Stellantis sigue adelante en su plan de introducir coches chinos en Europa, mediante su importación y ensamblaje, lo que aumenta las dudas sobre el futuro a medio plazo de plantas de producción propia como la de Vigo. Ayer anunció que los primeros modelos de su nueva filial Leapmotor International ya navegan hacia Europa.
La reunión mantenida en Madrid por representantes de CUT, CGT y FESIM coincide en el tiempo con el enésimo anuncio de la dirección olívica de que la planta sufrirá parones en su producción.