Unas izquierdas sin luces largas

Manoel Barbeitos
Economista

(I-D) La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz; la candidata a la Presidencia de la Xunta, Marta Lois; el portavoz de Sumar en el Congreso, Iñigo Errejón; y el portavoz de la comis
(I-D) La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz; la candidata a la Presidencia de la Xunta, Marta Lois; el portavoz de Sumar en el Congreso, Iñigo Errejón; y el portavoz de la comisión de Sumar en Galicia

 

Recojo la opinión de un querido amigo, Juan Torres, con el que comparto a nivel económico y político muchas ideas y principios. Y sí, yo también pienso que las izquierdas conducen sin luces largas. Una conducción que llevó la que, al día de hoy, en plena ola recesiva (he ahí la situación de Alemania y mismo de los Estados Unidos), sea indiscutible que el neoliberalismo es el gran triunfador y las izquierdas las grandes derrotadas. Un neoliberalismo que, a pesar de sus crisis recurrentes, fue quien logró conservar su hegemonía. Unas izquierdas que, desde la socialdemocracia y el comunismo tradicionales a las autodenominadas nuevas izquierdas (nacionales y periféricas), fueron clamorosamente derrotadas y no parecen quien de levantar cabeza y enfilar el horizonte con luces largas.

 

En Europa no hay dudas. Sí recientemente tuvimos una confirmación del señalado en las elecciones al Parlamento Europeo cuando las extremas derechas consiguieron un resultado muy positivo (en conjunto pasaron a ser la segunda fuerza del Parlamento) mientras las izquierdas experimentaban un notable retroceso (perdieron 31 diputados-). Días atrás en unas elecciones en dos estados federados de Alemania (Turingia y Sajonia) las izquierdas obtuvieron el peor resultado desde la II guerra mundial al tiempo que la extrema derecha salía vencedora en un (Turingia) y segunda en otro (Saxonia). Son señales inequívocas de que frente las políticas neoliberales impuestas (no hay debate democrático) en todo el ámbito de la unión por las autoridades europeas (Comisión, Consejo, BCE) que dispararon las desigualdades sociales y territoriales las izquierdas, cada vez más alejadas del que realmente le preocupa las mayorías (empleos, salarios, vivienda, medio ambiente, exclusión social, deterioro de la democracia, paz..), no son quien de presentar un proyecto europeo de futuro que a nivel interno descarte las políticas austericidas y de minoración del público y a nivel externo rompa y dependencia del Imperio estadounidense para, por caso, pilotar un proyecto propio basado en la paz y en la convivencia pacífica entre los pueblos. 

 

En España sí bien es cierto que tenemos un gobierno de progreso (PSOE/Sumar) que puso en marcha muchas medidas orientadas a mejorarlas condiciones de vida y bienestar de las clases de rentas medias y bajas con resultados mucho mejores que los conseguidos por las derechas. No es menos cierto que la necesaria conexión entre este gobierno y la ciudadanía prácticamente no existe y así mientras la gestión diaria es buena no hay señales de cuál es su proyecto de futuro, de sí este gobierno español de turno tiene una alternativa al neoliberalismo. ¿A dónde quiere llevar a los pueblos de España?, ¿qué modelo económico y social le guía?, ¿qué paradigma territorial?, ¿cuál es su horizonte?. Pensar que es suficiente con una buena gestión es un tremendo error. Este gobierno español no podrá avanzar a cambios sociales relevantes sin un apoyo social visible, fuerte, comprometido, cómplice. Sin una ciudadanía que actuando a manera de sujeto activo controle la acción del gobierno y la defienda por que la considera suya. 

 

El ejemplo Galicia es paradigmático y no hay mucho que comentar. El dominio de las derechas gallegas (PPdeG) es abrumador. Un dominio que se apoya tanto en su inteligencia para convencer a una mayoría de gallegos/as de que su proyecto (?) es el mejor para Galicia cómo en la incapacidad de las izquierdas para presentar un proyecto alternativo al neoliberalismo que enganche a las mayorías sociales. Estas izquierdas, que siguen siendo imprescindibles para un cambio social, se convirtieron en algo muy alejado del que pasa en la sociedad gallega y corren el riesgo de ser irrelevantes. Ni siquiera son capaces de conectar con el conjunto del movimiento obrero y los movimientos sociales de base (cada cual defiende su parcela) porque son partidos tendentes al cesarismo, muy burocratizados y con grandes déficits de democracia interna. Como nos muestra la historia son partidos tremendamente cainitas a los que  les resulta difícil llegar a acuerdos con consensos mínimos. 

 

Globalmente estas izquierdas, presas de caducos dogmatismos, se muestran incapaces de un mínimo relato común. La prueba la tenemos en los distintos enfoques que le están dando los cuatro problemas claves que habían debido ser prioritarios por que son universales: democracia, medio ambiente, migración y paz. Así, mientras actúen como tribus, mientras se comporten como partidos al uso, mientras  presenten sus propuestas como sumas de diferentes reivindicaciones tal que sí habían sido ofertas de mercado el cambio será inviable.


 


 

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

Más opinión
Opinadores

Galiciapress
Plaza de Quintana, 3 15704 Santiago de Compostela
Tlf (34)678803735

redaccion@galiciapress.es o direccion@galiciapress.es
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. EDITADO POR POMBA PRESS,S.L.
Aviso legal - Política de Cookies - Política de Privacidad - Configuración de cookies - Consejo editorial - Publicidad
Powered by Bigpress
CLABE