"Faltan tantos vigilantes que hay que dejar de prestar servicios": La seguridad privada reclama a Interior que acelere con las TIP

¿Se imaginan que hubiese sólo una máquina en toda España para expedir las licencias de taxi? ¿O para dar las placas a los agentes de policía? ¿O para los títulos de los médicos? Pues esto ocurre con los vigilantes de seguridad. Los profesionales de la seguridad privada en España, por increíble que pueda parecer, dependen de una sola máquina en todo el Estado, que es la que dispensa la Tarjeta de Identidad Profesional (TIP), un certificado indispensable para los vigilantes y sin la cual no pueden ejercer. Pues hoy, en un país donde existe un gran déficit de profesionales en este sector, miles de profesionales están pendientes de recibir su documento, que puede tener un retraso de hasta un año.

Así lo explican desde la Federación de Trabajadores de la Seguridad Privada de la Unión Sindical Obrera (FTSP-USO), desde donde advierten que este embotellamiento está dejando a muchos servicios bajo mínimos y con muchas dificultades para cubrir las ausencias. De hecho, en algunos servicios están recurriendo a horas extra para tapar las carencias o, directamente, suspendiendo algunos contratos.
 

“Hay festivales de música que no se han podido celebrar porque, directamente, no podían garantizar la seguridad al no contar con el suficiente número de efectivos”, indica Iván Blanco, secretario estatal de organización de la FTSP-USO, al tiempo que detalla que ciudades como Barcelona o Madrid acusan una gran escasez, de la que tampoco se libra Galicia, donde en la temporada estival costó mucho reforzar los servicios cuando los trabajadores se iban de vacaciones. 
 

Concretamente, Blanco cifra en “unos 1.000 o 1.500” los profesionales que hacían falta en la comunidad gallega durante el verano, temporada de grandes eventos al aire libre y en la que se necesitan muchas manos para garantizar la seguridad de los asistentes.

UNA SOLA MÁQUINA Y UN SOLO EQUIPO

Sin embargo, cabe decir que sí hay profesionales de la seguridad privada. El problema, y volvemos al principio, es la dichosa TIP para vigilante de seguridad y las especialidades de escolta y vigilante de explosivos. “Hay varias formas de sacar la TIP: por certificado de profesionalidad mediante un curso y tras el examen o con el FP de grado medio en Técnico de Seguridad. Pero no pueden ponerse a trabajar una vez superadas las pruebas porque el Ministerio del Interior tiene un retraso de casi un año para expedir las TIP”, detalla Blanco.
 

En esta línea, no se trata únicamente de darle a un botón, sino que un equipo de agentes tienen que comprobar los historiales de los solicitantes de la TIP -que se renuevan cada diez años, aunque los que la renuevan pueden operar con la TIP antigua y un resguardo mientras no llega la nueva- para poder expedir la documentación correspondientes. De todas formas, según relata el sindicato, los miembros de este equipo de agentes no necesitan ninguna formación específica para desarrollar estas funciones.  

“Pero es que hay una sola máquina para toda España. Una unidad en Madrid para todo el Estado con dos o tres personas verificando los datos y haciendo las comprobaciones”, inciden desde el sindicato, que reclaman más medios al Ministerio del Interior para evitar este embudo provocado ya no solo por los nuevos solicitantes, sino también por todos los que renuevan el documento. 
 

“Sin la TIP no puedes trabajar”, resuelve Blanco, consciente de que en estos momentos son miles los trabajadores pendientes de recibir su documento aunque ahora mismo tengan asegurado un contrato. “Hay empresas como Prosegur que tiene su propia formación, asumiendo el coste en sus academias para tener nuevos vigilantes. Pero salen de la formación sin ese documento por el que tienen que esperar unos ocho o nueve meses”, lamenta. 

Lo curioso de esta situación es que no se trata de una máquina compleja, increíblemente avanzada o muy cara. “Incluso se barajó modificar máquinas antiguas de DNI. Pero lo que nos dicen desde la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía Nacional es que Interior no quiere costear más unidades de expedición”, afirma Blanco, que sospecha que el motivo ya no es tanto el precio en sí de la máquina sino dotar a ese servicio de un equipo humano que realice todas las comprobaciones, ya que eso significa restar de efectivos a las calles agentes de la Policía Nacional. 

“HABRÁ MÁS JUBILACIONES EN LOS PRÓXIMOS AÑOS”

En este escenario, solo en Cataluña existen hoy “unas 5.000 vacantes” de profesionales de seguridad privada, en gran medida por las jubilaciones que se están dando en el sector, aunque en los próximos años el número de retiros será mucho mayor. 
 

“Nos encontramos con temporada de vacaciones donde las empresas sufren descubiertos o directamente tienen que negar la prestación de servicios porque no tienen suficientes efectivos disponibles”, recuerdan desde el sindicato, incluso con servicios esenciales como pueden ser las estaciones de transporte público o los aeropuertos, donde el despliegue de vigilantes de seguridad es muy grande pero “hasta en estos sitios ha costado cubrir los huecos”. 
 

“Estamos viendo como hay problemas incluso con los contratos relevo, porque no hay relevistas ahora mismo para cubrir a los que se jubilan. No los encuentran”, insiste Blanco, poniendo el acento en la urgencia de encontrar profesionales cuando “estamos todavía en una situación de Alerta 4”. 

¿Y si la situación se prolonga y no hay una solución en un plazo razonable? ¿Habra manifestaciones contra el ministro Fernando Grande-Marlaska? Desde la FTSP-USO no descartan ninguna posibilidad. “Barajamos tomar todo tipo de medidas. Nos estamos reuniendo con partidos políticos a nivel nacional. Esto está bloqueado cuando llevamos años advirtiendo de que sucedería. La advertencia se hizo realidad”, subraya Blanco, a la vez que recuerda que “mientras unos quieren trabajar hay otros que quieren jubilarse, pero no podemos ni prejubilar ni tener vacaciones”.