Banesco ya ha cerrado una de cinco sucursales de las caixas y ha ganado más de 1.600 millones con ABANCA
Banesco, de Juan Carlos Escotet, compró la entidad producto de las caixas gallegas al Estado por 1.008 millones. Desde entonces, el negocio -antes Novacaixagalicia ahora Abanca- ha producido 2.627 millones de beneficio neto, después de pagar impuestos, según las cifras publicadas por la propia entidad.
Banesco, de Juan Carlos Escotet, compró la entidad producto de las caixas gallegas al Estado por 1.008 millones. Desde entonces, el negocio -antes Novacaixagalicia ahora Abanca- ha producido 2.627 millones de beneficio neto, después de pagar impuestos, según las cifras publicadas por la propia entidad.
El año pasado fue el menos rentable, debido al impacto del COVID, pero aún así ganó 160 millones de euros netos.
Es decir, que el banquero venezolano le ha sacado ya un rendimiendo de 1.624 millones de euros. En menos de una década ha multiplicado por 2,6 lo que invirtió.
Pese a estas cifras, ABANCA está aprovechando la crisis para ejecutar una durísima política de cierre de oficinas. Algo que ha provocado las movilizaciones incluso de alcaldes del PP. En las últimas semanas hubo protestas -incluída una manifestación el jueves en A Coruña- promovidas, al menos, por los ayuntamientos de A Baña, Vimianzo, Zas, Cerdido y Fene en A Coruña y Portas y Campolameiro en Pontevedra.
Galiciapress se puso en contacto ayer con Abanca para trasnmitir su postura sobre el cierre de oficinas en el rural y las protestas. El banco alega que muchas de las oficinas no tienen a penas movimiento, con menos de seis operaciones diaria. Como alternativa, propone cajeros -difíciles para las personas mayores- y sucursales móviles.
El ayuntamiento Portas ha advertido que cerrarán sus cuentas en Abanca si les cierra la sucursal. Algo que puede tener cierto efecto en el banco solo si hacen lo mismos otras administraciones de más peso. Con todo, hay que tener en cuenta que la gran mayoría del negocio de Abanca proviene de familias, no de empresas ni administraciones.
Familias que, si viven en el rural, tienen cada vez más difícil acceder a servicios bancarios.
Algunos, como Muras, en Lugo, ya se han quedado sin ningún banco. El problema es más grave porque muchos de los muradanos son personas mayores que a menudo no tienen coches. Desde este verano ya no les queda otra que conducir, buscar quien los lleve o pagar un taxi hasta Viveiro, a más de media hora por las peligrosas curvas del puerto de A Gañidoira.
La otra alternativa para ellos sería, en teoría, la banca electrónica. En teoría, dada la edad de la población rural y la pobre conexión de Internet que soportan.
Para más inri, a la vez que cierra oficinas gallegas ABANCA ha invertido en la compra de negocios bancarios fuera de Galicia, donde dice ser depositaria del 45% de todos los ahorros gallegos.
Así, en 2017 compró Popular Servicios Financiarios, en 2019 la filial portuguesa de Deustche Bank, el Banco Caixa Geral en España en 2020 y espera integrar el vasco Bankoa a finales de año y Novo Banco Spain en 2021.
Así figura en la presentación de esta semana por el lanzamiento de sus primeros "bonos verdes". Presentación en la que ABANCA presume de "aportar apoyo a la gente golpeada en las comunidades donde vivimos y trabajamos" durante la presente crisis del Covid-19.
Al terminar Banesco su primer ejercicio al frente del negocio, NCG Banco tenía 592 oficinas. ABANCA declara en las cuentas de 2020 462 sucursales en Galicia, 130 menos.
SALVAR LAS CAIXAS COSTÓ CASI 13.000 MILLONES
El negocio ha cerrado pues más del 20% de las sucursales desde que Banesco compró los restos de las caixas, después de que se salvaran con una enorme inversión pública.
El Tribunal de Cuentas estimó en 12.279 millones los recursos públicos comprometidos en el rescate de Novagalicia: 10.800 millones para el FROB y otros 1.400 millones que puso el conjunto del sistema (Fondo de Garantía de Depósitos).
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acompañado de la conselleira de Hacienda, Elena Muñoz,en una reunión con el presidente de Banesco y por entonces vicepresidente del Banco Etcheverría, Juan Carlos Escotet, y con el conselleiro delegado de Banco Etcheverría,Francisco Botas a finales de 2013 cuando compró Novagalicia Banco, en un foto de la Xunta
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