¿Un caso más de racismo en el fútbol o un pique que se maliterpretó? La Justicia entra en el polémico Sancovade - Castro
Un juzgado de Vilalba se encargará de dirimir si hubo realmente un insulto racista en el partido que enfrentó a los dos equipos lucenses y que terminó con los locales abandonando el terreno de juego.
Una de las muchas reglas no escritas del balompié es que, en la cancha, nunca se puede dudar de la honestidad de un futbolista. Lo sabía el Chacho Coudet, extécnico del Celta, cuando una vez, en un partido en Argentina, los aficionados increpaban e insultaban a sus jugadores. “Cornudos puede ser, pero pecho frío no”, replicaba el técnico. Lejos del fútbol de élite, la honestidad de otro futbolista, un veteterano del CD Castro, tiene que defenderse en los juzgados acusado de racismo, después de haber llamado, presuntamente “negro de mierda sin papeles” a un contrario.
El denunciado defiende su inocencia y niega los hechos, como también lo hace su propio club, que se reserva la posibilidad de adoptar medidas “si se prueban los hechos denunciados”. El futbolista de la liga de veteranos admite que puede ser un jugador duro, pero no un racista.
El agraviado es Jorge Silva, portugués de 38 años e integrante de la Asociación Deportiva de Veteranos Sancovade, que presentó ante el Juzgado de Instrucción Número 1 de Vilalba la denuncia contra su adversario, un extremo al que no hubiera llegado, declaró, si el futbolista del Castro “se hubiese disculpado”.
¿DELITO DE ODIO O LANCE DEL JUEGO?
La Justicia deberá aclarar si se trata de un delito de odio y un caso más de racismo en los campos de fútbol de nuestro país o si, por el contrario, y como defiende el investigado, fue un lance del juego que se pudo malinterpretar. En declaraciones para La Voz de Galicia, el denunciado se define como “un defensa de los malos” y “leñero”, al tiempo que reconoce que en el primer tiempo cayó “alguna patada”. Fue una disputa de balón en la que, según relata, Silva deja el pie, lo que provoca el enfrentamiento.
Tras una discusión verbal, y siempre según la versión del denunciado, un compañero de Silva es el que asegura que ha proferido insultos racistas, desatando una tangana. A renglón seguido, acusa a los compañeros de Silva de inventar el insulto, que a su vez provocó que el Sancobade abandonase el terreno de juego aunque ganaban 2-0 y quedaba cerca de un cuarto de hora por disputar.
Por ese gesto, la RFGF penalizó a los locales con la pérdida de tres puntos y dándole por perdido ese encuentro en el que dominaban el marcador, además de una multa económica. Donde no entra la Federación gallega es en el presunto insulto, que no sale reflejado en el acta arbitral por estar el colegiado “lejos de la acción” en el momento de los hechos.
El Sancobade valora abandonar la competición si la Federación no toma cartas en el asunto. “Un episodio de racismo y odio no se puede pasar por alto y es algo que no van con los valores, ni con nuestro club ni del fútbol”, censuran.
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