Daniel Laiz (Cortizo): "Los aranceles de Trump son insostenibles, EE.UU. no produce aluminio suficiente"
Galiciapress charla con uno de los directivos de Aluminios Cortizo, una de las empresas líderes en Europa la transformación de este producto. Daniel Lainz, director general de sistemas de arquitectura, argumenta que Europa no debería responder con aranceles recíprocos al alumnio de Estados Unidos -como ya ha apuntado Bruselas- porque estima que el presidente Donald Trump tendrá que dar marcha atrás finalmente, como ya hizo en la pasada legislatura con Canadá. Y es que los americanos no producen aluminio suficiente para su propia industria, por lo que imponer tarifas provocaría una fuerte subida de precios, en primer lugar en sectores clave, como la construcción. La importancia de internacionalizarse y las dificultades que la guerra comercial puede suponer para las inversiones en la metalurgia son otros de los temas de esta conversación.
Nuestra apuesta por este mercado sigue siendo firme con sistemas preparados para fenómenos adversos como huracanes y tormentas tropicales
Con exportaciones de 28 millones de euros anuales a EE.UU., ¿cómo afectarán los aranceles del 25% a su estrategia de crecimiento en un mercado que, según sus declaraciones, están "doblando cada año"?
Por ahora nos movemos en el terreno de la incertidumbre. No sabemos si esos aranceles se van a aplicar al tocho de aluminio, al aluminio extruido o a los productos terminados, por lo que es muy pronto para hacer este tipo de cálculos. Para nosotros, a pesar de que el mercado estadounidense es un mercado incipiente en el que hemos crecido en cifras del 100 % en los últimos años, la imposición de estos aranceles no supondría un problema tan grande como para otras empresas, ya que este país representa apenas el 1,5 % de nuestro volumen de negocio.
En este sentido, nuestra apuesta por este mercado sigue siendo firme con sistemas preparados para fenómenos adversos como huracanes y tormentas tropicales propias de los países del Caribe y la costa este de los Estados Unidos que nos permiten dirigirnos a un estrato social medio alto o alto al que no le importa tanto el incremento de los precios sino las prestaciones acústicas, térmicas y sísmicas de nuestros productos.
Los aranceles no son una medida sostenible a largo plazo, Estados Unidos no tiene la capacidad de producir todo el aluminio que necesita para alimentar su propia industria
Dada la incertidumbre sobre si los aranceles aplicarán al aluminio en bruto, perfiles extruidos o productos terminados, ¿qué escenarios están barajando para mitigar riesgos a corto plazo?
En economía es casi imposible reducir riesgos, y más en un sector como el nuestro en el que cambian continuamente los precios del aluminio. Nosotros no barajamos cambios en nuestras operaciones en los Estados Unidos porque estos aranceles no son una medida sostenible a largo plazo.
Estados Unidos no es un país industrialmente autosuficiente en el aluminio, es decir, no tiene la capacidad de producir todo el aluminio que necesita para alimentar su propia industria, por lo que la imposición prolongada de estos aranceles provocaría un problema de inflación que afectaría a sectores como el de la construcción, uno de los más importantes del país. Creemos que, por ese motivo, esta medida se suavizará o desaparecerá con el tiempo, no solo por el bien de los que producimos fuera del país norteamericano, sino por el propio devenir de su economía.
Hablando de largo plazo, el sector metalúrgico requiere planificación a largo plazo dado el gran volumen de dinero necesario para la infraestructura que produce la alúmina. ¿Cómo afecta esta guerra comercial a la capacidad de inversión en proyectos de calado? Por poner un ejemplo, la modernización de Alcoa San Cibrao puede no ser viable en este entorno tan volátil. Parece difícil que nadie vaya a invertir mucho dinero en este u otro proyecto del sector dado que nadie puede producir como estará el comercio internacional de aluminio dentro de un par de años …
El sector del aluminio nunca ha sido predecible, por lo que la incertidumbre es un escenario en el que siempre nos hemos movido y en el que hemos sabido crecer. Aún así, creemos que la incerteza podría provocar que algunos clientes duden de la posibilidad de seguir trabajando con nosotros como proveedores habituales, lo que ocasionaría una ralentización en nuestro crecimiento en el país norteamericano.
Empresas del sector gallegas como sus vecinos de Exlabesa tienen plantas en Georgia (EE.UU.). ¿Puede ser interesante comprar factorías en Estados Unidos para poder no quedarse al margen del mercado de Estados Unidos?
Teniendo en cuenta que la medida se anunció hace tan solo un par de días y que no sabemos cuál será su alcance, lo mejor es mantenernos expectantes. De nuevo, creemos que no es una medida sostenible en el tiempo debido a las propias necesidades de la industria estadounidense, por lo que preferimos mantenernos a un lado y observar cómo evoluciona la situación sin tomar decisiones precipitadas.
Las empresas no estamos exentas de las tensiones geopolíticas se trata de no poner todos los huevos en la misma cesta
En 2018, Trump impuso aranceles al acero canadiense, pero luego suspendió medidas. ¿Qué enseñanzas extrae de ese episodio sobre la duración real de estas restricciones? ¿
Las empresas no estamos exentas de las tensiones geopolíticas, por eso en Cortizo hace años que apostamos por la internacionalización. Ahora el foco está puesto en los Estados Unidos, pero estas tensiones pueden darse con otros países. Estar presentes en más de 80 países y en mercados tan diversos como los de Costa de Marfil o Finlandia, Australia, Noruega, Albania o Marruecos, hace que cualquier giro en la política arancelaria sea mejor absorbido por la empresa. Simplificando mucho, se trata de no poner todos los huevos en la misma cesta.
No creemos que la respuesta a este bandazo geopolítico sea corresponder con otro.
La UE ya ha dicho que habrá tarifas. ¿No sería mejor contar hasta 100 antes de responder a las tarifas impuestas por Donald Trump?
En la actualidad no existen aranceles europeos al aluminio estadounidense y no creemos que la respuesta a este bandazo geopolítico sea corresponder con otro. Toda escalada arancelaria es negativa para el comercio internacional, por eso confiamos en que esta medida no se alargue mucho en el tiempo. Estamos preocupados en el corto plazo, pero a medio y largo somos más optimistas porque, repito, Estados Unidos no es industrialmente autosuficiente en la producción de aluminio.
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