En los últimos años, la seguridad de las atracciones de feria en España ha sido objeto de creciente preocupación tras una serie de accidentes mortales que han conmocionado a la opinión pública, el último de ellos estos días en Matamá, en Vigo. El principal problema de las normas es que la última responsabilidad recae en los ayuntamientos, que a menudo no tienen personal para inspeccionar in situ los aparatos o tienen poca disposición a buscarse problemas con las comisiones de fiestas.
El presidente de la Asociación de Feirantes de Bouzas, Francisco José Fernández Gimenez, mostró ayer la «indignación» de la entidad por la decisión que atribuye al alcalde vigués de suspender la feria de Bouzas.