La moratoria a negocios turísticos en Santiago ataca la “riqueza cultural”, dice el PP, y el BNG la defiende
La nueva norma permitirá que se abran comercios de proximidad no pensados para turistas, explica el concejal de Urbanismo, mientras que el líder de la oposición argumenta que las "prohibiciones" no son últiles.
El PP de Santiago pide prudencia hasta conocer los detalles de la norma que paralizará licencias para negocios para turistas en la zona vieja durante un año. Ahora bien, en principio no la ve con buenos ojos porque “no creemos en las prohibiciones para resucitar nuestro casco histórico”.
Son palabras de Borja Verea, líder conservador popular, que argumenta que la medida disminuye y ataca “nuestra riqueza cultural de Compostela porque no solo prohiben lo que haya hoy si no que nos están prohibiendo disfrutar en el futuro de nuevas heladerías, cafeterías, restaurantes o tiendas de ropa en el casco histórico”.
La línea argumental de Verea se parece a la mostrada hace unos días por el líder del PP Alfonso Rueda cuando, preguntado por la tasa turística que quiere implantar el Ayuntamiento, alertó que estas medidas favorecen la turismofobia.
Berea pone el foco en la letra pequeña de la futura norma. Se pregunta cómo hará el Ayuntamiento para distinguir si un negocio es para compostelanos o sobre todo para turistas. Además, indica que medidas similares ya se intentaron en otras urbes y fracasaron porque “prohibir es muy fácil pero el problema es vigilar y controlar”.
EXPLICACIÓN DEL AYUNTAMIENTO
Por su parte, el Gobierno de Santiago defendió hoy la medida anunciada ayer. El concejal de Urbanismo de Santiago de Compostela ha explicado que se trata de "garantizar la diversidad de usos" en una zona antigua donde los negocios para turistas ya son mayoría.
Por ejemplo, Iago Lestegás ha señalado que en calles próximas a la Catedral "entre un 30 y un 60 por ciento de los locales" están ocupados por tiendas con actividad de tiendas de recuerdos.
¿Qué negocios estarán afectados por la moratoria? Aquiles que "no atienden directamente a las necesidades de la población residente", señala el político nacionalista.
“Sí que se podrán seguir abriendo comercios de proximidad, que proporcionen bienes y servicios esenciales para la población residente, para los vecinos, como tiendas de alimentación, zapatería, tiendas de ropa, una panadería, una carnicería…”, insiste.
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