El CIS suele infraestimar a PP y BNG y sobreestimar a PSOE en sus encuestas para Galicia

La campaña electoral en Galicia está marcada en buena parte por las encuestas del CIS.  Los sondeos del instituto público y el último tracking de Nós Diario- cabecera de línea editorial nacionalista-  son los únicos que han abierto la puerta a un cambio de gobierno en la Xunta. Una pequeña minoría entre las decenas de encuestas publicadas en lo que llevamos de año, como se puede apreciar en el resumen de encuestas que regularmente publica Galiciapress.

Las fuerzas de la oposición y en particular el Bloque Nacionalista Galego insisten en que los sondeos están amedrantando a los conservadores.  Ellos responden restando crédito al CIS. Por ejemplo, tras el sondeo de esta semana, el PPdeG publicó en redes un infográfico sobre el error del CIS en las pasadas elecciones autonómicas de 2023.

Lo cierto es que últimamente se percibe a un PP más agresivo. Sobre todo, desenterrando argumentos contra el BNG, a quien acusa de querer imponer el gallego y buscar la inestabilidad al defender la independencia.

Así las cosas, ¿qué grado de fiabilidad tienen las encuestas del CIS en Galicia?  En esta información, analizamos el margen de error de los sondeos del organismo estatal en lo referido a los tres últimos comicios celebrados en la autonomía. 

En las pasadas elecciones gallegas de 2020, el CIS publicó dos sondeos, pero solo en uno hizo una estimación de reparto de diputados. Fue en julio, justo antes de las votaciones, cuando estimó una horquilla de 40-42 diputados para el PPdeG. Sacó 42.

Por lo tanto, el CIS no falló entonces en su estimación del resultado conservador. Sí falló, groseramente además, en su estimación de los apoyos del PSOE, BNG y rupturistas. A los socialistas los colocó de segundo con 17 y se quedaron 13. Es decir, la administración estatal, que por entonces ya gobernaba el PSOE, sobrestimó el resultado del PSdeG. 

Por el contrario, el CIS minusvaloró al Bloque, dio a los de Ana Pontón 13 y consiguieron 19. Como muchos otros, el ente público no logró vislumbrar el grado de debacle de Galicia en Común, que pasó de segunda fuerza a desaparecer. El CIS le había dado 8 diputados.

En las penúltimas elecciones gallegas, en 2016, el CIS pronosticó que el PP sacaría 40 o 41 escaños. Consiguió 41. También entonces el CIS acertó en su estimación de los conservadores. Hay que tener en cuenta que en España en 2016 gobernaba el PP de Mariano Rajoy.

Del mismo modo, también entonces falló notablemente con las fuerzas de izquierdas y nacionalistas. Al Bloque sólo le concedió dos y a los soberanistas les fue mal entonces, pero no tanto, sacaron 6. Crisis que se explica en parte por los 14 de En Marea, cuando el CIS le dio 16. Al PSOE le estimó 14 y consiguió 16.

En las antepenultimas elecciones, en 2012, el CIS sí minusvaloró al PP, pero no mucho. Les estimó 38 y los de Alberto Nuñez Feijóo sacaron 41. Gobernaba España por entonces también el PP, así que esta minusvaloración no se puede achacar a un sesgo político.

Fue en la izquierda donde, otra vez, se perciben fallos de calado. Así, los debutantes de AGE (la coalición que idearon Xosé Manuel Beiras y Yolanda Díaz) sacaron 9 representantes cuando el CIS solo les concedía 1. Por el contrario, sobreestimó bastante el BNG (sacaron 7 y le habían estimado 13) y al PSOE (18 frente a 24).

En definitiva, con estos números sobre la mesa se puede concluir que el CIS, históricamente, en Galicia:

• subestima un poco al PPdeG de manera regular
• no acierta con el BNG, unas veces a favor y otras en contra 
• sobrestima de manera significativa al PSOE
• no suele acertar con la izquierda rupturista, y por bastante, unas veces a favor y otras en contra.

¿Hay una cocina del CIS en contra del Partido Popular de Galicia?

Otra conclusión es que la culpa de estas desviaciones no parece ser obra ninguna mano negra. El CIS ha subestimado un poco al PPdeG tanto bajo gobiernos socialistas como bajo gobiernos conservadores. Es decir, se puede aventurar que una parte de los votantes conservadores gallegos no le gusta revelar el sentido de su voto al CIS. Una parte tan significativa que, aunque los técnicos del CIS hayan identificado esta tendencia, siempre subestiman al PP.
 

Así, las cosas ¿hay partido en estas elecciones gallegas?, ¿tienen base argumental los que alegan que el PP saca el tema de la imposición del gallego porque percibe que puede perder la mayoría?

La encuesta del CIS para estos comicios da al PPdeG un abanico entre 34 y 38. La media es 36. En las últimas tres elecciones, el CIS le ha dado, de media, 1,7 diputados de menos. 

36 (media de la última horquilla del CIS para el PPdeG) más 1,7 (desviación promedio del CIS para el PP) es igual a 37,7. La mayoría absoluta está en 38. 

La conclusión final es que, aunque las encuestas son estimaciones, hay base estadística para afirmar que en esta ocasión el partido está más abierto que en las últimas tres elecciones al Parlamento de Galicia.