El Chelsea, con overbooking de jugadores, quiere fichar a Yeremay y llevárselo del Deportivo de La Coruña

Según los expertos, este será un verano muy movido en toda Europa. Se viene barruntando de un tiempo a esta parte que el mercado estival será uno de los más atractivos de los últimos años, ya sea por las necesidades de muchos equipos, por el relevo generacional que se viene o por la situación contractual de muchas estrellas que terminan contrato o que está muy próximos a hacerlo. Por eso, este enero hay muchos clubes que sondean con atención el mercado en busca de gangas y oportunidades únicas que puedan realizar ya sin esperar a junio, momento en el que, tal vez, se encarezcan muchas operaciones. Y si alguien sabe de fichar, mucho y bien -aparentemente-, ese es el Chelsea, que ha posado sus ojos sobre el joven Yeremay Hernández, del Deportivo de La Coruña.

AJUSTADO AL ESTILO CHELSEA

El Chelsea ha sido uno de los grandes agitadores del mercado en los últimos años. Desde la Champions conquistada en 2021 y tras la salida de Román Abramovich del club, los dispendios han acompañado a la gestión de Todd Boehly. Moises Caicedo por 130 millones, Enzo Fernández por 120, Mudryk por 100...son muchos los futbolistas que han llegado a Stanford Bridge por precios desorbitados. A este listado podemos incorporar a Madueke, Pedro Neto, Fofana, Nico Jackson, Malo Gusto, Sancho o Palmer, futbolistas que no superan los 24 años. 

Ese gusto por las grandes promesas ha marcado la hoja de ruta de los blues, que también han mirado a España, contratando al cancerbero Robert Sánchez, al lateral y ahora campeón de la Eurocopa Marc Cucurella o a un diamante en bruto de las inferiores de La Roja como Marc Guiu. La fórmula del ex del Barça es la que esperan aplicar y repetir este mes de enero, con el fichaje de Yeremay Hernández, que muchos diarios británicos dan prácticamente por hecho.

Yeremay llegaría a Londres pero sería solo una escala. Su destino sería, si nada se tuerce, el Estrasburgo de la Ligue 1, un equipo satélite del conjunto inglés que ya tiene entre sus filas a Adrey Santos, Wiley o Petrović, futbolistas que no tienen sitio en una escuadra que tiene una docena de futbolistas cedidos por todo el Viejo Continente, con nombres destacados como Kepa Arrizabalaga, Armando Broja o Raheem Sterling.

Y es que en el Chelsea de Enzo Maresca existe un verdadero overbooking. Solo el verano pasado fueron una docena de presentaciones de futbolistas nuevos que llegaron a la ciudad del Támesis, mientras que los de azul firmaron casi 30 operaciones entre futbolistas vendidos, cedidos o a los que se les concedió la carta de libertad. Ahora, la sanción a Murdyk -el ucraniano está apartado tras dar positivo en un control- obliga a 'The Pride of London' a buscar refuerzos.

Pese a todo, miran al futuro y en ese otear del horizonte se han fijado en el talento del canario que deslumbra en Riazor con sus ocho goles y tres asistencias en su debut como profesional, al que el Dépor quiere retener a toda costa y que solo dejaría ir si alguien paga los 20 millones que marca la clausula de su contrato hasta 2030, aunque las urgencias económicas de los herculinos podrían cambiar el parecer de la dirección si alguien se aproxima a esa cifra.

EL EJEMPLO DE MELLA

Con todo, y como siempre, la última palabra la tiene el futbolista, que ha crecido mucho de blanquiazul. Desde su ascenso a Segunda Yeremay se ha erigido como uno de los líderes del equipo y uno de los jugadores con más pretendientes. Otros grandes de Europa siguen su pista, pero el Chelsea parece el mejor posicionado. 

De él dependería, en último término, aceptar una oferta para saltar a la Premier League, una alternativa que su compañero David Mella desechó este verano cuando el Brighton se presentó en A Coruña con una suculenta oferta que multiplicaba sustancialmente los emolumentos que percibe en el Dépor. Con cabeza fría y amor por los colores, Mella entendió que no era momento para irse y sí apostar por hacer crecer el proyecto del Dépor, que en los últimos años ha pivotado en torno a los futbolistas de la casa y el talento nacional. Lucas Pérez, uno que salió del Dépor para probar suerte en Inglaterra, puede darle consejos sobre este paso. 

“Hay cosas que no dependen de mí, pero lo que está claro es que no voy a dejar el Depor por cualquier cosa. Si dejo el Depor será para dar un paso más en mi carrera. No sé si me voy a ir en este mercado. No sé qué va a pasar. Ojalá me pueda quedar, pero no lo sé”, dijo el protagonista de la actualidad deportivista estos días. Ahora la pelota está en el tejado del internacional sub-21, que tiene un enero lleno de decisiones.