Preocupación en las plantillas del Sabadell y el BBVA por la posibilidad de despidos y cambios
La OPA hostil lanzada desde el BBVA para tratar de adquirir a un banco que no quería vender deja a los trabajadores en una situación delicada.
Esta mañana en las bolsas de media Europa el tema era la jugada del BBVA para adquirir, por las buenas o por las malas, al Banco Sabadell. Se trata de una OPA hostil, un movimiento complejo que ha encontrado reacciones contrapuestas. Por un lado el Gobierno de España estudia los mecanismos a su alcance para tratar de evitar un movimiento que empobrecería, a priori, las opciones de los usuarios. Por otro, el BCE no ve con malos ojos esta operación, que el BBVA podría asumir por su músculo económico. Queda por saber la interpretación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que tiene que autorizar también esta estrategia, así como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Y, mientras, los que atienden con atención a todo cuanto se publica son los trabajadores de las dos entidades, especialmente los del Sabadell, la que se encuentra en una situación más comprometida.
"PREOCUPACIÓN" E "INCERTIDUMBRE"
Desde Comisiones Obreras lanzaron un aviso después de conocer la OPA hostil, reclamando "medidas antimonopolio a reguladores y supervisores" al tiempo que marcaban una línea roja: "Garantías laborales para las plantillas de ambos bancos". Desde el BBVA no esconden que, de cristalizar sus intenciones, los puestos de empleo en el banco catalán se verán sensiblemente afectados.
El sindicato subraya las "incertidumbres" existentes, mucho más que en el escenario de fusión que se planteaba en un principio -algo que lleva años sobrevolando al Sabadell- y que el banco catalán rechazó al considerar que su valor era mayor por separado. Así, CC.OO. muestra su "profunda preocupación" por lo que ven como una operación favorable a los monopolios en el sector, donde son muchas las noticias en los últimos tiempos de fusiones y concentraciones.
"Lejos de ser la última concentración del periodo anterior, puede ser la primera de una nueva etapa de concentraciones, impulsada por la exuberancia de los beneficios, que aumentaría los problemas de competencia, cohesión territorial y exclusión financiera", recelan desde el sindicato, conscientes de los beneficios mil millonarios que viene celebrando la banca en los últimos trimestres, todos ellos de auténtico récord.
"Desde el sindicato se recuerda que el proceso de reestructuración del sector tras la crisis de 2008, con un ajuste del 44% del empleo y el 61% de las oficinas, no solo ha tenido implicaciones en términos oligopolísticos y de servicio, sino graves consecuencias en las condiciones laborales de las plantillas, con un insostenible empeoramiento del clima laboral, con mucha mayor presión comercial y carga de trabajo", achacan.
MEDIDAS
Por todo esto, desde el sindicato piden medidas a fin de que "no agudicen aún más los problemas derivados de la concentración, exclusión y falta de competencia, con regulaciones que garanticen la inclusión financiera, el crédito a la economía y una mejor remuneración del ahorro". De igual forma, piden "garantías de empleo", "mecanismos de relevo generacional con salidas voluntarias", "mantener las condiciones salariales" y un "proyecto de empresa con viabilidad futura".
El sindicato incide en que estará vigilante ante cualquier novedad en torno a este caso y advierte que, de darse la adquisición, "exigiría con aún mayor firmeza que la misma se hiciese con garantías laborales concretas y pactadas por escrito, al tiempo que emplazamos a los supervisores y reguladores para que pasen de las declaraciones a los hechos, adoptando medidas antimonopolio de presente y de futuro, para que este tipo de operaciones no agudicen aún más el impacto para la sociedad, la clientela y las plantillas de los procesos de concentración, falta de competencia y empeoramiento del clima laboral".
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