Pere Aragonés ultima la composición y la estructura de su Govern de ERN en solitario

Pere Aragonés, presidente de la Generalitat de Catalunya, está ultimando la composición y la estructura de su Govern de ERN en solitario, después de la marcha de Junts. Aragonès prevé reunir al nuevo Ejecutivo el martes por primera vez, según han explicado fuentes de la presidencia.

Durante la jornada de ayer, el presidente catalán ha mantenido reuniones con su equipo  en el Palau de la Generalitat, para así configurar el nuevo Ejecutivo en solitario de los republicanos. También ha participado en la reunión extraordinario de la Ejecutivade ERC, en la que han analizado la nueva etapa que se abre ahora tras la ruptura de la coalición con Junts.

Según otras fuentes del Palau, la intención es tener listo el nuevo Consell Executiu entre hoy y el lunes para poder reunirlo en martes, que es el día que se reune el Govern habitualmente.

El presidente debe cerrar dos carpetas para definir su objetivo: en un primer lugar, la estructura y los departamenteos que tendrá, y en segundo, los nombres que se incorporarán al Govern.

Una de las potestades de Aragonès es definir el número de departamentos y cómo reparte las competencias en cada carpeta, por lo que podría decidir mantener la estructura actual u optar por fusionar Conselleries, para reducir así el número de departamentos.

Laura Vilagrà, consellera de Presidencia, aseguró ayer en declaraciones a los medios, que se tratará de una estructura "ágil" que debe servir para afrontar los retos y las necesidades que tiene la ciudadanía en el contexto económico y social actual. Sin embargo, no ha dado más detalles.

Las fuentes ya citadas han apuntado que todavía no hay nada cerrado y que la estructura definitiva del Govern podría variar en función de la lista final de nombres y de los nuevos consellers.

El Govern tiene ahora mismo 14 departamentos, entre los cuales siete estaban en manos de Junts: Economía y Hacienda; Acción Exterior y Gobierno Abierto; Políticas Digitales y Territorio; Salud; Investigación y Universidades; Justicia, y Derechos Sociales.

Así, estas carteras esperan nuevos consellers de los cuales todavía no ha trascendido ningún nombre, aunque Vilagrà ya ha apuntado que tienen la composición del Govern "muy avanzada".

La consellera no ha dado ninguna pista sobre quién ocupará los asientos que Junts deja vacíos en el Consell Executiu pero ha defendido serán expertas en su ámbito y que algunas tienen experiencia en el ámbito público.

Sí que ha dejado claro que no se plantean la entrada de ningún otro partido en el Govern, y está por ver si se incorporarán más independientes sin carné de ERC, como es el caso de los actuales consellers de Feminismos, Tània Verge, y de Interior, Joan Ignasi Elena.

Otra de las incógnitas es si el nuevo Govern republicano tendrá vicepresidente, un cargo que ha quedado vacante desde la destitución de Jordi Puigneró, y que no es obligatorio que se mantenga.

CESE DE LOS CONSELLERS DE JUNTS

Uno de los primeros pasos que se esperan en las próximas horas es el cese de los consellers de Junts, que será efectivo cuando se publique en el Diari Oficial de la Generalitat (Dogc) cuando el presidente firme su destitución.

La consellera de Acción Exterior, Victòria Alsina, es la única consellera de Junts que no ha presentado su renuncia a Aragonès, aunque espera su cese del cargo, ya que puso su cargo a disposición del partido y tiene intención de abandonar el Govern.

POSIBLES ESCENARIOS PARA JUNTS

Con la victoria del no en la consulta, Laura Borràs refuerza su posición al frente de Junts. La expresidenta del Parlament ha arrastrado a la mayoría de los afiliados en una votación con una participación muy elevada. Se rehace así de la derrota en las recientes elecciones a las corrientes internas del partido, donde se impusieron los candidatos más afines al secretario general, Jordi Turull.

Ahora, la posición del secretario general queda en entredicho. Turull aseguró el lunes, cuando se convocó la consulta, que haría pública su posición, que no se pondría "de perfil", pero finalmente no lo ha hecho. Con la figura de Borràs fortalecida por el resultado, los equilibrios internos del partido tendrán que redefinirse.

Aparte de la gestión de la cohesión interna, Junts tiene otros retos en esta nueva etapa. Por un lado, el grupo parlamentario debe tejer una nueva estrategia de alianzas. Tras la rotura con ERC, queda por ver si Junts se abrirá a pactos puntuales con los republicanos o si optará por una estrategia de desgaste en el gobierno.

Y, en segundo lugar, hay deberes pendientes que no pueden retrasarse demasiado: a siete meses para las municipales, Junts todavía no tiene candidato para la alcaldía de Barcelona. Xavier Trias, que se lo estaba pensando, ha congelado la decisión después de que se convocara la consulta a la militancia.

Por su parte, la todavía consejera Gemma Geis se acerca a la candidatura de Junts a Girona, tras la reciente retirada de Assumpció Puig.

FUTURO INCIERTO DE ERC

También en la presidencia de la Generalitat se abren interrogantes. Por un lado, con la decisión de salir del gobierno, Pere Aragonès deberá sustituir en las próximas horas a los siete consejeros que tenía Junts en la mesa del Consell Executiu. Y por otro, deberá demostrar que sin Junts en el gobierno las cosas van mejor y que la estabilidad la pueden conseguir con otros socios.

Habrá que demostrar, como se ha comprometido el presidente, que el país gana con el nuevo escenario y que el gobierno, con los nuevos consejeros, va más allá de las siglas de Esquerra, como ha anunciado el presidente.

Y finalmente, si se ve abocado a pactar con el PSC, habrá que darle la vuelta al discurso de no querer acuerdos importantes.

El primer termómetro de todo en las urnas, las elecciones municipales en mayo. Y en el Parlament, en cosa de días, los presupuestos en los que, asegurados, por ahora, sólo hay 33 diputados de 135.