Los dos atacantes apenas han contado con minutos de calidad este curso.
Aunque llegó a Balaídos como el fichaje estrella del verano, el costamarfileño podría decir adiós este verano.
El internacional con Costa de Marfil, por el que suspiran muchos grandes de Europa, es un viejo anhelo de Luis Campos y supondría un gran salto de calidad para el Celta.