FeNIL, patronal de las industrias lácteas, advierte que muchas empresas lácteas de tamaño medio van camino de la desaparición si se mantienen los precios que pagan a los ganaderos y los consumidores siguen consumiendo más queso barato importado y menos producto nacional.

¿De dónde saca FeNIL estas alarmantes conclusiones? De sus propios datos, que muestran que mientras el consumo general se estanca, ganan peso las importaciones de otros países y, sobre todo. la compra de las llamadas marcas blancas.

CARESTÍA IMPULSA LAS MARCAS BLANCAS

Logicamente, el auge de las marca del distribuidor (MDD) tiene que ver con la inflación que ha golpeado el bolsillo de las familias. “El contexto inflacionario propicia que los consumidores se refugien en la marca blanca y en las importaciones de quesos bajo valor añadido”, admite Fenil.

Las marcas blancas ya dominan el mercado tanto en leche líquida, donde ronda el 60%, como el de yogures y quesos, donde roza el 70%. Así las cosas, ninguna industria de gran tamaño se puede permitir el lujo de no envasar para alguna de las grandes cadenas alimentarias. El problema surge para las industrias de tamaño medio, incapaces de satisfacer las durísimas condiciones que a menudo imponen las grandes cadenas de distribución a sus proveedores, tanto en precio como en volumen.

CONSUMIMOS MÁS QUESO FORÁNEO

El otro factor en el punto de mira de FeNIL son las importaciones. Dicen que están en el nivel más alto de la última década. Es decir, que España no produce tanta leche como consume. En concreto, son unas 890.000 toneladas provenientes del extranjero frente el medio millón, aproximadamente, de toneladas que las industrias españolas venden fuera.

Una tendencia que amenaza, sobre todo, a los productores de queso. La patronal recuerda que los fabricantes de quesos forman una extensa red de pequeñas y medianas empresas familiares, que dicen están siendo excluidas de los estantes de las grandes superficies y tienen muy complicado asomar la cabeza en los mercados internacionales. 

Los gráficos del Barómetro muestran que  las ventas de quesos tradicionales y frescos disminuyeron mientras se consume cada vez más queso rallado y fundido, proveniente en su mayoría de importación.

El precio y el volumen de leche gallega tocó techo en 2023

Son tendencias especialmente preocupantes para Galicia, el principal productor de España. Con todo, 2023 no fue un mal año para las granjas lecheras del país, que batieron récord de rentabilidad según un informe reciente de la Asociación Galega Terra e Leite, ONG participada por investigadores e industria. 

De hecho, los ingresos de los ganaderos españoles del sector lácteo por venta a las industrias crecieron casi un 20%, alcanzando una marca superior a los 1.500 millones. 

En el año 2023, en España se produjeron 7,281,862 toneladas de leche, lo que representó un aumento del 0,10% en comparación con el año 2022. En Galicia, las entregas alcanzaron las 3,001,683 toneladas en 2023, experimentando un aumento del 1,02% con respecto a 2022. Estas cifras representan el 41,22% del total de entregas a nivel estatal.

Los precios promedio de la leche en Galicia, después de una tendencia alcista en 2022, alcanzaron su valor máximo en febrero de 2023 (58,90 céntimos por litro), para luego comenzar a descender hasta agosto. A partir de este mes, los precios se estabilizaron alrededor de los 49 céntimos por litro, coincidiendo con el momento en que los precios en Europa comenzaron a aumentar, cerrando el mes de diciembre en 49,50 céntimos por litro. Uno de los problemas del sector en Galicia es que los precios en el país son inferiores a los europeos y a los españoles, en parte debido a la relativa escasez de industrias transformadoras.

En el caso de Galicia, el precio medio ponderado de la leche en el año 2023 fue de 52,54 céntimos por litro, un 16,03% superior a los 45,28 céntimos por litro de 2022. Esto resultó en ganancias para los productores gallegos por la venta de leche en 2023, ascendiendo a 1,531 millones de euros, en comparación con los 1.306 millones de euros de 2022 (un aumento de 225 millones de euros). Es decir, facturaron unos 230 millones de euros más.

Cifra que ayuda a entender por qué las protestas impulsadas por colectivos como la Plataforma 6F no están teniendo mucho impacto en Galicia . Los ganaderos gallegos sufren, como el resto de productores, el impacto del alza de precios de los insumos pero, al menos hasta 2023, fueron capaces de capear el vendaval gracias a la notable alza de lo que les pagan las industrias. Ahora bien, esto puede estar cambiando. De hecho, en los primeros meses de este año la tendencia es ligeramente a la baja, lo que empieza a soliviantar los ánimos de los productores.

Advertencia de la patronal láctea sobre los precios

Las industrias envasadoras no están contentas con los precios que pagan a los ganaderos. Así, se quejan de “que persisten en niveles más altos que en el resto de la UE” en lo que reciben las granjas por litro, algo que favorece las importaciones y perjudica la competitividad. 

Luis Calabozo, director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL), advierte que “la competitividad es un factor fundamental para no destruir tejido ganadero e industrial”. 

Calabozo argumenta que el alto precio de la leche estatal está ayudando a la entrada de “ importaciones de bajo valor añadido” mientras se acumulan stocks de queso producido con leche gallega y española, lo que a su vez acabará mermando la necesidad de las industrias de comprarle tanto líquido a las granjas.

¿Cómo logran las marcas blancas ser más baratas?

Las cadenas de supermercados logran que las marcas blancas sean más económicas principalmente a través de estrategias de control de costos y eficiencia en la cadena de suministro. Estas marcas, también conocidas como productos de marca propia, se caracterizan por no llevar el nombre de un fabricante reconocido, permitiendo a los supermercados tener un mayor control sobre su producción y comercialización.

En primer lugar, las cadenas negocian directamente con los fabricantes o productores para obtener precios más bajos por la fabricación de productos bajo su propia marca. Esto implica acuerdos a gran escala y la posibilidad de adaptar las especificaciones del producto para optimizar costos.

Además, las marcas blancas suelen simplificar el envasado y el marketing, reduciendo gastos relacionados con la publicidad y el diseño de envases llamativos. Al centrarse en la funcionalidad y presentación básica, las marcas blancas ahorran en costos de branding y promoción.

Otro aspecto crucial es la optimización de la cadena de suministro. Las cadenas de supermercados buscan eficiencias logísticas, almacenamiento y distribución, reduciendo los costos asociados con el transporte y la gestión de inventarios. Además, al eliminar intermediarios, pueden obtener mejores precios directamente de los fabricantes.

¿Cuántos lácteos diarios debe consumir un adulto?

La cantidad recomendada de productos lácteos para un adulto varía según las pautas nutricionales y la salud individual. En general, se aconseja que los adultos consuman entre dos y tres porciones de productos lácteos al día. Una porción típica puede incluir un vaso de leche, un yogur o una porción de queso. Estos alimentos son ricos en calcio, vitamina D, proteínas y otros nutrientes esenciales que contribuyen al mantenimiento de huesos fuertes, la salud ósea y el buen funcionamiento del sistema inmunológico.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las necesidades nutricionales pueden variar según la edad, el sexo, el nivel de actividad física y otros factores individuales. Aquellos que son intolerantes a la lactosa o tienen alergias a productos lácteos pueden optar por alternativas como leches vegetales fortificadas o suplementos de calcio y vitamina D para satisfacer sus requerimientos nutricionales.

Es fundamental equilibrar la ingesta de lácteos con una dieta variada y equilibrada que incluya otros grupos alimenticios, como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, para garantizar una nutrición completa y mantener un estilo de vida saludable.