El magnate demanda a Panamá y lo hace en su condición de dueño de un holding español. Le reclama más de 10 millones de euros.
Abanca ha llegado a un acuerdo para entrar en una fase de negociaciones exclusivas con el grupo canadiense Cooke la venta del 80% de la participación total del banco en Nueva Pescanova, según ha informado la entidad financiera en un comunicado.
Las cifras actualizadas del rescate bancario publicadas hoy por el Banco de España muestran hasta que punto el dinero público mantuvo a flote entidades que hoy, salvo el caso de Bankia, vuelven a estar en manos privadas.
¿Cuál ha sido el resultado de rescatar las antiguas cajas para luego venderlas? Los fríos datos revelan hasta que punto Juan Carlos Escotet está haciendo negocio a partir de Caixanova y Caixa Galicia, rescatadas en su día con casi 13.000 millones de euros públicos.
Venezuela no solo ha prorrogado la intervención de Banesco, si no que la hecho más dura. Pese a esto y a la inestabilidad del origen de su fortuna, Escotet insistio hoy en que Abanca no corre peligro de contagio, aunque abandona, por ahora, la idea de salir a bolsa.
El regulador bancario español, el Banco de España, impidió la operación por la que Abanca iba a comprar la filial española del Deutsche Bank. El motivo último sería la inestibilidad para el sistema financiero español que podría suponer la expansión de un grupo bancario, Banesco, cuya matriz en Venezuela sigue intervenida.
“Hemos perdido más de 600 personas y no podemos cubrir las vacantes porque ya nadie quiere venir a trabajar en un banco intervenido”, reconoce Juan Carlos Escotet al hilo de la prórroga de la intervención de Banesco Venezuela.
Escotet, que dejó la presidencia de ABANCA nominalmente para centrarse en el problema de su banco en Caracas, se muestra incrédulo, pero lo cierto es que el Gobierno de Maduro seguirá controlando Banesco Venezuela al menos tres meses más.
Escotet y sus socios venezolanos llevan ganados aproximádamente 1.400 millones de euros desde que ganaron la puja por las cajas gallegas, rescatadas con más de 12.000 millones de dinero público. El banquero seguirá en Caracas por ahora, pendiente de la acusación de blanqueo que pende sobre el intervenido Banesco.
Un pais solvente precisa de contar con un sistema bancario sólido y competente en el que haya una matriz pública, o cuando menos social, relevante. Un país para crecer de manera estable y prolongada necesita que tanto las administraciones públicas, como las familias y las pequeñas y medianas empresas tengan un fácil y fácil acceso al crédito para así consumir e invertir. En definitiva un pais fuerte requiere de instituciones que absorban el ahorro y lo canalicen hasta aquellos agentes que precisan de financiación ajena. Pero la gran crisis financiera última puso en evidencia que no se debe dejar esta función en exclusiva a la banca privada dándole total libertad. Hacerlo es asumir un enorme riesgo pues acaban olvidando su auténtica función económica dedicándose la especulación y a financiar de manera poca responsable actividades no productivas. Comportamiento que acarrea las consecuencias catastróficas de sobras conocidas.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, ha anunciado este miércoles que los siete directivos de Banesco que permanecían detenidos por supuestas irregularidades cambiarias se han sumado a los otros cuatro que ya fueron liberados el pasado sábado.
La intervención de Banesco Venezuela no es la primera ni la segunda vez que un Estado toma medidas contra el grupo de Abanca de actividades relacionadas con el blanqueo. El año pasado Panamá multó al grupo por violar las leyes de prevención de lavado de capitales. Ya anteriormente, la filial de Florida tuvo que operar durante tres años bajo supervisión especial por precisamente lo mismo.
La intervención de Banesco Venezuela no es la primera vez que el Grupo matriz de Abanca es sancionado por las autoridades bancarias de un estado por saltarse las leyes bancarias. Panamá, país conocido no precisamente por lo riguroso de su régimen financiero, ya sancionó a Banesco por “violaciones del Régimen de Prevención de Blanqueo de Capitales / Financiación del Terrorismo” el año pasado.
Preocupación. Así se puede definir el estado de ánimo en Galicia tras la intervención de Banesco, matriz de Abanca. Empresarios, emigrantes y el vicepresidente de la Xunta ya han mostrado su intranquilidad por una operación que el ex-presidente de Abanca define como una cortina de humo para tapar los problemas de Venezuela.
Escotet, que dimite como presidente de Abanca, se dirige a su país para "ponerse a disposición del gobierno". Hay dos españoles detenidos. Vídeo en el interior.