¿Un recorte de profesores encubierto? La Consellería dice que hay más unidades educativas, pero la CIG habla de "desmantelamiento"

Faltan solo unas semanas para el reinicio de las clases. El verano llega a su fin y muchos escolares comienzan a pensar en el nuevo curso, que para algunos no será en los centros que esperaban o donde estaban matriculados. Son los casos de los alumnos del CEIP de Torrexallóns (Laxe), el CEIP de Pousada Carcacía (Padrón) y la Escuela de Educación Infantil de Carnés (Vimianzo), donde la falta de alumnos ha provocado el cierre de estas instalaciones, tal y como viene de comunicar la Consellería de Cultura, Educación, FP e Universidades. Sin embargo, las explicaciones de la Consellería no colman a los sindicatos, que ven en este movimiento y en otros un gran recorte al sistema de educación pública.

Los niños matriculados en estos centros ya disponen de una plaza en otros colegios de sus localidades. Es el caso solo de A Coruña, pero el cierre de colegios en entornos rurales es una constante, ya sea por la escasa natalidad o por la falta de docentes en esas zonas, obligando a muchos estudiantes a desplazarse para poder recibir su educación. 

CIFRAS

A menos de un mes para que empiecen las clases -el próximo 11 de septiembre sonará la campana-, hay 225.013 alumnos distribuidos en 11.934 aulas para el próximo curso en los niveles de Infantil, Primaria y Bachillerato. En todos se registra un importante descenso de alumnos, salvo en la ESO, donde aumenta en casi un millar de estudiantes, que no compensan los más de 2.700 que se pierden este año.

Este curso 23/24 será el primero para unos 15.000 niños y niñas que asistirán por primera vez a la escuela. No obstante, solo alcanzan a cubrir un porcentaje de las plazas ofertadas, quedando el 42% de las ofertadas -algo más de 26.000- libres. Esto significó, al tiempo, que el 99,2% de los niños que solicitaron plaza en los centros de las cuatro provincias la obtuvo en el colegio escogido como primera opción

¿DESMANTELAMIENTO DEL SISTEMA?

Sin embargo, la perspectiva de la Confederación Intersindical Galega es diametralmente distinta. Aunque la Xunta defiende un refuerzo en el número de unidades lectivas con 18 más, pasando de 11.916 a 11.934, desde la CIG Ensino consideran que desde la Xunta han aplicado "uno de los recortes más grandes de los últimos años" en la educación pública gallega.

Las cifras de un estudio elaborado por el propio sindicato señalan que las unidades de Educación Infantil y Primaria se rebajan en 60 menos. Esto significa que se destruyen 89 plazas para docentes: 38 en Infantil y 51 en Primaria, de las cuales siete corresponden a centros de Educación Especial. La subida en secundaria enmascar estas cifras, según la CIG.

En esa línea, reprenden la actitud de "imposición" y no negociadora de la Consellería ante unos recortes que "ya habían sido advertidos" en julio. El responsable de la CIG-Ensino, Diego Boquete, subraya que se trata de una "oportunidad perdida" para "reducir los ratios", aunque desde Educación sostienen que la normativa estatal para Infantil y Primaria establece hasta 25 alumnos por aula, pero que en Galicia el 70% de las aulas de estas etapas tienen 20 alumnos o menos. Incluso en el 30% de estas aulas hay una decena de estudiantes o menos, aseguran desde la administración, que saca pecho por estar "en los puestos de cabeza en ratio alumno/profesor, con una media de 9,8 estudiantes por cada docente frente a la media nacional de 11,4".

No obstante, para la CIG la actitud de la Xunta supone el inicio de un "curso caliente" si se siguen dando recortes como hasta ahora con su "política de desmantelamiento de la enseñanza pública", al tiempo que tampoco se reduce el horario lectivo que implantó Feijóo en 2011, cuando se elevaron de 18 a 21 las horas de clase en ESO y Bachillerato y de 21 a 25 en Infantil y Primaria, un horario que solo permanece vigente en esta comunidad y en Madrid.