Feijóo critica el viaje de Sánchez pero él también fue a China
El gallego se reunió con miembros de la cúpula del Partido Comunista de China en su afán de atraer negocios. Este es el mismo objetivo de la actual visita del presidente del Gobierno, que ayer criticó Ayuso y hoy ha criticado el propio Feijóo. La misión gallega de 2017 no se concretó en ninguna inversión y el PPdeG evitó rendir cuentas en el Parlamento.
El viaje actual de Pedro Sánchez a China ha generado fuertes críticas desde el Partido Popular (PP), encabezadas por su líder, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Ambos han cuestionado los motivos y las implicaciones de esta visita oficial.
Alberto Núñez Feijóo, desde Bruselas, ha señalado hoy que el presidente del Gobierno parece actuar bajo la influencia del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en materia de política exterior y comercial. Feijóo considera que esta alineación con China podría ser un error estratégico, especialmente en un momento en que Estados Unidos, principal socio comercial de la Unión Europea, mantiene tensiones arancelarias con el gigante asiático.
Además, el líder del PP ha calificado el papel de Zapatero como una "anomalía democrática" y ha exigido "transparencia" sobre los acuerdos alcanzados durante el viaje. Según Feijóo, España debe mantener una postura atlantista y no sustituir a sus socios tradicionales por otros como China.
El gallego se suma así a las críticas inauguradas ayer por la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso ha lanzado duras acusaciones contra Sánchez, afirmando que su viaje busca "homenajear a tiranos sanguinarios" y "dejar aislada a España en el mundo".
Según la presidenta madrileña, este acercamiento a China es una muestra de sumisión ante regímenes autoritarios.
Los conservadores lanzan estos ataques a pesar de que Alberto Nuñez Feijóo fue a China cuando él presidía un gobierno, el de Galicia. El objetivo de su visita a la dictadura comunista fue el mismo que el de Sanchez, captar negocios.
Aquel viaje en junio de 2017 le sirvió para sacar pecho. Feijóo lo tildó de "pionero". Era la primera vez que un presidente de la Xunta visitaba China oficialmente.
La misión incluyó una intensa agenda, con actividades distribuidas en varias ciudades chinas, como Pekín, Shanghái y Luoyang, y abarcó sectores clave como agroalimentación, industria y turismo.
Feijóo mantuvo varios encuentros institucionales con cuadros dirigentes del Partido Comunista de China. Entre las reuniones institucionales, se destaca el encuentro con Guo Yezhou, viceministro de Asuntos Exteriores para relaciones con la UE, un contacto clave para la política exterior china, y con el vicealcalde de Shanghái, una figura relevante dada la importancia económica de esta ciudad.
El conservador justificó sus contactos con el régimen chino por motivos económicos. "China es la segunda potencia económica del mundo”, argumentó entonces.
¿Para qué sirvió y cuanto costó aquel viaje de la Xunta a China?
Al finalizar el desplazamiento, lo describió como "productivo y útil", con "compromisos concretos y nuevas líneas de colaboración abiertas", esperando que las reuniones de trabajo demostrasen su valor en los meses siguientes.
Sin embargo, de aquella misión de negocios no se derivó ningún beneficio económico concreto para Galicia, al menos públicamente.
Con la delegación política viajaron dirigentes de unas 30 empresas gallegas, incluyendo nombres como Albo (que ya por entonces era propiedad de Shanghai Kaichuang Deep Sea Fisheries), Estrella Galicia y Clun. La oposición pidió a la Xunta un desglose de los gastos del viaje, pero el PP evitó que el Gobierno detallase cuentas en el Parlamento.
Con todo, es evidente que a Galicia le interesa mantener buenas relaciones económicas con China. No solo por su peso económico, también por su capacidad de inversión.
Por ejemplo, además de Albo, los chinos han comprado en los últimos años una de las mayores constructoras de obra pública del país, Puentes y Calzadas.
Más recientemente, se anunció la construcción de una gran planta de neumáticos en As Pontes por parte del grupo chino de neumáticos Century. De hecho, el sucesor de Feijóo, Alfonso Rueda se reunió con el CEO, Quin Long, en 2023. Desde entonces, poco más se ha sabido de aquella promesa de inversión.
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