Ambulancias Casablanca salva la huelga, pero no la crisis: "Hay que cumplir un convenio nuevo con contratos viejos"
La firma, parte de la UTE con el contrato del servicio no urgente del área de Santiago - O Barbanza, evitó los paros anunciados por la CIG, pero sigue arrastrando algunos apuros como el resto de empresas del sector. Ignacio Pavón, responsable de Transportes de la CIG, explica a Galiciapress los pormenores de un acuerdo en el que las hora extra y los casos de enchufismo han tenido mucho que ver en un sector en el que los contratos públicos están "infradotados".
Salvados por la campana, pero salvados, que es lo que cuenta. Esta semana que termina fue frenética en Ambulancias Casablanca, donde había anunciadas movilizaciones para el pasado jueves y una jornada de huelga para la próxima semana, con la amenaza de hacerla indefinida y extensible a todos los operarios del servicio no urgente del área de Santiago - O Barbanza, donde una UTE de esta firma con Ambulancias del Cantábrico tienen la concesión. No fue una negociación sencilla, hizo falta la presencia de las dos empresas para llegar a un acuerdo, pero finalmente, el enésimo conflicto en el sector de las ambulancias se resuelve y destapa, de nuevo, la situación crítica de este sector, envuelto en polémicas permanentes desde hace meses.
HORAS EXTRA, ENCHUFES...
Parece, como evidencian estas situaciones, que no se debe a crisis puntuales de una u otra compañía. Ambulancias Casablanca, Ambulancias do Atlántico, Ambulancias do Salnés...por un motivo u otro, la huelga ha sobrevolado en mayor o menor medida a estas empresas que prestan servicios esenciales para la ciudadanía. El preacuerdo en la empresa que da servicios en el área sanitaria capitalina evita el paro, pero desnuda la situación en la empresa: horas extra que no se abonan, despidos, trabajadores lavando los uniformes en sus propias casas... Tras meses de incumplimientos, como aseguraba el responsable de Transportes de la CIG, Ignacio Pavón, el acuerdo solo fue posible con la presencia de las dos empresa de la UTE.
"Esta vez está firmado. En otras ocasiones, incluso con documentos firmados o compromisos en firme, Ambulancias Casablanca o no cumplía o lo hacía arrastrando los pies. Ahora estaba toda la UTE, que coincide además con el presidente de la patronal, que es quien negocia el convenio", festejan desde la CIG sobre un acuerdo que permitió desconvocar las movilizaciones anunciadas.
Con este texto, Pavón interpreta que habrá "mucha más seriedad para cumplir los acuerdos", que quedan vinculados a que "la propia UTE reciba la información". Esto es en referencia a uno de los puntos clave del acuerdo, como es el cobro de las horas extra, que ahora contabilizará la UTE y no Ambulancias Casablanca, lo que da ciertas "garantías" para su cumplimiento.
Ese registro de horas extraordinarias cambia la forma en la que se venía operando hasta ahora, ya que eran los propios trabajadores los que contaban sus horas extras y le decían a la empresa cuánto se les adeudaba. Sin embargo, denuncias de algunos empleados destaparon diferencias de trato entre trabajadores veteranos y los recién llegados a la hora de cobrar las horas extraordinarias. "Esto ya no será así. Al gestionarlo la UTE quedarán registradas y controladas para que sean abonadas con independencia de la antigüedad del operario", afirma Pavón.
Tal vez el punto más preocupante de la denuncia que hizo en su día la CIG tenga que ver con un cierto nivel de "enchufismo" en la empresa, ya que en lo relativo a la contratación sostienen que, en los momentos en los que salía una plaza fija, se metió a "familiares" sin respetar el orden y sin la titulación correspondiente.
Aquí hay, según Pavón, una irregularidad en el procedimiento, ya que se contrató a personal que todavía no contaba con la titulación. "Para obtener el título hay que realizar unas prácticas, pero en este caso estaba falsificada", critican desde el sindicato. La empresa, junto con el centro formativo, falseó un documento en el que acreditaba la realización de esas prácticas que nunca se realizaron.
"Ahora se restituye la orden original y se incorpora a los dos trabajadores despedidos. A partir de ahora, en lo relativo a la formación, cada trabajador que haga de formador debe acreditar que se formó al nuevo, ya no queda solo en manos de la empresa, evitando un fraude como este", explica Pavón, que considera que, de esta forma, se respetará el orden de contratación vulnerado porque "las normas son para todos".
"Es grave. Lo denunciamos y señalamos también al centro formativo, que es más grave si cabe, porque dan el título profesional a alguien a sabiendas de que no dispone de la formación práctica cuando se la exigen al resto de alumnos", censura.
"LOS CONTRATOS ESTÁN INFRADOTADOS; LA XUNTA LO SABE"
Estos son solo ejemplos de los episodios que han llevado a Ambulancias Casablanca al borde de la huelga, pero detrás de todo esto hay una crisis que está provocando que los contratos públicos se queden desiertos y que todos se vean apurados hasta cierto punto para cumplir con los contratos.
"Están infradotados. Es una situación que llevamos denunciando muchos, muchos años", lamenta Pavón, al tiempo que puntualiza que en el contexto actual la situación si cabe es más urgente porque "la entrada en vigor de los nuevos contratos tienen que ver con la aplicación del nuevo colectivo", lo que lleva a las empresas a tener que hacer frente al nuevo convenio "con el dinero del anterior contrato".
"Nos preocupa que pueda derivar en problemas laborales, porque las empresas pueden dejar de pagar las nóminas. Pasó en Lugo, pasó en Vigo, pasó en Pontevedra... O empiezan a crearse problemas laborales donde antes no los había. La administración tiene responsabilidades en toda esta situación porque son perfectamente conscientes del convenio que se firmó y los márgenes en los que se podía mover la patronal se los fijó la propia administración, la Consellería tuvo una implicación muy clara en eso", relata Pavón.
Ahora es turno de la Xunta para que "los contratos funcionen cuanto antes" y "exista una dotación suficiente" para que puedan "respetarse todas las condiciones laborales y un servicio público que no se vea resentido por la falta de medios económicos". No obstante, esto no corrige el camino tortuoso que han tenido que andar en el sector, donde "la Xunta era perfectamente consciente de que no se cumplía el convenio y que no había el personal suficiente para prestar el servicio como correspondía".
Desde la CIG manifiestan, en cualquier caso, que estarán "vigilantes" para que se cumpla lo pactado, algo que solo podrán saber a principios de julio, cuando se abonen las horas extras y puedan verificar su cumplimiento.
No obstante, la mayoría de acuerdos tienen una aplicación "inmediata": "La bolsa de contratación quedó firmada con nombre y apellidos, las dos personas que no tenían contrato indefinido y jornada completa pasarán a un nuevo contrato en unas condiciones que ya figuran en el cuadrante, y cada vez que exista una vacante en el cuadro serán contratados en puestos juicios en orden de antigüedad de la lista", detallan.
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