Estas son las ciudades en las que los gallegos se sienten más seguros y en éstas, más amenazados
La insuficiente policía nacional en la calle explica porqué A Coruña es percibida como la urbe menos segura de Galicia, argumenta el principal sindicato del cuerpo de Galicia. El Ayuntamiento ha ampliado la plantilla de la policía local y reclamado a la Delegación del Gobierno que haga lo mismo.
La consultora SW Demoscopia publicó recientemente una nueva edición de su Índice Municipal de Felicidad (IMF), que evalúa la percepción de la calidad de vida de los 100 municipios de España con más población. Además de criterios objetivos, como la cantidad de parques, tiene en cuenta variables subjetivas, como la percepción de seguridad en la ciudad.
Esto nos permite comprobar, por ejemplo, que Cádiz (2), Fuengirola (4) y San Fernando (5) son los municipios cuyos habitantes se notan menos seguros, mientras que en el extremo opuesto estarían Pozuelo de Alarcón (96), Mijas (88) y Marbella (77).
A nivel Galicia, los resultados son los siguientes:
Lugo es la ciudad con los mejores datos de autopercepción de seguridad entre las urbes gallegas. Algo que se explica, al menos en parte, porque la policía nacional dedicada a patrullar las calles está, en general, “contenta” con sus condiciones.
El secretario general del SUP en Galicia, la central con más peso en el país, Roberto González indica que los policías lucenses a pie de calle son suficientes para poder planificar turnos acordes a sus necesidades. Algo que al final, señala, redunda en la moraly así “pueda estar más disponible en ciertas épocas del año donde hay más no se prevé un mayor volumen de trabajo como son las fiestas o el Arde Lucus”.
Roberto González (SUP) "la plantilla de la Policía Nacional en A Coruña sufre falta de efectivos de seguridad ciudadana, sobre todo en los servicios de 24 horas, que hace falta reforzar”
Del mismo modo, ver A Coruña con la peor percepción de seguridad de todas las urbes gallegas es algo que no le sorprende pues, dice "la plantilla de la Policía Nacional en A Coruña sufre falta de efectivos de seguridad ciudadana, sobre todo en los servicios de 24 horas, que hace falta reforzar”. Roberto González insiste en que “hace falta más dotaciones en la calle, porque al final la burocracia come la operatividad en la calle”.
Más policías nacionales en las calles de A Coruña es algo que lleva años reclamando el SUP y también Inés Rey. La alcaldesa lo pidió, por ejemplo, hace un año, tras el apuñalamiento de un menor en un parque. Además, ha predicado con el ejemplo, con el refuerzo de la Policía Local con más agentes municipales. El municipio además señala que “se trabaja de forma coordinada entre la policía local y la nacional para tener más presencia donde se detecta una mayor percepción de inseguridad”.
No hay noticia que la Delegación del Gobierno, que es la administración responsable de la seguridad ciudadana, haya ampliado efectivos en A Coruña pese a la sucesión de delitos graves en los últimos años. En 2021 fue presunto asesinato homóbo de Samuel Luiz y estas navidades el apuñalamiento mortal de Yoel Quispe esta navidad y la muerte de una persona con problemas mentales por disparos de la policía tras atacar a un agente este invierno son otros ejemplos.
Además, A Coruña ha vivido en los últimos meses episodios que se pueden calificar de vigilantes. Es decir, cuando los vecinos asumen tareas de seguridad, algo que la ley reserva exclusivamente a las fuerzas del orden. Por ejemplo,sucedió en Monte Alto en febrero en desalojo forzado de un narcopiso.
Desde el SUP señalan que los datos de la encuesta en A Coruña se explican por varios factores, además de la ya citada insuficiencia de policías nacionales en las calles. Así, González apunta a que “en A Coruña se ha producido en los últimos años un efecto llamada provocado por las medidas sociales que hay en la en en esa ciudad y eso ha desembocado pues en que a día de hoy haya muchos sin techo en el día a día buscándose la vida”.
El SUP apunta a que como muchos de los hurtos o robos violentos realizados por esas personas al final son reflejados en los medios de comunicación, con lo que se crea la sensación de “inseguridad subjetiva” que detecta la encuesta.
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