Así es el Camino de Santiago Portugués, uno de los preferidos por los peregrinos
El camino portugués está en franco auge, sobre todo el de A Costa, y supone ya casi el 30% de todos los peregrinos. ¿Cuáles son las razones de su éxito?
Cada vez son más las personas que se deciden a hacer el Camino de Santiago. Su popularidad, así como todo lo que ofrece, lo convierte en una experiencia única, a pesar de que no todas sus rutas son aptas para todo el mundo. Por eso, es muy importante prepararnos para el Camino, aunque existen opciones más populares que otras, como por ejemplo el Camino Portugués. Esta ruta es una de las más famosas y más asequibles para cualquiera que quiera conocerlo y vivirlo.
Así es el Camino de Santiago Portugués
El Camino de Santiago Portugués está compuesto por varias rutas, aunque la más famosa es la central. Esta se desarrolla en 613 km y va desde Lisboa a Santiago. Así, dependiendo de desde dónde se empiece, se puede completar incluso en solo diez o cinco días (esto último si solo se recorre el tramo gallego).
Se caracteriza, principalmente, por no ser una ruta que tenga grandes desniveles, siendo el ascenso de la Portela de Labruja lo que presenta mayor dificultad. Aun así, este solo cuenta con 400 metros de altitud y no se puede comparar con otros puertos situados en el Camino Francés, como el de Roncesvalles, por ejemplo. Esto, junto con que no tiene etapas de montaña y que es una ruta bastante abarcables lo convierte en una opción muy interesante para todos, independientemente de su edad o su estado físico.
No obstante, hay que tener en cuenta que, si bien no hay etapas de montaña, sí que hay tramos que han de realizarse sobre aceras, adoquines... es decir, sobre superficies duras. Por tanto, si es importante llevar un calzado cómodo y transpirable, si se elige esta ruta lo es aún más. No se debe olvidar que los pavimentos duros suelen ser demoledores para los pies, así que hay que ir muy bien preparado para evitar lesiones.
Pese a esto, los paisajes verdes de este camino compensan lo demás. Esta ruta atraviesa las cuencas del Tajo, el Duero y el Miño, por lo que el peregrino disfruta de entornos húmedos y hermosos. Además, el clima en la zona que abarca es templado, lo que permite hacerlo en cualquier época del año. Eso sí, el verano puede convertirse en un reto, por lo que es mejor decantarse por la primavera y el otoño para completarlo. En estos meses, el sol suele altenrarse con algún que otro episodio de lluvia, pero nada que no pueda superarse fácilmente con un chubasquero o ropa impermeable.
Por último, una de las mayores ventajas de esta ruta es que puede abordarse desde sus últimos 115 km, es decir, desde Tui, con el fin de solo recorrer tierras gallegas. Esta opción es especialmente interesante para quienes no hayan hecho nunca el Camino de Santiago y quieran probar, ya que pueden terminarlo en tan solo cinco días. De esta forma, podrán conocer la experiencia de primera mano y comprobar si les gusta para animarse, la próxima vez, a completar rutas más largas. Al final, el hacer el Camino y la manera de llevarlo a cabo son decisiones muy personales, por lo que no es de extrañar que una ruta con tantas posibilidades como la portuguesa sea tan popular.
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