CEIP Baamonde: administraciones culpándose entre si mientras hay 30 niños en riesgo de quedarse sin cole
El cierre de los colegios infantiles y la reducción de muchos servicios básicos es un mal que golpea con fuerza a la Galicia interior. Este abandono del rural es el que sufren los usuarios del CEIP de Baamonde, en donde la treintena de escolares que asisten a clase en esas instalaciones se ven forzados a pelear por mantener abierto un centro que el Concello de Begonte planea cerrar.
El cierre de los colegios infantiles y la reducción de servicios básicos contribuye al despoblamiento rural. Todas las administraciones concuerdan en este diagnóstico; otra cosa es que, confrontadas con la realidad, tengan voluntad y capacidad de cambiar de rumbo.
Lo sufren en sus carnes en el CEIP de Baamonde, donde una treintena de familias luchan por mantener abierto un centro que el Concello de Begonte planea cerrar.
La Asociación de Vecinos de Baamonde y Montengro explica a Galiciapress sus reivindicaciones. Se ven desatendidos tanto por el gobierno local como por el autonómico. En respuesta, vecinos, padres y alumnos llevan sus protestas a las calles y a la red, donde han logrado una gran repercusión gracias a su inventiva.
Movilización de los vecinos de Baamonde contra el cierre del colegio | Foto: @AVVBaamonde
Los alumnos del CEIP de Baamonde, pese a su corta edad, se encuentran en medio de una guerra. El Gobierno de José Ulla proyecta cerrar la escuela y que sus 30 alumnos acudan al CEIP Virgen del Corsé, también unitario, para así proceder a reconvertir el colegio de Baamonde en un conservatorio y construir un auditorio en sus terrenos. El cierre tiene un impacto inmediato en la vida de los escolares y de la parroquia, ya que significa, según los afectados, “romper una comunidad, romper un vínculo que existe desde hace 50 años entre Baamonde-Pígara-Soexo-Bóveda-Pacios”.
Esa unidad va más allá de la comunidad educativa, si bien esta es el nexo principal. El desencuentro entre los padres y madres y el concello viene condicionado por las molestias que el cambio producen sobre los niños y niñas del colegio. “Aumentan los kilómetros en bus, por lo que también los minutos de viaje y de madrugón; la medida va contra la conciliación familiar”, comentan los afectados.
Con todo, la principal repercusión es sobre la educación de los pequeños. Además de que en el colegio de Begonte dispondrán de una atención menos personalizada porque el traslado significa aumentar el ratio de alumnos por maestro, dejar Baamode supone cambiar tres edificios, dos grandes patios y un polideportivo por “un solo edificio, un pequeño patio y un pabellón”. Instalaciones que se verían reducidas con la llegada de una treintena de nuevos alumnos. “Lo importante es evitar la masificación de los centros en estos tiempos de coronavirus, no es momento de juntar aulas, si no de desdoblarlas”, inciden los padres de los alumnos.
UNA MEDIDA PRO ABANDONO DEL RURAL
Al margen de las consecuencias que esto tiene sobre la comunidad escolar, el cierre del colegio de Baamonde es un episodio más del abandono que sufre el rural gallego, algo que ha denunciado recientemente el Instituto de Estudios Chairegos, que ha dado su apoyo al ANPA y a la Asociación de Vecinos de Baamonde, así como la plataforma Galicia Baleira, el Sindicato Labrego Galego y colectivos vecinales y docentes. Los organismos desdicen la tesis del gobierno local, que argumenta que aunar los dos centros podría atraer nuevos alumnos.
“El colegio fija población y da servicio a muchas zonas del rural. En el caso del colegio de Baamonde a muchas villas de los alrededores, incluso de otros concellos”, esgrimen desde la asociación de vecinos. En ese sentido, argumentan que el Programa de Desenvolvemento Rural (PDR) tiene el objetivo de “mejorar la calidad de vida de la población rural fomentando la prestación de servicios básicos que ayuden a la fijación de la población en medio rural”.
“¿Acaso estas políticas no hacen todo lo contrario? La destrucción de la vida rural. Nos negamos la que disminuyan los servicios en el rural, porque cada vez las poblaciones rurales, esas de la 'España Vacía' que le gusta decir de boquilla a los políticos, tienen menos servicios públicos”, critican. En esa línea, tachan a las explicaciones ofrecidas por el gobierno municipal de “inconsistentes en sus datos”.
“Hablan de madres y padres que llevan a sus hijos a colegios de fuera, y eso es correcto, lo saben en primera persona porque así lo hacen ellos. Lo que no dicen es que esos niños no regresarían por unificar los centros. Lo hacen por conciliación familiar, ya que tienen vínculos laborales o familiares en otros municipios”, denuncian.
Por otro lado, cabe destacar que los afectados no se oponen a la construcción de la escuela de música, del conservatorio ni del auditorio, sino que apelan a la “convivencia” como solución para este problema. “El uso de las instalaciones sería en distintas franjas horarias, hasta la utilización de uno de los tres edificios, o la construcción de uno nuevo en terrenos contiguos o allegados que ofrece el Monte Vecinal de Baamonde”, proponen.
PARTE DEL CAMINO Y “ABANDONADOS EN AÑO SANTO”
El gran problema que se le presenta al concello si sigue adelante con su propósito es cómo sufragar el mismo. Desde la Xunta han dado largas a gobierno de Ulla y no parecen dispuestos a asumir los gastos de las obras pertinentes. “No hay compromisos con el Concello de Begonte”, admitió el conselleiro de Educación Román Rodríguez, que reconoció mantener “conversaciones informales” con el gobierno local, si bien prometía estudiar el proyecto aunque este sería “impulsado y desarrollado” con los presupuestos de la localidad. El propio conselleiro todavía no ha respondido a los tres escritos que le han remitido los afectados en este tiempo. “Debe de estar ocupado con el Xacobeo”, ironizan criticando a Rodríguez.
Gastos que, por otro lado, siguen siendo un misterio, ya que los vecinos dicen en ningún momento el Concello de Begonte les trasladó las cifras en las que se mueve el proyecto ni se presentaron las mismas en el pleno municipal. “Sí habló en la primera reunión, con fecha 9 de diciembre, que contaba con 400.000 euros para este proyecto. También indicó el otro día ante RTVE el compromiso de otros 500.000 euros para mejoras del colegio unificado”, comentan los afectados, si bien considera que un municipio como el de Begonte, con apenas 3.000 vecinos, “pueda asumir este tipo de gastos”. “El propio pueblo de Baamonde, que es paso del Camino Norte de Santiago, está abandonado en año Xacobeo... imaginen el resto de años”, reprochan.
Menos dificultades tendría la conservación del centro, que correría a cargo de la asociación 'Músico Crisanto', “que está haciendo un buen trabajo”. “Los fondos correrían de las arcas municipales, ya tenemos más casos en este concello, y muy cuestionable esta forma de privatización a base de subvenciones nominales de altas cuantías económicas”, recalcan.
“RESPUESTAS CONTRADICTORIAS” Y “SILENCIO”
Pese a que la situación epidemiológica que atraviesa Galicia ha complicado su lucha, en el ANPA no bajan los brazos y proponen nuevas movilizaciones, que incluso han llegado a la red, donde también están plantando batalla. De momento están a la espera de la evolución de la crisis sanitaria y de que la mejoría les permita volver a las barricadas, toda vez que la última manifestación fue desconvocada. “Después de cancelarla el Concello nos dice que la habían denegado por motivos un tanto extraños: una obra en el edificio anexo”, puntualizan.
No obstante, en este tiempo han logrado recabar un gran número de apoyos contra las “respuestas contradictorias” y el “silencio como respuesta”, los dos niveles en los que se mueve la Xunta en este sentido. Según relatan, la Delegación de Educación en Lugo, con la que contactaron hasta en tres ocasiones, les informaron que “en cuanto al ámbito provincial” no contemplaban “hacer unificación o eliminación de centros ni intención alguna de promover una iniciativa del Ayuntamiento de Begonte para eliminar uno de los colegios”.
Solo unos días después, durante una reunión de la junta de personal “volvieron a decir que sí estaban a favor”. Los que sí se posicionaron del lado de los niños y niñas de Baamonde son fuerzas políticas como el PsdeG, que incluso llevó este debate al Parlamento de Galicia. Desde el colectivo inciden en que no desean mezclar su problema con la política, pues “estas políticas de recortes siempre vienen del mismo lado”.
Protesta de los afectados por el cierre del centro | Foto: @AVVBaamonde
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