¿Es ético criar pulpo? La revolución de ​Nueva Pescanova en peligro ante el éxito de ‘Lo que el pulpo me enseñó’

La firma de raíz gallega ultima la apertura del primer criadero de pulpos del mundo, algo que podría revolucionar el sector de la acuicultura, con un importante impacto también en la pesca de bajura de Galicia.

Científicos y ecologistas se oponen a la apertura de este complejo por los estudios que avalan que los cefalópodos son una especie inteligente, sensible y que no puede ser criada en cautividad. La simpatía por los pulpos se ha disparado, además, tras el éxito del documental de Netflix ‘Lo que el pulpo me enseñó’ , que ganó el Óscar.

Pulpo | Foto: EP

Esta semana salieron los nominados en los premios Óscar. El próximo 27 de marzo los ganadores de la estatuilla al Mejor Largometraje Documental recibirán el premio de manos de…un pulpo. ‘Lo que el pulpo me enseñó’ fue el último documental que se coronó en la última edición de los premios de la academia y descubrió a muchos la complejidad de esta especie, con una inteligencia superior a la de otros animales según los últimos estudios científicos. Sin embargo, además de ser objeto de estudio, el pulpo es todo un manjar, estandarte de la gastronomía gallega. Desde Nueva Pescanova están en la recta final de la apertura del primer criadero de pulpos industrial del mundo, una inversión que puede ser revolucionaria pero a la que se oponen ecologistas y miembros de la comunidad científica.

UN PROYECTO PIONERO

Pese a su matriz gallega y que el I+D+i se hizo en el IEO de Vigo, Pescanova proyecta abrirla en las Islas Canarias. La empresa de Redondela busca aprovecharse de la alta demanda del pulpo, cuyos precio no ha dejado de escalar en los últimos años, en gran medida por la sobrepesca de la especie en aguas gallegas, que ha reducido las capturas. Pese a que el de ría es el más perseguido, es un secreto a voces que la mayoría de los cefalópodos cocinados en el país provienen de Marruecos o Mauritania tras la casi total esquilmación del gallego. Los africanos son considerados de peor calidad porque a pesar de ser la misma especie por el hecho del tiempo que pasa entre la captura y el consumo.

La cría en entornos controlados de la especie sería un método más efectivo para el mercado que la explotación de los caladeros. Pescanova pretende invertir cerca de 50 millones para la apertura de esta instalación pionera, en la que apuestan por la sostenibilidad para garantizar la oferta del producto.

Las cifras de Pescanova incluyen la creación de 300 empleos y la producción de 3.000 toneladas de pulpo a partir del próximo año. Pero, primero, deberá contar con el visto bueno del Gobierno insular, que por ahora se encuentra evaluando la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto, con unas dimensiones de 52.000 metros cuadrados.

ANIMALES SENSIBLES, FRÁGILES Y CON PERSONALIDAD

Con o sin permiso, lo que se ha encontrado Pescanova es con la oposición de los grupos animalistas. Pacma ya ha celebrado manifestaciones en Las Palmas como protesta contra el proyecto, al tiempo que ponen el foco en un debate de actualidad como el de las macrogranjas, ahora trasladado al mar con la posible apertura de este criadero. Un dilema tanto ético, por la capacidad emocional del pulpo, como medioambiental, por el temor a que este tipo de negocios proliferen en las costas.

Por su parte, los científicos insisten en que, por sus particularidades, los pulpos no son una especie que pueda adaptarse a las condiciones de una granja. Se trata de animales solitarios, frágiles, con personalidades variadas y definidas, que precisan de estímulos en su entorno, por lo que la vida en un tanque de agua los dejaría en un ambiente hostil y estresante, factores que sin duda repercutirían tanto en su salud como en su calidad.

De hecho, no fue hasta hace un par de años atrás cuando se logró criar en cautividad a un pulpo gracias a las investigaciones del Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Vigo y Canarias. El delicado ciclo de vida de los pulpos, sobre todo en edades tempranas, fue una de las principales barreras de un proceso de I+D+i que duró décadas.

Ahora Pescanova busca aprovechar esa patente conseguida a finales de 2018. Animalistas y algunos científicos  reclaman al Gobierno de España que interceda para evitar que Canarias apruebe esta nueva forma de acuicultura, al menos mientras no existan más investigaciones que puedan precisar más el método con el que garantizar el bienestar de los pulpos y que reduzcan su sufrimiento a la hora de ser sacrificados.