Residencia Mi Casa de Ferrol: denuncia condiciones de "esclavitud" con gerocultoras haciendo de limpiadoras
Las trabajadoras de esta residencia para mayores de Ferrolterra pedían a principios de año mejoras en sus condiciones laborales. Tras las protestas de gerocultoras y otras profesionales de la residencia conocida como Mi Casa en Ferrol, denuncian que la situación laboral está muy lejos de ser la idónea. Es por ello que han convocado una concentración para este lunes delante de la residencia a las 10:00 de la mañana
La situación laboral de las gerocultoras en la residencia Mi Casa en Ferrol ha sido calificada como "lamentable" por representantes sindicales. Según denuncias presentadas por delegadas de la Confederación Intersindical Galega (CIG), las trabajadoras de Mi Casa se enfrentan a una situación de "esclavitud" laboral, con salarios que califican de "indignos" y que no permiten llegar a fin de mes. La central sindical ha señalado que, para atender a 47 personas usuarias grandes dependientes, solo hay "cuatro gerocultoras --o cinco en el mejor de los casos--, que se tienen que encargar de asear, vestir, levantar y dar el almuerzo en apenas dos horas". La precariedad no solo afecta a las gerocultoras, sino que se extiende a otros departamentos. Por ejemplo, en el servicio de limpieza, para una residencia con 135 personas usuarias, solo cuentan con cuatro trabajadoras en el turno de mañana y dos en el de tarde.
SITUACIÓN LABORAL
Beatriz Fernández, CIG, señala que no se han repartido los calendarios laborales para 2025 entre el cuadro de personal, algo que sucedió también en 2024. Tampoco figura ningún calendario de vacaciones. Esto afecta a todo el personal pero en el caso de las gerocultoras trae parejo realizar tareas como las de limpieza. Y es que el número de personas contratadas para limpiar áreas de la residencia no es suficiente.
Atender estas labores impide la observación y seguimiento de mayores grandes dependientes. La consecuencia inmediata de esta situación es la ruptura de las ratios de gerocultoras por número determinado de usuarios. “En situaciones así las ratios no sirven para nada”, dice Fernández, quien recuerda que ya se ha pedido a la dirección el contrato de más personal de limpieza.
A lo ya mencionado se suma que a las trabajadoras de limpieza no se les ha actualizado el salario según la última paritaria. Desde la CIG aseguran que la empresa ha dicho que no tiene por qué actualizar salarios. Esto ha motivado la denuncia de varias trabajadoras y que a quién no tiene este asunto judicializado se le está pagando “la mitad de la mitad”. Por otra parte, la conciliación para las trabajadoras se ha vuelto un problema pues la empresa no facilita este derecho, lo que ha provocado que también haya acabado en los tribunales.
CONTACTOS CON LA DIRECCIÓN
La convocatoria de una concentración del personal de esta residencia el 10 de febrero ha sido la salida más contundente para llamar la atención tanto de la gerencia como de la propia empresa: Edad Dorada Mensajeros de la Paz Norte, pero conocida como Mi Casa en Ferrol.
Según las trabajadoras, el intento de hablar con la directora del centro ha sido imposible hasta ahora. En estos momentos está en período de conciliación y cuando se acerca a la residencia dice “estar enterrada en papeles” y que ante la situación laboral su respuesta es “todos nos equivocamos”. En tal caso, el comité de empresa asegura que es muy complicado reunirse tanto con la directora como con la responsable de RRHH. El comité denuncia además, “maniobras” para cubrir plazas de conciliación sin recurrir al concurso público. “Esto sucedió con una compañera pero al final intervino el comité para que sí saliera a concurso”.
En otra reunión, se pidió a la dirección atender las solicitudes de conciliación denegadas junto con licencias retribuidas. La solución fue sacar un papel en el cual las licencias retribuidas se suplantan con los cuatro días de permiso aprobados por el Gobierno. “Esos días no son para que tú me los des, son para mi disposición”. Por último, volviendo a los cuadrantes de horarios, “todas las semanas cambian los cuadrantes”. Por eso la mayoría de trabajadoras no sabe cuándo debe ir a trabajar y reclaman cuadrantes hechos por la empresa ceñidos a la realidad del número de contrataciones.
En definitiva, las trabajadoras y los sindicatos exigen mejoras urgentes como "ser tratadas como profesionales", contar con un convenio colectivo que contemple "salarios dignos y condiciones laborales justas", y poder "desarrollar sus funciones con la dignidad y el tiempo que los mayores merecen y precisan".
La situación en Mi Casa y otras residencias privadas pone de manifiesto la necesidad de una revisión profunda del sistema de cuidados a largo plazo en España, especialmente en lo que respecta a las condiciones laborales de quienes cuidan a los mayores.
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