La Generalitat anunció que desaparecía la obligatoriedad el pasado 11 de julio
La obligación ya existía en algunas comunidades pero ahora se extiende a todo el territorio estatal. Afecta a todas las razas de cánidos cuando anteriormente sólo era obligatorio para propietarios de ciertas razas de perros peligrosos. La ley implica mayor gasto para los propietarios que además verán como se prohíbe la venta de crías salvo en casos muy determinados.