O Vello Cárcere de Lugo se quedará sin vigilancia de seguridad en julio pese a las denuncias de CSIF

El Centro Sociocultural 'O Vello Cárcere' de Lugo tiene garantizado el servicio de vigilancia durante los próximos meses pero, a partir del 30 de junio, su futuro es una incógnita. Así lo han hecho saber desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, que ha dirigido diversos escritos al Concello de Lugo para alertar de esta circunstancia y reclamar que tomen cartas en el asunto para mantener el servicio de seguridad privada que, hasta ahora, venía prestando SEYVI S.L., empresa cuyo vínculo vence en dos meses. 

Desde CSIF insisten en que la medida busca garantizar tanto "la seguridad ciudadana como la de los bienes y patrimonio de dicho complejo, así como el cumplimiento de la Ley" que, de cometer una infracción, podría acarrerar sanciones que pueden ascender hasta los 600.000 euros, que se abonarían de las arcas municipales. Por eso, piden que la labor sea encargada a "personal debidamente habilitado para esas funciones", algo que han reclamado en escritos a la alcaldía y al área de Cultura, responsable de este espacio. 

EL TRABAJO NO HA TERMINADO

"Para CSIF, resulta sorprendente la decisión del Concello, toda vez que las causas que motivaron la necesidad de prestar un servicio de seguridad en el Centro Sociocultural 'O Vello Cárcere' no han finalizado, ya que en el mismo se siguen desarrollando las mismas actividades que motivaron la contratación del servicio: exposiciones de carácter temporal y permanente, conciertos, conferencias, proyecciones de cine y documentales presentaciones de libros, etc", detalla el sindicato.

A renglón seguido, recuerdan que está programada la inauguración de una cafetería en el local, lo que hace todavía más urgente ese servicio en una infraestructura que cuenta con un informe de la Policía Local en el que se estipula la necesidad de contar con al menos un vigilante de seguridad en las instalaciones, que tienen, como reza el citado documento, "una gran afluencia de visitantes, con todos los aspectos positivos que se derivan, pero también algunos negativos, pues ocurrieron una serie de comportamientos que se pueden calificar como vandálicos". 

En ese sentido, el sindicato considera que sin los cinco vigilantes que prestan hoy el servicio de seguridad privada solo la Policía Local puede suplir ese hueco, "lo que implicaría detraer efectivos del resto de servicios, con el consiguiente perjuicio a la ciudadanía y su seguridad".