Coordinador Provincial UCIN Galicia (Unión de Ciudadanos Independientes)
El poder político se ha convertido en un negocio lucrativo. El 80% de lo que gastan los partidos es dinero público
Si el PSdeG cae, tarde o temprano ocurrirá, será por el ambiente de mediocridad que lo ha rodeado. En 2023, el PSOE gallego profundizó su laberinto de escándalos, enfrentamientos y dimisiones en puestos municipales clave.
En la fatídica noche de las elecciones del 18F 2024, lejos de competir por la segunda posición con el BNG, los socialistas perdieron representación y se estancaron como tercera fuerza en Galicia, quedando por debajo de la barrera de los 10 escaños.
Y ahora, los expulsados concejales del PSOE de Santiago, Gonzalo Muíños, Mila Castro, Mercedes Rosón y Marta Álvarez, señalan que sufrieron "presiones constantes" tras las elecciones municipales, y acudirán a los tribunales si no se atienden sus denuncias.
Los ciudadanos somos claramente conscientes del abuso de nuestros partidos políticos, que siempre aparecen en todas las encuestas serias como el segundo o tercer problema más gravoso de los diez que nos afligen. Pero en lugar de buscar soluciones a los problemas reales que nos afectan, se centran en las luchas de poder internas dentro de sus propios partidos.
El poder político se ha convertido en un negocio lucrativo. El 80% de lo que gastan los partidos es dinero público. La voracidad de los grandes partidos continúa insatisfecha, este año viene con una subida extraordinaria de impuestos a las arcas de las empresas y los bolsillos de las familias de casi 18.000 millones de euros.
El aumento de la presión fiscal no da apenas tregua, lo que nos va a situar en el podio de los países en los que más ha aumentado la carga fiscal en Europa. Los partidos decidieron financiarse, fijando ellos mismos en el Congreso el monto que reciben anualmente por voto emitido, por voto obtenido, por diputado, por senador, por la ley que ampara lo que ellos mismos decidieron. Un ejemplo lo tenemos esta semana en Galicia, donde se aprobaron las subvenciones anuales que se conceden a los partidos políticos con representación en el Parlamento autonómico para cubrir los gastos de funcionamiento correspondientes a 2024. En ellas se reparten 2 millones de euros en subvenciones.
"Ningún partido político podrá gastar un euro más de lo que ingresa por las cuotas que pagan sus afiliados", esa debe ser la línea hacia una reforma política donde la corrupción, tanto interna como institucional, es uno de los grandes males de Galicia y de España.
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