El paso de Kirk deja tocado al sector agrario con fuertes daños en patata y maíz

Las próximas semanas serán cruciales para poder vislumbrar el panorama que se le presentará al campo gallego después de Kirk. El 2024 ha sido un año lluvioso, también en verano y esto ha traído cosechas de maíz casi históricas, con lo que los ganaderos veían buenas expectativas para el ensilado. Sin embargo, la borrasca ha tumbado la mayoría de las plantas y ha dejado unos terrenos reblandecidos por el agua. En cuanto a otros cultivos, la castaña se ha visto muy perjudicada por el viento y las lluvias que han hecho caer el producto de los árboles. El cultivo de patata se puede ver también perjudicado ante la inundación de algunos terrenos en A Limia donde no se ha podido recoger toda la cosecha. Existen varios factores, por tanto, que preocupan a los agricultores y ganaderos después de Kirk.

PRIMERAS VALORACIONES

Las próximas semanas son cruciales para saber cuánto se puede salvar de la cosecha de maíz destinado a ensilar. Los campos sembrados de este cereal muestran plantas caídas como un manto sobre el terreno que está empapado por la lluvia. Esto hace que la tarea de recoger la planta sea difícil ya que con la entrada de maquinaria pesada el suelo puede compactarse y el maíz recogido acabe resultando de muy mala calidad. 

Esto por una parte, porque las hectáreas ahora ocupadas por el cereal estaban destinadas a ser terreno para la siembra de hierba forrajera que se segaría en primavera. Si se atrasa la siembra de la hierba, junto a un maíz pobre, los agricultores y ganaderos ser verán obligados a comprar grano y forraje incrementando los gastos de producción.

A día de hoy, los primeros cálculos estimados por Unións Agrarias (UUAA) cifran en 65,5 millones de euros en pérdidas relacionadas con el maíz. “Tememos que las pérdidas sean mayores con el paso de los días, cuando ya tengamos la mayor parte de la información” dice Óscar Pose. Más cultivos dañados han sido la “faba de Lourenzá” (habichuela de Lourenzá) porque “en la comarca de A Mariña hemos tenido un verano lluvioso y esto ha perjudicado al cultivo que no ha secado en condiciones óptimas” dice Isabel Vilalba del Sindicato Labrego Galego (SLG). Se estima en un porcentaje muy elevado las pérdidas en este cultivo.

Ante este panorama se dibujan dos escenarios, el primero es la pérdida del 100% en los cultivos y en otros casos dependerá de la evolución inmediata. Esta recuperación también incluye el deslizamiento de tierras fértiles que hayan ido a parar a los cursos de agua. La capa de tierra fértil (tierra vegetal) es muy lenta de recuperar, aún así, en este aspecto no se esperan grandes daños debido a que el terreno todavía estaba firme al no haberse retirado el cultivo.

AFECTACIONES ECONÓMICAS

Kirk ha dejado también dudas ante las ayudas de la PAC (Política Agraria Común). Estas ayudas dependen de lo que los agricultores hayan declarado qué van a cultivar y cuánta superficie van a dedicar a ese cultivo durante el invierno. Por tanto, el acceso a las ayudas europeas dependen de unos compromisos que los profesionales del campo han adquirido y que ahora mismo no se sabe si podrán cumplir, sobre todo si el acceso a los terrenos permanece bloqueado por el estado del firme.

Por otra parte, los cortes de luz han afectado mucho a las granjas lecheras y esto ha hecho que recurrieran a generadores, muchos de ellos con motores de combustible. Esto influye en el ordeño de las vacas destinadas a producción lechera, pues estos animales deben ser ordeñados varias veces al día con máquinas. 

Ante los problemas que puedan surgir con la recogida de maíz y la siembra de forraje en los terrenos, se estima que el recurso a la compra de piensos y forrajes aumentará e incrementará los costes que deban pagar los agricultores y ganaderos. “Tengamos en cuenta que todavía se está consumiendo producto ensilado el año pasado y el producto disponible en el mercado no es mucho” dice Pose. 

¿Y esto último afectará al precio de la carne y la leche en origen? “En los precios no hay grandes variaciones aunque veníamos de un escenario de bajadas continuas” señala Vilalba. ¿Y los seguros agrarios pueden ayudar en parte a paliar la situación? Realmente no se puede asegurar todo, aunque hay seguros importantes para cubrir los daños del jabalí en el maíz. Sin embargo, las diferentes líneas de cobertura suponen unos costes elevados para la explotación ya que entre otros figurarían: responsabilidad civil, animales muertos, enfermedad y maquinaria entre otras.

Ahora mismo el problema está en que si la pluviosidad no disminuye, muchos cultivos se verán afectados de forma negativa, esto a su vez repercutirá en gastos de alimentación para el ganado. Tampoco se podrán recoger otros productos como los frutícolas dañados por el viento y la lluvia. En tal caso, desde el sector agrario y ganadero se esperan líneas de ayudas para soportar los posibles efectos colaterales de Kirk.