qué condiciones", sospecha Vidal. A su juicio, para llegar a estos extremos ha tenido lugar "una gestión nefasta por parte de la dirección" en una empresa como la antigua Gándara Motor "que nunca había dado problemas con Volkswagen, donde las ventas eran buenas y los talleres funcionaban a pleno rendimiento".
"Ahora hay dos furgonetas y un coche en exposición. Dos están vendidos, pero a saber qué pasa ahora, porque puede quedar inmovilizado", admite. "Nosotros lo que no vamos es quedarnos de brazos cruzados. En Ferrol ya hemos aprobado la huelga y estamos valorando de hacerla conjunta con los demás centros, pero, si sucede, no será hasta después de Semana Santa", afirma Vidal, que insiste en que "esta situación puede eternizarse durante meses si se produce una reestructuración pero no hay dinero, pues nos encontraremos con una parte importante de la plantilla que tendrá que irse a casa".
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