Tavares se la juega anunciando cambios de calado en Stellantis que podrían afectar a la fábrica de Vigo

Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, ha anunciado una profunda reorganización de la dirección del grupo automovilístico en respuesta a los desafíos financieros que enfrenta la compañía. Así lo ha anunciado en una entrevista en Bloomberg, uno de los medios de referencia de información económica en Estados Unidos.

De allí, precisamente, llegan sobre todo las voces de los accionistas que piden la cabeza del CEO tras los malos resultados de marcas como Jeep o Chrysler en los últimos tiempos. Las palabras de Tavares se pueden interpretar, por lo tanto, como un intento de fijar el marco de discusión del próximo consejo de administración de Stellantis, a celebrar esta semana en EE.UU.

Esta reestructuración se produce en un momento crítico para Stellantis, que ha experimentado una caída significativa en sus ventas y beneficios, especialmente en el mercado estadounidense. Los recortes de la producción anunciados en Italia ya le han costado el anuncio de una huelga en ese país, donde además Tavares tiene malas relaciones con el gobierno de Giorga Melloni. En Estados Unidos, los sindicatos también están barajando la posibilidad de paros. En España, todavía no hay noticias de movilizaciones, más allá de las anunciadas en las industrias auxiliares de Vigo, molestas porque Stellantis ha dejado de contar con algunos de sus proveedores habituales en Galicia, pese a cobrar importantes subvenciones de la Xunta y del Estado en los últimos años. 

El plan incluye cambios que podrían afectar a varios departamentos, desde equipos financieros hasta jefes regionales y ejecutivos de marca. Esta reorganización busca dar un giro al negocio, especialmente en Estados Unidos, donde Stellantis ha sufrido una desaceleración de ventas y la salida de varios directivos clave. Está por ver si afecta también a la planta de Stellantis en Vigo, la mayor en España y cuyo director cambió hace unos meses.

La reunión del consejo de administración, programada para los días 9 y 10 de octubre, se perfila como decisiva para el futuro de Carlos Tavares al frente de la compañía. El consejo evaluará no solo los planes de reestructuración, sino también el futuro de Tavares como CEO. Aunque su contrato no vence hasta 2026, la compañía ya ha iniciado la búsqueda de un posible sucesor.

El presidente de Stellantis, John Elkann, está cada vez más insatisfecho con la situación del fabricante en América del Norte. La situación ha llegado al punto que la propia cúpula de Stellantis ha filtrado que barajan cortarle la cabeza a su CEO, algo nunca visto en una compañía de tal tamaño.

Estrategia de vehículos eléctricos

Uno de los principales retos que enfrenta Stellantis es el lento despegue de sus ventas de vehículos eléctricos. La compañía se mantiene comprometida con una estrategia agresiva de vehículos eléctricos, a pesar de la resistencia de algunos consumidores, especialmente en el mercado estadounidense. Una advertencia de ganancias que ha llevado a reducir las expectativas de beneficios y flujo de caja para el año, inventarios excesivos, una caída en las ventas después de aumentar los precios más que sus competidores, el debilitamiento de la demanda global y exceso de inventario y la intensa competencia de fabricantes chinos, que ofrecen coches eléctricos de igual o mejores prestaciones más baratos son otros de los desafíos para la marca.

La reorganización propuesta por Tavares podría tener implicaciones significativas para todas las marcas y plantas de producción de Stellantis a nivel global. Esto incluye la incertidumbre sobre el futuro de la planta en Vigo, donde persisten las dudas sobre qué nuevo modelo se producirá para sustituir al maduro Peugot 2008. 

Una empresa clave para la industria de España y todavía más para la de Galicia

Stellantis desempeña un papel crucial en la economía española y, en particular, en la de Galicia, donde es el mayor empleador privado del país. Cuenta con tres fábricas en España, ubicadas en Madrid, Vigo y Zaragoza.

La factoría gallega es el buque insignia en la Península. En 2023 se produjeron 531.732 vehículos, lo que representa un incremento del 31.5% respecto al año anterior. Esta planta es conocida por su capacidad para fabricar tanto vehículos eléctricos como convencionales, siendo el Peugeot e-2008 su producto clave ahora mismo, además de los vehículos comerciales eléctricos para diferentes marcas. El problema es que el 2008 tiene una esperanza de vida corta, es un coche maduro, que no va durar mucho en el mercado.

En Zaragoza, la fábrica de Figueruelas también ha tenido un desempeño notable, alcanzando una producción de más de 365.000 unidades en 2023. Finalmente, la planta de Madrid se especializa en la fabricación del Citroën C4 y C4 X, incluyendo sus versiones eléctricas. En 2023, esta planta aumentó su producción a casi 106.000 unidades.