CUT y CGT cargan contra otros sindicatos de Stellantis al hilo del "miserable" bonus
La controversia sindical en Stellantis alcanza un nuevo nivel tras la reunión mantenida por CUT y CGT el pasado 20 de marzo en Madrid. Estos sindicatos han alzado la voz contra lo que consideran un ataque sistemático al sindicalismo combativo, evidenciando la creciente división entre las organizaciones sindicales presentes en la multinacional automovilística.
El foco de la discordia se centra en el reciente "bonus" anunciado por Stellantis, que aplicará un 1,53% del salario con una cuantía entre 300€ y 700€ en todos los centros. CUT y CGT califican esta medida como "miserable" y critican duramente a otros sindicatos por aceptar sin cuestionamiento el endurecimiento de los requisitos para acceder a este pago.
Los cambios en los criterios de elegibilidad han aumentado de 180 días (6 meses) a 270 días (9 meses) ininterrumpidos de trabajo para generar derecho al cobro. Esta modificación excluye a una gran mayoría de trabajadores, especialmente a los eventuales.
CUT y CGT no escatiman en críticas hacia los otros sindicatos presentes en Stellantis, a los que acusan de actuar como "meros voceros de la empresa". Estas organizaciones consideran que la aceptación de las nuevas condiciones del bonus es una muestra más de la falta de capacidad negociadora de los sindicatos mayoritarios. Las dos centrales emisoras del comunicado no firmaron el pacto de la paga de beneficios cuya eliminación dio pie al bonus extraordinario. Comisiones, UGT y el sindicato mayoritario en Vigo, STI, sí pactaron con la multinacional.
Unión sindical combativa
Ante este panorama, CUT y CGT han reforzado su compromiso de trabajar conjuntamente para establecer luchas unitarias en todos los centros de Stellantis en España. Su estrategia incluye acciones tanto jurídicas como sindicales, argumentando que las políticas de la empresa son similares en todas las plantas y que existe una complicidad generalizada con los "sindicatos del régimen".
Las dos centrales insisten en que, más allá del "bonus" actual, seguirán exigiendo un reparto justo de la paga de beneficios. Argumentan que estos beneficios existen y pertenecen a los trabajadores, por lo que deberían consolidarse como un derecho estable y no como una "limosna" arbitraria de la empresa.
La situación en Stellantis refleja una profunda división sindical, con CUT y CGT posicionándose como voces críticas frente a lo que consideran una actitud complaciente de otros sindicatos. Centrales que, a su vez, atacan a CUT por haber denunciado la discriminación de algunos trabajadores en el pacto para la paga de beneficios, lo que llevó a que la justicia la anulara por inconstitucional, Stellantis la suprimiese alegando inseguridad jurídica y finalmente la recuperase bajo otra forma, un plus extroardinario, de menor cuantía.
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