La minera de Touro, Atalaya, cambia su cúpula y presume de avances en la descontaminación de aguas

Sobre el plan para reabrir la mina de Touro, cuyo primer proyecto tumbó en la Xunta y está en los juzgados, la compañía indica que sigue comprometida con el desarrollo del proyecto. En su opinión, la reapertura supondría beneficios significativos a Galicia y el cumplimiento de la política de reforzar la producción materias primas estratégicas de la Unión Europea. 

Con todo, no hay novedades sobre la anunciada pero no concretada presentación de un segundo plan para que la Xunta lo evalúe. La empresa ha recurrido en los juzgados la decisión del gobierno gallego de no autorizar su primera propuesta por los riesgos que supondría para el medio ambiente, sobre todo en lo referido a la caldiad de las aguas.

Asún así, Atalaya informa que el proceso de permisos para Touro continúa pero en el campo de ganarse el favor de la opinión pública. Así señala que tiene en marcha iniciativas de interacción social y presume que ha recibido comentarios positivos en varias reuniones con municipios, asociaciones de agricultores y pescadores, y otras industrias. 

Además, saca pecho por las supuestas "mejoras visibles" en la calidad del agua de los ríos cercanos, operando una planta de tratamiento de agua que aborda los problemas históricos de drenaje ácido de la antigua mina de cobra que operó allí, cerrada en 1987.  

Asegura que estos presuntos avances han sido reconocidos por la sociedad local y los medios de comunicación, pese a que este mismo mes Aguas Galicia abrió expediente sancionador a la empresa que gestiona actualmente los terrenos de la mina de Touro por un vertido al Brandelos. Esta compañía es Explotaciones Gallegas SL, que es la socia local del proyecto de reapertura, donde conservaría un 20% mientras que el 80% sería de Atalaya. 

La multinacional insiste en que su plan es seguro, con un sistema de balsas revestidas en plásticos con "cero descargas"  y que dice, cumple con las mejores prácticas internacionales y las condiciones ambientales más estrictas. Está por ver que dice la Justicia al respecto y, eventualmente, cómo evalúa la Xunta la segunda intentona, que se lleva anunciando hace años pero que no se ha concretado mientras la primera sigue empantanada en los juzgados.

La minera hizo estas afirmaciones al hilo del anucnio de su próxima junta de accionistas, en la que también detallará cambios en su dirección. Con todo, el día a día de las operaciones seguirá en manos del ingeniero gallego Alberto Lavandeira.

Neil Gregson, actual director independiente senior, sucederá a Roger Davey como presidente de Atalaya Mining Plc a partir del 1 de julio de 2024, tras la Junta General Anual de la empresa, programada para el 27 de junio de 2024. 

Gregson, quien se unió como director no ejecutivo en febrero de 2021 y fue nombrado director independiente en octubre de 2023, cuenta con más de 30 años de experiencia en la inversión en compañías mineras y de petróleo y gas. Ha ocupado cargos de gestión en J.P. Morgan Asset Management y Credit Suisse Asset Management, y tiene un título en Ingeniería de Minas de la Universidad de Nottingham. Por su parte, Davey continuará como director  no ejecutivo hasta finales de 2024 antes de retirarse.

Kate Harcourt asumirá el puesto de directora independiente denior cuando Gregson tome el cargo de Presidente. Carole Whittall será nombrada directora no ejecutiva independiente a partir del 3 de junio de 2024. Whittall, actual Directora Financiera de Yellow Cake plc, tiene más de 25 años de experiencia en el sector de recursos naturales, habiendo desempeñado roles clave en ArcelorMittal Mining y fundado Mining Strategies Limited.