La comunidad educativa censura a la Xunta por mantener las clases durante Kirk: "¿Y si el muro cayese sobre un alumno?"

Los medios de comunicación estuvimos días anunciando que la borrasca Kirk no era un temporal más. Con un seguimiento diario, prácticamente al minuto, las informaciones permitían predecir las dimensiones y la ferocidad de los vientos huracanados que iban a azotar a la comunidad. En la tarde de ayer los avisos en la costa alcanzaron el nivel rojo, pero eso no motivó a la Xunta para declarar la suspensión de las clases durante la jornada de este miércoles. En su lugar, la Consellería de Educación dejó en manos de los equipos directivos de los centros educativos la decisión de cerrar o no los centros. Árboles en las carreteras, inundaciones y muros que se cayeron por la fuerza del viento, como el del IES de Porto do Son, son una muestra del parte de incidencias mientras dentro de la comunidad educativa se preguntan cómo no se tomó la decisión de cancelar las clases.

Desde el sindicato Sindicato de Traballadoras e Traballadores do Ensino de Galiza (STEG) recopilaron todas las incidencias y quejas a lo largo de la mañana del miércoles, mientras docentes de todos los rincones de la comunidad informaban de la situación en las aulas en un día de lluvia y viento. "Comenzamos a recibir llamadas indicándonos que la situación en algunos sitios se iba de las manos desde primer hora", detallan desde STEG. 

DESDE PORTO DO SON HASTA O COUREL

Los muros que se vinieron abajo en el IES de Porto do Son, el tejado que salió volando en el conservatorio de música de Santiago de Compostela, el instituto de Outes completamente inundado o las goteras que se registraron en decenas de centros son solo algunas de las muchas incidencias de esta jornada. "Nos desplazamos hasta el conservatorio y la escena era impresionante. Fue la propia policía la dio orden de cerrar el recinto, no la Xunta", critican desde el sindicato. 

Desde el sindicato se muestran sorprendidos de que la Xunta pasase la pelota a los equipos directivos de los centros educativos y "se lavase de nuevo las manos" con la única limitación de prohibir las actividad es al aire libre. "¿Y si el muro de Porto do Son llega a caer sobre los alumnos que iban a pasar por allí horas después? ¿De quién sería la responsabilidad si llega a pasar algo grave en los centros? ¿Quién se lo tendría que decir a los padres?", cuestionan desde STEG, que lamentan que se haya puesto en riesgo "a alumnos y profesores". 

"Entendemos que lo que tendrían que haber hecho es cancelar las clases en las zonas donde se preveía una mayor afectación. Pero tienen que dar alternativas en estas situaciones, con unos servicios mínimos para aquellos padres que no pueden dejar solos a sus hijos en casa. Pero por encima de todo tiene que estar la seguridad, tanto de los estudiantes como de los trabajadores del servicio público en una actitud negligente e irresponsable que tiene como responsables últimos en esa cadena de mando al presidente de la Xunta Alfonso Rueda y al conselleiro de Educación Román Rodríguez", apostillan desde STEG.

Sucesos como Kirk serán cada vez más habituales, vaticinan los expertos, por lo que la comunidad educativa insta a la Xunta a mejorar el protocolo para el futuro. "La Consellería debe poner en marcha todos los mecanismos a su disposición ante las distintas emergencias climáticas. Esto no fue algo imprevisto, sino que se venía hablando durante días y sabemos que este otoño puede venir cargado de fenómenos meteorológicos de este tipo. No podemos tener a 300 o 400 alumnos pasando por donde hay cascotes, ramas y tejas", avanzan.

La de STEG no ha sido en todo caso la única crítica de esta jornada. Asociaciones de vecino y Anpas también han denunciado a lo largo del día la falta de mantenimiento de centros escolares, carreteras y jardines. Un ejemplo lo encontramos en el CEIP Rosalía de Castro de A Coruña, donde se desprendieron planchas de metacrilato. Desde ANPA aseguran que no es un suceso "puntual ni nuevo", ya que responde a "defectos estructurales que se llevan años denunciando ante la respuesta, nula o incompleta, de las administraciones responsables".
 

En Folgoso do Courel detallan las "circunstancias extremas" que se han vivido en la localidad lucense, donde las clases tuvieron que ser suspendidas "tras la oposición de las familias a que sus hijos circulen por el desvío profesional habilitado por la Xunta".

"Las intensas lluvias que afectan a nuestro ayuntamiento están incrementando la peligrosidad del vergonzoso desvío habilitado entre Seoane y el colegio, que ya presentaba graves problemas de seguridad en días normales", insisten los afectados, que decidieron "no arriesgarse y dejar a los menores en casa para evitar el recorrido" en un día en el que el trayecto era "especialmente resbaladizo y peligroso".

"Es totalmente inaceptable que seamos las familias las que tengamos que optar por estas medidas de precaución ante la falta de actuación de las autoridades competentes", defienden, recordando que en Educación son "plenamente conscientes" de la situación y reclaman "una solución urgente, sobre todo teniendo en cuenta que la promesa de abrir el tráfico de nuevo en la LU-651 a partir del viernes 11 de octubre no se va a cumplir".
 

CRÍTICA DEL PSOE

También en el PSdeG han llamado la atención de la Xunta, siendo el secretario xeral del PSOE en la provincia de Pontevedra, David Regades, el que ha dado un toque al Gobierno de Galicia por la "falta de previsión y de gestión de la Xunta de Galicia que, a pesar de las serias advertencias sobre la violencia de la borrasca Kirk, fue incapaz de tomar correcta y suspender las clases en los centros escolares de la comunidad".

En esa línea, calificó como "un auténtico peligro" la llegada de muchos escolares a las aulas en un día donde los embotellamientos se repitieron en las grandes ciudades por las ramas en la vía o las balsas de agua y con autobuses escolares que no pudieron llegar a las paradas. Por esto, incide en que la decisión fue una "total irresponsabilidad" y una "temeridad" por la "falta de reflejos" de la Xunta, que "no dio explicaciones a las familias".

"Es inconcebible, tenemos alerta roja en todo el litoral de las Rías Baixas, casi 300 incidencias y hasta tres colegios del Salnés tuvieron que suspender las clases de forma unilateral ante el peligro existente".

RESPUESTA DE LA XUNTA

Por su parte, la Consellería de Educación resuelve que este tipo de situaciones están "absolutamente protocolarizadas" según "el nivel de alerta". Román Rodríguez insiste en que los planes de seguridad son "conocidos" y que la decisión en esta ocasión, ante las alertas naranjas, fue suspender las actividades al aire libre como corresponde. 

En todo caso, el conselleiro admitió que la decisión de suspender o no las clases si fuese necesario era de los centros, ya que el protocolo "autoriza a los directores, si hay algún caso concreto, en su centro" a cancelar la jornada lectiva. "Es algo absolutamente protocolizado que está en los planes de seguridad, es seguir el procedimiento que hay que seguir", insiste, subrayando que, salvo en tres centros, la mayoría han sido "cuestiones menores".