Vecinos denuncian intimidación a ancianos por parte de la minera de Touro, que lo desmiente
La disputa sobre la mina de cobre de Touro-O Pino, en la provincia de A Coruña, sigue generando tensiones entre la empresa promotora, Cobre San Rafael, y gran parte de población local, apoyada, entre otros colectivos, por el Sindicato Labrego Galego (SLG). En las últimas semanas, el SLG ha denunciado una serie de comportamientos que califica de intimidatorios por parte de representantes vinculados a la empresa, mientras que Cobre San Rafael ha respondido negando cualquier mala praxis y subrayando su compromiso con la comunidad.
El Sindicato Labrego Galego ha alertado de reiterados episodios de acoso hacia los vecinos de Touro-O Pino, señalando que algunos de ellos han recibido hasta cuatro "visitas intimidatomayorias" en sus domicilios por parte de personas vinculadas a la empresa, con el objetivo de presionarlos para que vendan sus tierras. En muchos casos, estas visitas, dicen, han afectado a personas mayores o que viven solas. Además, también se han reportado llamadas telefónicas a aquellos que no residen en el municipio, en las que se les informaba, de manera incorrecta, que la mina ya había sido aprobada y que comenzaría sus operaciones tras las fiestas de Navidad.
El SLG considera estas prácticas como una forma de coacción que busca forzar la venta de tierras, utilizando la amenaza de expropiación. "La situación está generando angustia entre los vecinos y aumentando la tensión en una comunidad que ya se ha expresado claramente en contra de la mina", señaló Isabel García, portavoz de la Plataforma Veciñal Mina Touro-O Pino Non.
Por su parte, Cobre San Rafael ha negado rotundamente las acusaciones de intimidación. La empresa, en un comunicado, afirmó que ha mantenido más de cien reuniones informativas con los vecinos, quienes, según la compañía, deciden libremente si quieren participar o no. “Rechazamos cualquier tipo de acoso o presión sobre los propietarios de las tierras”, subrayó un portavoz de la empresa. Asimismo, la compañía recordó que el proyecto aún está pendiente de obtener una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y que cualquier crítica al respecto es prematura, ya que el nuevo plan no ha sido sometido a exposición pública.
Cobre San Rafael defiende la legalidad de la tramitación del proyecto por parte de la Xunta, que lo declaró como PIE debido a la inversión de más de 200 millones de euros y la promesa de crear 400 empleos en la zona. Además, el cobre es considerado un mineral estratégico por la Unión Europea, lo que refuerza, según la empresa, la importancia de este proyecto para la región.
El sindicato también criticó duramente la declaración del proyecto como Proxecto Industrial Estratéxico (PIE) por parte de la Xunta de Galicia, calificándola de un "escándalo político" y subrayando que la mina acumula sanciones y denuncias por problemas medioambientales.
¿Cómo es el Proyecto de la Mina de Touro?
El proyecto de Cobre San Rafael en la mina de Touro-O Pino tiene como objetivo reactivar una explotación de cobre a cielo abierto en una zona que fue explotada hasta la década de los 80. La empresa ha presentado un plan de modernización que incluye mejoras en los sistemas de gestión ambiental y de residuos, con el fin de minimizar los posibles impactos negativos que se reportaron en el pasado. Entre las medidas propuestas están la gestión de las aguas residuales y el control de la calidad del aire, con el objetivo de cumplir con los estándares medioambientales actuales. Es su segunda intentona. Hace unos años, la Xunta tumbó la primera por el peligro de ruptura de las balsas, lo que provocaría una catástrofe ambiental. La promotora, empresa mixta de una multinacional -Atalaya Minning- y de sus socios gallegos propietarios de la concesion -Explotaciones Gallegas de Touro-, recurrió en la justicia, pero perdió.
La mina, si se aprueba, podría convertirse en uno de los principales proyectos mineros de Galicia. La inversión prometida superaría los 200 millones de euros y generaría hasta 400 empleos directos. Los críticos con la mina dudan de estas cifras. Con todo, es evidente que habría un impacto económico significativo en la comarca, aunque también un impacto ecológico muy importante en una zona que tiene en la ganadería y en el turismo relacionado con el Camino de Santiago dos de sus motores económicos.
No obstante, el proyecto también ha generado una fuerte oposición entre los vecinos y colectivos ecologistas, que temen las consecuencias para el medio ambiente y las actividades económicas locales, como la agricultura y el turismo.
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