El Sindicato Labrego Galego presenta un nuevo colectivo para la defensa del sistema público de dependencia

Herbiberto fue uno de los muchos nombres que en los últimos años acudieron a la Xunta para buscar ayudas para la dependencia y hacer su vida, rozando ya los 100 años, un poco más sencilla. Él y su mujer son ejemplo de los retrasos que han recopilado en el Sindicato Labrego Galego (SLG) de ciudadanos que no perciben ni valoraciones ni ayudas a la dependencia y que en casos como el de Heriberto fallecen sin haber recibido respuesta a sus solicitudes. 

UN PROBLEMA AL ALZA

En este contexto, y conscientes de que este será un problema que se agravará en los próximos años en una comunidad donde el saldo vegetativo evidencia una tendencia preocupante en una sociedad cada vez más envejecida, desde el SLG han tomado cartas en el asunto junto a otras organizaciones para poner en marcha la Asociación Galega na Defensa do Sistema Público de Dependencia e Discapacidade (ASGADeD).

Su puesta de largo tendrá lugar mañana, a partir de las 11:30 horas en la Libraría Couceiro de Santiago de Compostela, donde intervendrán el médico jubilado Francisco Vázquez y Margarida Prieto, una de las muchas personas que hoy asume los cuidados de sus familiares dependientes ante la imposibilidad de poder delegar la asistencia en otra persona. Prieto será la representación de esas miles de familias que se encuentran en una situación de desamparo como la suya. 

En este colectivo se dan cita "personas de diversos contextos sociales y profesionales, preocupadas por la situación actual de los servicios públicos de dependencia en Galicia". Así, critican la apuesta de la Xunta por los sistemas "low cost" en el ámbito de los cuidados del Sistema Público Galego de Dependencia. 

Un ejemplo claro lo tenemos en Ourense, con las movilizaciones protagonizadas por la plataforma ProCAPD de la ciudad termal, donde la apertura de un nuevo centro para la atención a personas con discapacidad, pese a ser público, tendrá su gestión en manos de empresas privadas, como propone el Gobierno de Galicia.