La ganadería, líder contaminante de Galicia: "No solo se respira aire sucio en las ciudades, también en el rural"

Estamos en el camino, pero no debemos desviarnos de él y hay que acelerar el paso. Es es un poco el resumen del último informe del Observatorio Gallego de la Acción Climática (OGACLI) sobre la batalla que libra Galicia -y todo el planeta- contra el cambio climático. El documento, titulado ‘As emisións de contaminantes atmosféricos en Galicia (1990-2021)’ hace un repaso a las últimas dos décadas de la comunidad, que ha sufrido una transformación en lo que al motor de la contaminación se refiere, pasando de ser el sector ganadero el principal responsable de la emisiones contaminantes en lugar del sector energético, que con el fin de la quema de carbón ha visto cómo se desplomaban sus emisiones con respecto a las últimas dos décadas. 

Xosé Veiras es biólogo licenciado por la Universidad de Santiago, diplomado especialista en sostenibilidad, ética ecológica y educación ambiental por la Universidad Politécnica de Valencia y promotor del OGACLI. Por su experiencia, los pasos que ha dado la comunidad hasta ahora son positivos, aunque todavía resultan "insuficientes", ya que las emisiones de gases de efecto invernadero solo han caído un 34%, todavía a mucha distancia de una meta marcada en el 65% para 2030.

FIN A LA DICTADURA DEL CARBÓN

Ese cambio en lo alto del pódium de la contaminación se debe, según Veiras, a varios factores. El primero, y más relevante, es "el cierre de las centrales de Meirama y As Pontes". "Eran, con diferencia, los mayores emisores. Al irse reduciendo y eliminando la producción eléctrica con carbón, además de mejorar las tecnologías en el control de la contaminación y en los procesos de producción, se consiguió que se redujese su efecto contaminante", celebran desde el Observatorio mientras que, por el contrario, "las emisiones de la ganadería se mantuvieron, o incluso aumentaron". 

El uso de fertilizantes nitrogenados sobre los campos, muchos de ellos destinados a producir alimento para el ganado, o la gestión de los residuos ganaderos, así como las propias emisiones de metano de los animales -especialmente significativas la de la cabaña bovina-, contribuyen decisivamente a acrecentar el cambio climático.

La ganadería es una fuente de contaminación atmosférica, no son solo los olores y malestar que producen a los vecinos en las zonas que se establecen

El peso de la ganadería es significativo, especialmente en la emisión de gases acidificantes. Estos gases, como explica Veiras, son "los responsables de la acidez del suelo, del agua, de la atmósfera...". "Alguno de ellos son contaminantes que resultan nocivos para la salud humana", apostilla, si bien "a día de hoy están lejos de poder considerarse un problema serio, aunque tienen una cierta incidencia".

"Debemos tener en cuenta que muchas superficies vinculadas en gran medida a la producción ganadera emiten contaminantes y subrayar que la ganadería es una fuente de contaminación atmosférica, no son solo los olores y malestar que producen a los vecinos en las que se establecen", sostienen Veiras. En ese sentido, la emision de algunas partículas "supera los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud, que tiene una normativa mucho más estricta que la nacional o la europea -hoy en tramitación-". 

CAMBIO EN EL MODELO

Las partículas causan un gran impacto en el medio rural "donde la calidad del aire es mejor que en las ciudades, pero en algunas zonas los niveles se superan los límites recomendados para las partículas finas" y también en el conocido como "ozono malo", un ozono distinto al que nos protege de los rayos ultravioleta, sino que tiene un efecto negativo. "No solo se respira aire sucio en las ciudades, también en el rural", sentencia Veiras. aunque "en bastante menor medida". 

En cualquier caso, Veiras recalca que en el pasado, las emisiones, en términos absolutos, "eran muy superiores" a las actuales, especialmente por la actividad de las centrales térmicas. Aún así, "habría que reducir la producción ganadera, volver a un modelo más ecológico, más sostenible, con una mejor calidad de la producción". "Las macrogranjas, de cualquier tipo, son un problema: por sus emisiones a la atmósfera, por la emisión de amoniaco, por los residuos ganaderos que provocan...", critica. 

"Hay medidas que se pueden aplicar, como respetar los códigos de buenas prácticas agrarias, pero sería fundamental cambiar el modelo de producción ganadera", reitera. Serían pasos significativos para alcanzar el objetivo fijado para 2030, por lo que hay que "continuar reduciendo nuestras emisiones en todos los campos hasta que sean cercanas a cero, hasta alcanzar la neutralidad climática".

COP28

El informe se publica durante la celebración de la cumbre mundial del clima, en Dubai. Para muchos la elección de la sede puede resultar un poco irónica cuando los combustibles fósiles son todo un símbolo del cambio climático. Las expectativas de los ecologistas son muy bajas por los precedentes existentes hasta la fecha. Veiras dice asumir que el hecho de que no haya acuerdos significativos "es ya lo habitual" y que "nada indica que en esta ocasión vaya a ser de otra forma".

No obstante, sí guarda lugar al optimismo. "Esperemos que se llegue a algún avance, como ya lo hubo. Sería importante que del foro saliese una declaración clara e inequívoca sobre la eliminación de combustibles fósiles, empezando por el carbón y siguiendo con el petroleo", confía Veiras. Así, el planeta puede tomar ejemplo de Galicia, "donde conseguimos eliminar el carbón, lo que representa el mayor hito climático conseguido hasta ahora en Galicia".