Ilaix Moriba, la promesa de La Masia venida a menos que ha resucitado y que plantea comprar el Celta

Cuando debutó en el primer equipo del Futbol Club Barcelona, Ilaix Moriba sorprendió a propios y extraños cuando siendo todavía un juvenil tomó los mandos de un Barça que vio en el guineano a su nuevo diamante en bruto. Su irrupción meteórica lo llevó a ser considerado por muchos uno de los talentos más prometedores de Europa y los cantos de sirena comenzaron a llegar a sus oidos. Tanta atención parece que apartó un poco del camino a Moriba, que nunca llegó a dar el salto esperado y que ahora, en el Celta de Vigo, empieza a mostrar destellos que lo acercan a ese futbolista total que se vislumbraba cuando salió de La Masia. 

COMPRAR...¿Y VENDER?

Tras su primera temporada como profesional, Ilaix se resistió a renovar en las condiciones que le ofrecía el Barça y de decidió por el RB Leipzig, un equipo famoso por tallar a jóvenes talentos. Sin embargo, en Alemania nunca encontró sitio en las filas del toro rojo, donde su indisciplina y sus problemas físicos lo relegaron a un segundo plano con los germanos. Terminó saliendo cedido al Valencia durante una temporada y media, pero tampoco en el Turia llegó a dar el do de pecho.

El año pasado estuvo en el Getafe en la que parecía su última gran oportunidad, pero en los azulones, en media temporada, tampoco destacó ni se hizo indiscutible en el once de Bordalás. Este verano su estrella parecía haberse apagado, pero el Celta de Vigo tuvo la confianza suficiente en su juego para darle la alternativa, de nuevo, en Primera División. 

Desde que llevó a Balaídos la cara de Ilaix ha cambiado y se ha vuelto un fijo en los planes de Claudio Giráldez. El guineano suma ya 15 partidos como celeste y en los últimos duelos ha crecido, tanto con balón como sin él, mostrando también su inteligencia táctica, bien situado en el verde.

Tan bien lo está haciendo que en A Sede ya buscan la fórmula para hacerse en propiedad con el centrocampista, que cuenta con una opción de compra de 4,5 millones de euros. Si mantiene el nivel mostrado, podría tratarse de una auténtica ganga para el Celta, que revalozaría a este jugador que ha visto como su valor de mercado caía en picado en los últimos años y ahora se encuentra en los 4 millones de euros, muy lejos de los 25 que llegó a valer. No obstante, esta progresión para un muchacho de 21 años, podría llamar la atención de otros grandes clubes, lo que podría bañar en millones al cuadro celtiña si entiende su fichaje como una inversión de la que sacar una pronta rentabilidad.