# Claves de la semana

Borja Verea (PP de Santiago): "Lo que ocurre en el PSOE son discrepancias de perfil bajo, pequeñas ambiciones personales"

Borja Verea (Santiago de Compostela, 1980) lidera hoy la oposición que, según él, es "la más constructiva de la historia de Santiago". Mientras le PSOE compostelano se precipita, el líder de los populares santiagueses se erige como alternativa tras una década de alternancia en el gobierno de la capital entre Compostela Aberta primero, PSOE después y BNG ahora. Verea atiende a Galiciapress para dar su impresión sobre asuntos sobre la crisis de los socialistas o el recorrido judicial del Caso Desproi. La hoja de ruta del PP hasta las municipales de 2027, el problema de la vivienda en Santiago, la gestión del turismo o el transporte urbano son otros de los asuntos de esta conversación. 

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Borja Verea | Foto: PP de Santiago

 

Las matemáticas privaron al PP de gobernar en Santiago pese a ser el partido más votado en las locales. ¿Cómo cree que la expulsión de los concejales del PSOE afectará la gobernabilidad de un Concello de Santiago donde el BNG gobierna en minoría? 

Es una realidad. Le gané por goleada al BNG. Le gané por goleada a Compostela Aberta y al PSOE, pero es verdad que la alianza de estas tres fuerzas me ganó en las elecciones. Tengo un objetivo claro: en 2027 ganarle a esta alianza. Lo que ocurre hoy en la ciudad es la fractura total del pacto de gobernabilidad. Hoy el BNG no gobernaría en Santiago si no fuese por los socialistas, y el PSOE está implosionando a vista de todos. Eso afecta a ese pacto y a la gobernabilidad de la ciudad porque BNG y CA necesitan al Partido Socialista para sacar adelante los grandes proyectos y las grandes cuestiones de ciudad. 

 

Todo parece indicar que el PSOE de Santiago va a dejar de existir tal y como era, pues se quedará con dos concelleiros y cuatro personas no adscritas que dejarán de pertenecer al PSOE.

 

 

A los votantes todo este ruido puede desconcertarlos mucho. ¿Es realmente tan importante la disciplina de partido? En el caso del PP, ¿cómo reaccionaría ante un edil que por sus propias convicciones vota en contra de la orden del aparato?

La disciplina de partido aparece cuando no hay proyecto, cuando no hay ilusión, ni gobierno, ni alternativa de gobierno. Cuando uno gobierna o es una alternativa sólida, seria y solvente no es necesaria la disciplina de partido, pues ya generas una propia ilusión de trabajo, de conseguir objetivos. Lo que pasa en esta alianza tripartita, y señaladamente en el PSOE, es que ni son ni gobierno ni alternativa porque decidieron darle las llaves de la ciudad a un partido con seis ediles de 25. Ahí entran esas claves de disciplina y partidarias. La mejor solución a esto es o gobernar o ser una alternativa sólida y solvente. 

 

En este caso el PP en las elecciones de 2023, mi equipo, contra todo pronóstico, contra las encuestas y los agoreros, rompió con el tablero político de la ciudad, llegó a los once concelleiros, rozó esa mayoría absoluta necesaria para ganar a esa alianza. Estamos en esa dinámica de ilusión y de ser hoy la única fuerza de cambio que puede llegar a la alcaldía. 

 

A lo que voy es que a la opinión pública puede permear la idea de que hay sitio para la opinión propia en política. 

Coincido en que hoy la ciudadanía no entiende absolutamente nada de lo que ocurre en el PSOE. No lo digo yo, nadie entiende nada, porque lo que ocurre es que es público y se trata de discrepancias de perfil bajo, de pequeñas ambiciones personales. Son las antípodas de los intereses de la ciudad. Se está afectando a la propia imagen de Santiago asistiendo a un triste espectáculo donde vemos que esos tres partidos usan a la ciudad como un juguete. Es la consecuencia de la ambición de una persona que con seis concelleiros de 25 quiso ser alcaldesa a toda costa. 

 

Aparte de todo este revuelo, hay que recordar que el PSOE local también está marcado por la amenaza que supone la instrucción del caso Desproi. Aunque ninguno de los ediles de la pasada legislatura que siguen en la presente está imputado, el PP en su día los denunció a todos, lo que hace más evidente las subdivisiones que hay hoy en los socialistas compostelanos. ¿Ha coincidido con Aitor Bouza? ¿Qué opinión tiene de él?

La relación con el secretario xeral del PSOE compostelano es puramente institucional, cuando nos encontramos en actos o eventos. No hay ninguna relación personal o política más allá de eso. 

 

En lo tocante al Caso Desproi nosotros llevamos esta cuestión ante la Justicia, pero el gobierno del BNG acaba de personarse como acusación en esta misma causa. Acaban de darnos la razón. Nosotros lo hicimos antes de unas elecciones, delante de toda la ciudadanía y para defender los intereses de la ciudad. Si ahora BNG y CA se presentan como acusación y denuncian ante la Justicia es el mejor ejemplo de que nosotros hicimos lo correcto siempre, en la oposición y lo haríamos también en la alcaldía.

 

 

¿Y qué recorrido le ve al caso?

Está en manos de la Justicia. A partir de ahí hay que dejar trabajar a la fiscalía, al juzgado y a los propios letrados. Lo que nos encontramos fueron unos hechos gravísimos donde había, desde nuestro punto de vista, indicios clarísimos de actuación delictiva, y, sobre todo, y lo más grave, es que no se estaban dando las explicaciones. Nosotros como partido no tenemos capacidad de investigación, no somos policía ni fiscalía. Con esa falta de explicaciones entendimos que para defender los intereses de la ciudad tenía que participar la Justicia. Insisto: creo que acertamos porque BNG y CA son hoy acusación.

 

Con la ruptura del grupo municipal socialista, ¿qué estrategia adoptará el PP a partir de ahora en el Pazo de Raxoi? ¿Valora una moción de censura? Ya dijo que “no contempla atajos” a la alcaldía…

Mi estrategia es la misma desde el primer minuto. Tengo claro que la obligación del líder de la oposición es demostrar a la ciudadanía que somos alternativa de gobierno y liderará un gobierno útil, serio y ambicioso, siendo una oposición útil, seria y ambiciosa. Hoy en día los grandes proyectos en marcha en la ciudad son gracias a nosotros. La conexión Milladoiro-Santiago a través de la senda peatonal y ciclista, una infraestructura que supondrá un antes y un después en la movilidad de Santiago que cuando la presenté fue atacada, insultada y ninguneada por BNG, CA y PSOE. En las próximas semanas se va a inaugurar. 

 

El gran parking del hospital clínico. Está en las hemerotecas cuando presenté el proyecto: insultos, risas, “eso no se va a hacer”, “es una tomadura de pelo”… BNG y CA firmaron ya con la Xunta que mi proyecto era la mejor solución y que se trabaje en esa línea. Las viviendas públicas de Xoán XXIII. Cuando dije que quería vivienda pública allí me dijeron que era un mentiroso, porque el PP de Conde Roa no quería vivienda pública en Xoán XXIII, ni el de Ángel Currás, ni el de Agustín Hernández… Decían que yo mentía a los vecinos. Hoy el primer proyecto de vivienda colaborativa 100% pública que va a poner en marcha la Xunta es en Xoán XXIII. Estamos liderando la oposición más constructiva de la historia de Santiago.

 

¿Rompe entonces con las políticas que se hacía en el PP de Conde Roa, de Currás…?

No, hay cuestiones donde tenemos opiniones diferente y otras en las que coincidiremos. Lo que está claro es que en 2023 nace un nuevo proyecto y que tiene la confianza de la mayor parte de la ciudad, al menos comparado con el resto de fuerzas políticas. Esa gran fuerza de cambio movió el tablero político en Santiago y hay que trabajar para que sea mayoría y ganarle las elecciones, y lo digo claramente, a esa triple alianza. 

 

Pese a ser los más votados, las matemáticas políticas son las que son. La realidad es que el PP no gobierna en Santiago desde hace una década. “Me tocará en 2027 darle la vuelta”, dijo hace unos días. En un momento en el que parece que las mayorías absolutas son una rara avis, ¿cómo plantean revertir esa tendencia para 2027? ¿Realmente no tiene con quién negociar el PP en Santiago?

Hay una realidad y yo se lo dije, y la oposición entendió que era la primera vez que lo hacía en el debate del estado del municipio, y es que gané por goleada individualmente contra cada una de las tres formaciones, pero perdí contra su suma. Esa es la realidad matemática, con diez años de BNG, CA y PSOE siendo una alianza, manteniendo un pacto y turnándose en la alcaldía sin importar el candidato que presenten, porque si uno no funciona meten a otro y siguen como un gran pacto. En 2027 habrá dos opciones: o políticas continuistas de este tripartito o yo.

 

 

A partir de ahí es justo, y tenemos que poner sobre la mesa, evidenciar un hecho, como es que tras una década de esta alianza hay una respuesta que deberían dar los ciudadanos: ¿Mejoró Santiago después de este tiempo de tripartito? Esa es la gran pregunta que hay que hacerse. Y hay realidades que responden por sí solas, pero dejo la pregunta para que se la haga cada vecino.

 

Los cuatro grandes servicios públicos de la ciudad, los de competencia exclusiva de los concellos, como son transporte público, agua, limpieza y alumbrado, hoy están todos peor que hace diez años. El transporte público lleva diez años caducado, coincidiendo con este periodo de intercambio en la alcaldía, pero no tuvieron la capacidad de renovar el transporte público cuando tenemos los peores autobuses del país. En materia de agua lleva cinco años caducado, no se sabe absolutamente nada del contrato de concesión más importante que gestiona una ciudad, que es el alcantarillado y el abastecimiento de agua, con el problema gravísimo de las tuberías reventando cada dos por tres por toda la ciudad. En limpieza sí hay un contrato nuevo, pero la pregunta entonces es, ¿por qué está la ciudad tan sucia si nunca tanto pagaron los vecinos por la limpieza? Y con el alumbrado, que fue el debate de estos días, ocurre que la ciudad está cada vez peor iluminada, lo dicen los vecinos. Ahí sí conseguimos traer a la agenda pública un problema como este, porque es nuestra obligación proponer estos debates con unanimidad en el pleno para que se pongan a trabajar y buscar una solución. La oposición no gestiona. Ya me gustaría ser alcalde para poder gestionar la ciudad.

 

Menciona la gestión del agua. ¿Sería favorable a continuar con esa concesión y la colaboración público-privada en este ámbito? ¿Cuál es su propuesta? 

Lo que estaba funcionando ahora mismo es una concesión de gestión de servicio público. El Concello lo que tiene que aclarar es qué quiere hacer, porque tiene a Compostela Abierta diciendo que lo quiere municipalizar y al BNG diciendo no se muy bien qué, que quiere unos estudios para que decidan que es lo que quieren hacer porque nunca lo han aclarado. Si el gobierno municipal no pone nada sobre la mesa es difícil tomar una decisión. Nosotros fuimos claros: estamos a favor de la colaboración público-privada en la gestión de los grandes servicios públicos, que requieren una pericia, una actualización tecnológica, una modernización de inversiones que funciona mejor a través de la colaboración público-privada.

 

VIVIENDA Y TURISMO, TEMAS CENTRALES DE LA CIUDAD

La crisis del PSOE estalló después de que los socialistas votasen a favor de regular las Viviendas de Uso Turístico. ¿Qué propuestas tiene el PP para abordar la situación de la vivienda en Santiago, especialmente considerando su atractivo turístico?

En materia de vivienda tenemos propuestas que no son las mismas a las de estos tres partidos. Uno de los principales problemas en Santiago, si no el principal, es la vivienda. Nosotros planteamos soluciones concretas, a corto plazo e inmediatas que ellos entienden que no son las mejores. La clave a corto plazo y como solución inmediata es la movilización y colocación en el mercado de las viviendas vacías en la ciudad. Se manejan diferentes cifras que hablan de entre 4.000 y 6.000 viviendas vacías. Hay que movilizarlas. ¿Cómo? Creando un banco público de viviendas, voluntario y respetando lógicamente el derecho de propiedad. Funcionaría de manera que aquellos propietarios que hoy tienen miedo a colocar esos pisos en el mercado, por las circunstancias que sean, lo que proponemos es que sea el Concello el que alquile ese piso, que pase a formar parte de un banco municipal de viviendas y con ese banco el Concello podría hacer política de vivienda a jóvenes, a familias, a mayores dependientes, a aquellos grupos que tienen más complicado el acceso a la vivienda. 

 

Es algo que ya están haciendo otras ciudades europeas y no entendemos por qué no se pone en marcha cuando no necesitaría de una gran inversión pública. ¿Alguien puede decirme una sola medida en materia de vivienda en los últimos años de CA, BNG y PSOE que no sean prohibir las viviendas turísticas? ¿Alguna medida proactiva en este sentido? Pregunta que también hago a los ciudadanos. 

 

Diez años es tiempo suficiente para valorar si funcionan o no determinadas políticas. ¿Funcionaron las políticas de estos tres partidos en el casco histórico de la ciudad? ¿Está más rehabilitado, vive más gente, es más familiar y amable? No, todo lo contrario. Una década después esta zona cuenta con más edificios en ruinas que nunca, vive menos gente y está en peor estado que nunca. Proponemos que se cambien las políticas en el casco histórico. Tenemos que permitir a la gente vivir en la Zona Vella con la calidad de vida que disfruta cualquier persona en otro punto, una calidad de vida del S. XXI, pero para eso hay que modernizar el Plan Especial, hay que facilitar que la gente venga a vivir al casco histórico. Hay que permitir también que la colaboración público-privada participe en la rehabilitación de edificios históricos. ¿Vamos a protegerlo y dejar que cada vez haya más edificios en ruinas? Creo que todos creemos que no. Después de diez años hay una realidad indiscutible, y es que la Zona Vella está peor que antes. 

 

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Borja Verea | Foto: PP de Santiago

 

Y, sobre ese banco público de vivienda, ¿quién marcaría los precios? ¿Utilizarían los sistemas de cálculo del Gobierno de España? 

El precio para alquilar al propietario para el banco público sería una decisión del Concello, no el precio de mercado ni lo que diga el índice, sino que habría que sentarse con los técnicos de vivienda y decidir cuál sería la propuesta que se acerca a los propietarios. Después, esos pisos en el banco de vivienda podrían alquilarse a un precio más bajo a todos estos sectores, incluso por debajo del índice que sugiere el Gobierno de España. 

 

Claro que hay que intervenir el mercado de la vivienda en Santiago porque hay un problema, pero en esa propuesta de intervención del mercado desde un hipotético gobierno de Borja Verea sería a través de este banco de viviendas y a través de la voluntariedad y el derecho a la propiedad. Hay otro modelo, legítimo y que quieren poner en marcha, con la obligatoriedad de imponer los precios a los propietarios en zonas tensionadas, con controles de precios que es algo que creemos que no va a ser solución porque va a suponer que más gente tendrá miedo a colocar esos pisos en el mercado. También digo una cosa: si esta propuesta de BNG, CA y PSOE de decidir los precios del alquiler en Santiago e imponerlo a los propietarios funciona, aunque yo no la comparto, si funciona seré el primero en aplaudirla, pues significará que los propietarios aceptan este modelo y que los inquilinos participan en él. Pero tengo que ser sincero, y si yo gobernase Santiago no pondría en marcha este proyecto, sino los que acabo de explicar, con una tercera pata como sería la modificación del Plan Xeral para permitir la construcción de nuevas edificaciones en un municipio que cuenta con suelo para poder crecer, algo que no ocurre, por ejemplo, en A Coruña, donde no tienen dónde hacerlo, pero en Santiago sí tenemos ese recurso.

 

El otro gran asunto en la ciudad es la gestión del turismo. ¿Qué medidas propone el PP para mejorar la gestión turística de Santiago? ¿La tasa turística le parece una buena medida? Ha sido muy crítico con el Concello en torno a este asunto…

Si hoy hay tasa turística en Santiago es gracias al Partido Popular de Galicia de Alfonso Rueda y al Partido Popular de Santiago de Borja Verea. Pidieron la tasa otros gobiernos hace años y hoy si hay tasa es porque en mi doble condición como diputado autonómico voté a favor de que existiese en Santiago. Es algo que es evidente, a día de hoy solo nosotros hicimos algo por esta tasa turística y ahí está.

 

 

No critico la tasa, sino la dejadez en la gestión para poner en marcha la tasa turística por parte de BNG y CA. Primero porque solicitaron renunciar a la gestión de la tasa turística, lo que resulta una tomadura de pelo. Si soy alcalde quiero tener el control sobre los impuestos que estoy gestionando y que mis ciudadanos pagan. ¿Qué es eso de pedir un impuesto y que lo gestionen otros? Es una dejación de funciones absoluta. Y, si fuese la Xunta gobernada por el PP la encarga de recaudar esa tasa, ¿alguien duda que desde el 1 de enero de 2025 no estaría el Concello de Santiago criticando a la Xunta porque no está recaudando la tasa? Pero como tienen que ser ellos no hay cronograma, ni plazos, y parece que empezaron ahora con la comisión de estudio. Es lo que critico: la falta de diligencia y la incongruencia de reclamar y luego no trabajar.  

 

Un ejemplo práctico: yo vivo muy cerca de San Pedro, donde muchos vecinos se quejan del impacto que tienen los visitantes en la vida del barrio. ¿Es posible lograr un equilibrio entre el turismo y que coexista con la calidad de vida de los vecinos o percibe que ha arraigado cierta turismofobia? 

Creo que no ha arraigado. Santiago nació hace 1.000 años para recibir a personas. Está en el ADN compostelano recibir gente, somos una ciudad creada para eso. El barrio de San Pedro no sería uno de los más bonitos del mundo si no fuese una entrada principal de un camino universal por el que pasan cientos de ciudadanos del mundo. San Pedro no es un barrio dormitorio, con todos los respetos, de Albacete o Guadalajara. Es la entrada principal de uno de los caminos más universales y por eso es de los más bonitos. Hay que cuidarlo y poner sobre la mesa medidas de conciliación, de amabilidad, de convivencia entre esa esencia del propio barrio y los desajustes que el turismo puede generar con los vecinos en su día a día. Pero San Pedro no tendría esa personalidad única si no fuese por los miles y millones de personas que pasan por él y que han pasado por allí durante un milenio. 

 

 

MINA DE TOURO, AEROPUERTO Y TUSSA

Otro asunto que puede tener un impacto directo sobre el turismo es la hipotética reapertura de la mina de Touro. Muchos estudios señalan su afectación sobre el propio Camiño de Santiago. ¿Cuál es la postura del PP de Santiago con respecto al proyecto minero? 

Como con cualquier otro proyecto económico o industrial que quiera implantarse en Santiago u otro punto de Galicia, todos deben cumplir una normativa ambiental y una normativa patrimonial. A partir de ahí corresponde a los técnicos si se puede o no o cómo se debe hacer. Lo que creo es que no se debe marcar la opinión con carácter previo a que se pronuncien los técnicos. Ocurrió con la mina de Touro o Altri en los plenos, y lo que significa es que si alguien quiere desarrollar en proyecto en Santiago que cumple la ley, ¿un gobierno le va a decir que no lo va a hacer? Eso es prevaricar. Puedes ajustar la normativa, pero no decir a priori que no te gusta y que no quieres que se haga. Si cumple los requisitos ambientales, de seguridad, de higiene…toda la normativa en su conjunto, lo que corresponde es autorizarlo, y si no la cumple, pues no. Pero tomar posicionamientos políticos previos sobre proyectos concretos es muy peligroso porque entonces cualquiera que quiera desarrollar un negocio puede pensar que la aprobación va a depender de la decisión pernsonalisima del gobernante de turno, ya sea un alcalde, un ministro o un presidente del gobierno, y no puede ser. 

 

Aunque refiere cierta parálisis en Santiago en estos diez años, lo cierto es que vemos como las cifras turísticas son de récord cada año que pasa, mientras muchos santiagueses se quejan de que el aeropuerto está languideciendo a medida que pierde conexiones. Pese a eso, recientemente Abel Caballero acusó a la Xunta de subvencionar vuelos a Santiago, algo que Rueda negó. En cualquier caso, ¿sería esa la fórmula? ¿O es que a lo mejor Galicia no necesita tres aeropuertos?

El debate sobre las infraestructuras autonómicas es indiscutible, pero podemos hablar de los aeropuertos, las universidades y de otras cuestiones que, como es lógico, necesitan de un debate más colectivo y pausado. Ahora, en el caso concreto del aeropuerto Rosalía de Castro, lo que denunciamos es la pérdida de conexiones internacionales. Lo que responde el Concello es que estamos en cifras de récord, pero hay que analizarlas con lupa, porque si son solo a destinos de sol y playa, al PP de Santiago y a mí nos sugiere que no se están haciendo bien las cosas. 

 

 

A mí me gustaría, y trabajaría dentro de las competencias como alcalde, para conseguir un aeropuerto con mayores conexiones internacionales, que es lo que genera valor añadido a la ciudad. Tendría mi propia política 100% compostelana con el aeropuerto y con la financiación de determinadas líneas. No tendría problema como alcalde en financiar o ayudar a financiar determinadas compañías aéreas para potenciar las conexiones internacionales. Lo que no haría es lo que estamos a acostumbrados a encontrarnos con estos gobiernos a tres, que es que la competencia es de otro y que lo arregle la Xunta. No. Si yo soy alcalde de Santiago quiero tener las máximas competencias posibles, participar en todas las decisiones que afecten a mi aeropuerto, no quiero que las decisiones las tomasen ni la Xunta ni el Ministerio. Ahí se está equivocando esta alianza tripartita. 

 

Ya hizo mención a esos diez años que lleva el contrato del transporte urbano caducado en Santiago. Resulta otra queja recurrente de los vecinos la relativa al transporte urbano, tanto por su estado como por sus frecuencias como por sus retrasos. ¿Cómo lo vive y cómo puede solucionarse?

El transporte público es quizás el mejor retrato de la malo gestión de estos tres gobiernos a lo largo de los años. Tuvieron diez años para contratar un nuevo servicio, diez años para que tuviésemos mejores autobuses en Santiago. Tenemos todo lo contrario: los peores autobuses del país, consecuencia de la mala gestión de este pacto entre BNG, CA y PSOE.

 

¿Qué se tendría que haber hecho? Pues haberlo licitado desde hace diez años, hace una década que tendríamos que tener un nuevo servicio de transporte público. Lo más grave es que pasa con los cuatro grandes servicios de la ciudad, como dije. Estoy convencido de que no, pero cualquier observador que se asome a Santiago puede pensar que existe una hoja de ruta por parte de los tres partidos para desmantelar los servicios públicos de Santiago. Transporte público, agua, limpieza y alumbrado: nunca estuvieron en peor estado como ahora. Y se debe a la gestión de estos tres partidos durante diez años.

 

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