La jornada empezó con solo 30 hectáreas quemadas y antes de que termine el jueves ya rondan las 200. Hace tanto viento que, además de alimentar unas llamas desbocadas, los medios aéreos ya no pueden combatir el fuego desde el aire.
Por vez primera en la historia judicial de Galicia, la Justicia estudia al menos si las administraciones pecaron de indolencia a la hora de prevenir los fuegos.
La Guardia Civil acusa a otras tres personas de ofrecerle una coartada falsa al presunto pirómano autor de varios conatos a mediados de julio.
Las llamas de Melón fueron detectadas cuando ya era de noche por lo que se sospecha que pudo haber sido provocado.
A primera hora de la tarde ha quedado controlado otro incendio en Barrio, Pobra de Trives, en Ourense, según la Xunta. Las llamas del fuego en Chandrexa, Laza, han reaparecido en la zona de Castro Camba pese a que las autoridades lo habían dado por extinguido.
El incendio de Moaña ayer fue pequeño,quemó unas 20 hectáreas, pero ha sido en uno de los más peligrosos del verano. Un par de horas tardó la Xunta en reclamar la situación de emergencia 2, por riesgo para las casas.
La Xunta indica que ahora mismo están en nivel de riesgo cero, el mínimo posible. Los equipos de extinción vigilan que el viento no reavive unas llamas que obligaron a los vecinos a intervenir directamente para salvar sus casas.
Las llamas son claramente visible desde la autopista por la que hoy circulan miles de veraneantes camino a las playas de O Morrazo. La Xunta ha cortado la CG 4.1. entre los kilómetros cinco y seis en ambos sentidos, lo que provocará seguro importantes retenciones. El fuerte viento alimenta las llamas.
Noa Presas denuncia que el Gobierno autonómico no aprobó a tiempo los convenios con los ayuntamientos y la escaseza de medios y personal para la contención y extinción de los incendios.
El presidente de la Xunta apunta a que varios de los últimos incendios fueron provocados. En las últimas fechas, el PPdeG ha recuperado el discurso de que los pirómanos son una de las principales causas del problema pero sin, al menos por ahora, hablar de tramas organizadas, como sucedió en la crisis de 2017.
Los bomberos forestales han logrado que las llamas se alejen de las casas en el incendio de Oroso, en A Cañiza. Sin embargo, la situación 2 de peligro para viviendas sigue vigente para el fuego de Arbo, el mayor de este fin de semana.
Al menos un tren se ha visto afectado, el regional que partió de Santiago a media tarde hacia Ourense que tuvo que detenerse en Lalín.
Ya ha reabierto al tráfico la carretera A-52 a su paso por A Cañiza (Pontevedra), cortada en la mañana de este domingo por la proximidad del incendio que se había declarado en el municipio, en la parroquia de Oroso. Sin embargo, es ahora la carretera N-120, según informa el 112, la que está cerrada a la circulación en el punto kilométrico 612.
La DGT acaba de anunciar que el corte afecta a las dos direcciones de la autovía a52. Por otra parte esta mañana se ha declarado un incendio forestal por ahora pequeño en Poio cerca de Pontevedra y ha quedado extinguido el que había próximo a Ponteareas.
En las últimas horas también han saltado incendios forestales, por ahora menores o ya rapidamente apagados, en Viar de Ordelles (Esgos) y O Coutro en A Cañiza, Pontevedra.
Galicia todavía está lamiendo sus heridas de la última ola de incendios cuando empiezan a surgir otros de considerables proporciones, como el de Arbo. La Xunta recupera el discurso de que el principal culpable son los incendiarios. Saltan otros incendios menores, por ahora, en Vilaboa y en el Polígono de Vío cerca de A Coruña.
Hubo brigadas trabajando con solo dos efectivos porque no se cubren las bajas y hubo profesionales más de doce horas sin recibir agua ni comida, denuncian los sindicatos.
La Xunta da por extinguido el incendio de 19,41 hectáreas de O Saviñao (Lugo), concretamente en la parroquia de Rebordaos. Así, tan solo quedan dos fuegos forestales sin apagar en la provincia de Ourense: el de Vilariño de Conso, que está controlado con 6.500 hectáreas arrasadas, y el de Castrelo de Miño, estabilizado con 200.
Los grandes incendios de esta ola de fuegos están controlados pero siguen activos arrasando espacios naturales en lugares como O Courel y del parque natural de O Invernadoiro. Sin apagarse estos incendios surgen otros, algunos ya de magnitud moderada como uno nuevo en O Ribeiro.
El Gobierno gallego destinará más de 9 millones de euros a paliar los efectos de los grandes incendios