La aprobación de la Xunta a la polémica pastera es imprescindible, sin su visto bueno ambiental no es viable, pero no determinante, pues es el Gobierno del Estado quien tiene la llave de los fondos europeos sin los que la industria no es viable. Tras la gran protesta del domingo, las posturas siguen siendo las mismas: el PP está a favor -aunque la Xunta guarda la apariencia de equidistancia-, el BNG totalmente en contra y el PSOE, que gobierna en Moncloa, sigue nadando entre dos aguas.
La Xunta ha presentado hoy en rueda de prensa el balance del aluvión de Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) que acaba de resolver. El Gobierno indica que son 120 los expedientes resueltos, 77 aprobados y 43 rechazados. Hay otros 20 que la Xunta reconoce no logró resolver en el plazo que le marcaban desde el Ministerio.
Beatriz Mato fue conselleira de Medio Ambiente mientras se tramitaban parques de Greenalica y después fichó como asesora y luego ascendió a directiva de la energética gallega. Esquivó la ley de incompatibilidades porque no firmó ninguna autorización favorable a Greenalia, pero sí las firmaron sus subordinadas en la dirección xeral de Planificación Enerxética.
El fondo especulativo EQT tiene puestas sus ganas sobre Galicia la nueva golosina con la que quiere engrosar sus dividendos. Por ello Gestagua modificó su Consejo de Administración a finales de 2020, incluyendo en el mismo a tres consejeros “independientes”.
El propio proyecto del Parque Mistral indica que "las principales estructuras se encuentran en zona de transición dentro de la Reserva de la Biosfera Terras do Miño, a unos 400 m. de la zona núcleo más cercana, ZEC Parga-Ladra-Támoga"
Greenalia gestiona eólicos aprobados con informes rubricados por María Cruz Ferreira Costa, directora xeral nombrada a propuesta de Beatriz Mato. Como esas resoluciones no llevan la rúbrica de la ex-conselleira de Medio Ambiente, sino de su subordinada, la Xunta entiende que la política del PP no se saltó las normas de incompatibilidad. Otro ejemplo de libro de puertas giratorias entre la política y las grandes empresas, denuncia el Bloque.
La plataforma ecologista ‘Arco Iris’ denuncia “presiones y coacciones” de la compañía, que recientemente acaba de incorporar a la exconselleira de medioambiente para su equipo directivo, para que retiren un vídeo en el que denuncian “posibles beneficios para Greenalia”.
En el DOG no hay nada firmado por Mato a favor de Greenalia, pero sí por su subordinada entonces, la aún hoy directora general de Calidad Ambiental, Cruz Ferreira. ADEGA denuncia que la Xunta y el PP favorecieron a la enérgetica mediante un cambio legal. El Grupo Común da Esquerda y BNG critican las "posibles incompatibilidades".
Galiciapress entrevista a Beatriz Mato (1965) que después de sus casi diez años en el gobierno de la Xunta, donde tuvo las carteras de Traballo e Benestar primero y de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio después, aspira a recuperar la alcaldía de A Coruña para el Partido Popular. La ex conselleira responde a este medio que no rechaza alcanzar acuerdos con otras formaciones para llegar a Maria Pita, centra su programa en la recuperación del empleo y pide soluciones inmediatas para Alcoa.
La Asociación Ecologista Arcoiris carga contra el reparto de convenios que realiza la conselleira Beatriz Mato. Los convenios, a diferencia de las subvenciones vía DOG, son ayudas directas y discrecionales, sin competencia, publicidad o concurso. Medioambiente se gastó, por ejemplo, 3,7 millones en equipos culturales.
La más que probable candidata del PP a alcaldesa de A Coruña sigue siendo conselleira de Medio Ambiente a menos de un año de los comicios. Y esto, al alcalde de Vigo no le gusta. Hoy Abel Caballero ha sacado punta a esta duplicidad al hilo de los problemas de agua en la ciudad olívica.
Pese a que Rey Varela es uno de los nombres que suenan como hipotético sustituto de Feijóo, todo parece indicar que será candidato a alcalde. Pedro Puy dijo hoy que una remodelación de Gobierno -que llevaría a Beatriz Mato a centrarse aún más en A Coruña- sería, de producirse, para bien.