La convocatoria de elecciones generales para el domingo 23 de julio, que deriva de la reacción del actual presidente de Gobierno, el señor Pedro Sánchez, delante del mal resultado obtenido en las últimas elecciones locales y autonómicas por los partidos gobernantes, por prácticamente todas las izquierdas, dibuja un nuevo escenario político y unos nuevos tiempos a nivel español y autonómico.
Estas elecciones generales, como todas las anteriores, decidirán cuál será la composición del nuevo Parlamento y, por tanto, cómo será el nuevo gobierno español. Si, por caso, será uno que siga la senda marcada por el anterior gobierno de turno (PSOE/UP) para lo cual precisará de seguir contando con el apoyo de los aliados en la última legislatura (ERC, BILDU, PNV...) o, por lo contrario, será un gobierno de las derechas extremas (PP/VOX) que amenazan con derogar todas las medidas progresistas aprobadas en la pasada legislatura (que aún siendo insuficientes no fueron pocas: nunca un gobierno español hizo tanto por las mayorías sociales) lo que supondría entrar en una ‘longa noite de pedra’. Estas elecciones generales servirán, en definitiva, para saber si somos quien de avanzar aún más o si retrocedemos.
Ese es el escenario político que tenemos los gallegos y gallegas por delante en estas elecciones generales. Inventarse otro solo serviría para quedarse en fuera de juego. Un escenario en el que para las izquierdas se trataría de ganarle el mayor espacio político posible a las derechas extremas (PP/VOX), cada quien en su territorio como, por caso, en Galicia. Pero sin olvidarse de que la partida se juega en el terreno del conjunto de los pueblos de España pues, ¿de qué nos serviría a los gallegos contar con un grupo parlamentario soberanista (BNG) si en el Parlamento español son mayoría absoluta las derechas extremas (PP/VOX) y, por tanto, gobiernan? ¿Acaso es indiferente para las mayorías sociales gallegas que el Presidente del gobierno español sea el señor Sánchez o el señor Feijoo? De ninguna forma.
Claro que sería bueno para Galicia contar con el mayor número posible de parlamentarios soberanistas. Pero sería un éxito menor si esos parlamentarios no entienden que el objetivo global debe ser evitar que las derechas extremas tengan mayoría en el Parlamento español porque, de conseguirlo, entraremos “en unha longa noite de pedra” TODOS LOS PUEBLOS DE ESPAÑA, GALICIA INCLUIDA aunque tengamos un grupo parlamentario soberanista.
Galicia precisa de unos parlamentarios soberanistas que, una vez instalados en el Parlamento español, sin perder su autonomía, trabajen con el conjunto de parlamentarios progresistas del Estado no solo para defender los avances conseguidos sino, incluso, para ir más allá en materias de empleo, bienestar, calidad de vida, igualdad social y territorial, medio ambiente, tecnología y productividad… Porque para avanzar los gallegos y gallegas precisamos de un gobierno español progresista apoyado por una mayoría parlamentaria también progresista y plural de la que deben formar parte los soberanistas gallegos (BNG).
Escribe tu comentario