¿Habrá huelga indefinida en Circet? Sindicatos apuestan por el diálogo para salvar el ERE, pero no descartan más medidas
Después de la celebración del primer gran paro nacional en las sedes de Circet Infraestructuras de Telecomunicaciones, con un gran seguimiento y una especial incidencia en Galicia, Galiciapress charla con José Luis Aboal, del comité de empresa, para conocer de primera mano el punto en el que se encuentran las complicadas negociaciones del ERE planteado por Circet, que se enfranta a la posibilidad de que se recrudezcan las protestas e, incluso, de asomarse a la convocatoria de una huelga indefinida.
377. Es es el número que pesa hoy sobre Circet Infraestructuras de Telecomunicaciones, empresa concesionaria, entre otros, del servicio de Movistar Telefónica en Galicia, un contrato que reportó una gran cantidad de trabajo a la firma pero que no impidió la apertura de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que Circet amenaza con destruir esos casi 400 puestos de empleo, de los cuales 118 trabajadores gallegos se verían arrastrados por esos despidos a los que se opone el comité de empresa, que ha convocado distintas movilizaciones a lo largo de la semana y que tendrán un segundo intento a primeros de diciembre.
UN ERE SIN JUSTIFICACIÓN
José Luis Aboal, del comité de empresa, recuerda que aunque la de ayer fue la primera gran movilización conjunta a nivel nacional, en el caso de Galicia la plantilla ya acumula varios días de huelga a sus espaldas tras semanas de incertidumbre y denunciando la “precariedad” en la que está sumida este sector, donde se ha apostado por un “sistema piramidal de subcontrataciones”.
“Seguimos en la mesa de negociación por el ERE, superando ya esa parte inicial de la documentación y destapando las caretas, capaces de discutir todos esos términos falsos que rodean al ERE”, desgrana Aboal. En ese sentido, desde el primer momento los sindicatos valoraron que el ERE no respondía a ninguna explicación que no estuviese sujeta al “puro interés económico”. Dos semanas después, las razones que expone la dirección siguen sin ser satisfactorias para la parte social.
“Lo justifican con causas económicas, que puede ser que concurran estrictamente y legalmente porque existe mucho maquillaje financiero en esas cuentas, que es cierto que están auditadas, pero que no justifican nada porque no hay pérdidas ciertamente, como tampoco esto les impidió repartir dividendos”, reprende Aboal, que considera que “no es de buena fe impulsar un ERE cuando no hay verdaderas pérdidas económicas”.
Otras causas, como las “estructurales y organizativas”, también han sido, a juicio de los sindicatos, “rebatidas” en la negociación al ser la firma “incapaz de acreditarlas por el nivel enorme de subcontrataciones, con más de un 50% de los trabajadores subcontratados en empresas auxiliares, por lo que no pueden alegar duplicidad de puestos ni ninguna otra causa más allá de querer modificar las condiciones de trabajo de los empleados que vienen de ser subrogados del servicio de Movistar”.
“Solo quieren revertir los derechos de las plantillas de la empresa que compraron y acercarlas a las condiciones precarias que ya tienen los pocos trabajadores que sobrevivían en las otras zonas de la empresa del país”, resume Aboal, que sospecha que con esta táctica se abre la puerta a que se cometan “más irregularidades” y recortes como los que denunció el comité hace días sobre las condiciones de seguridad de algunos trabajadores, destacando el aumento de incidentes y lesiones que se vienen registrando.
TELEOPERADORAS Y ADMINISTRACIONES
A juicio de Aboal, este escenario es un síntoma de la “exclavitud moderna”. “La parte social de la mesa es unánime a la hora de rechazar las condiciones propuestas del ERE. Los movimientos hasta ahora para desafectar estos Expedientes de Regulación de Empleo son ridículos, por eso han salido a flote que realmente lo que persiguen es recortar derechos”, inciden desde el comité tras los resultados de la mediación de esta semana celebrada en Madrid.
Sin frutos en ese proceso de negociación y con un punto de frustración en la plantilla a nivel estatal, Aboal indica que hoy por hoy, en el plano porcentual, “Galicia sería el territorio más afectado por este ERE”. “Es el más afectado por la compra, donde compraron todo el mercado, todo el contrato de Movistar que había aquí, una parte enorme de lo que adquirieron”, explica Aboal, resaltando esa carga de trabajo existente que no sujeta esa decisión de cercenar más de un centenar de empleos en la comunidad gallega.
“Es una cuestión de beneficios económicos. La matriz de la empresa es un fondo buitre de capital francés. Su único objetivo no tiene que ver con el empleo, solo mover, sacar y explotar dinero”, lamenta Aboal. En ese sentido, desde el comité de empresa también han puesto el acento en las responsabilidades que acarrean las grandes operadoras de telefonía en torno a la crisis del sector. “Todos estos movimientos están controlados y consentidos por los clientes, las operadoras, interesadas en abaratar costes y permitiendo la cancha libre para conseguirlo”, detalla.
También las administraciones públicas tienen mucho que decidir, ya que la Xunta o el SERGAS tienen contratos importantes con Circet. Por ahora, el comité no ha recibido respuesta alguna a su solicitud para que las administraciones implicadas tomen partido, más allá de un contacto informal con el Ministerio de Trabajo, recordando que la compra que realizó Circet de Comfica tuvo que recibir el visto bueno del Ministerio que capitanea Yolanda Díaz “sin que se estableciesen ningunas medidas de seguimiento ni requisitos a cumplir en lo relativo a la protección del empleo”.
¿HUELGA INDEFINIDA?
Después del éxito de las movilizaciones celebradas hasta la fecha, y ante la posibilidad latente de que se adopten medidas más severas como la convocatoria de una huelga indefinida, Aboal despacha de momento esa posibilidad y dice estar “expectantes al desarrollo de las negociaciones y que se celebren con normalidad”, confiando en que las próximas sirvan para avanzar antes de que concluya el plazo marcado el día 5 de diciembre.
Aunque son unas fechas complicadas por la proximidad de las fiestas navideñas, las protestas siguen convocadas para los días 4 y 5 del último mes del año, además de prefijar los días 10 y 12 de diciembre para celebrar nuevos paros. “Si la semana que viene finaliza el plazo sin acuerdo decidiremos los siguientes pasos que procedan, dependiendo del escenario que se presente”, zanja Aboal.
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