"Es necesario y urgente cambiar el rumbo de la política lingüística", instan desde A Mesa a Alfonso Rueda

El presidente de A Mesa pola Normalización Lingüística, Marcos Maceira, ha asegurado que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, "no muestra ningún propósito de enmienda" en relación con la lengua gallega. Así, ha afeado al titular del Ejecutivo que no tenga "ninguna intención" de asegurar la presencia del gallego en la enseñanza y, en cambio, "asegure su desconocimiento".

Así lo ha esgrimido este miércoles Maceira tras la comparecencia del presidente de la Xunta en el Parlamento de Galicia. Además, el responsable de la Mesa pola Normalización, ha lamentado que "no se asegure" la disponibilidad del gallego en los servicios públicos, comerciales, en la justicia, en la administración y "en tantos espacios donde permanece excluido".

"Nosotros lo que le decimos al presidente de la Xunta es que es necesario y urgente cambiar el rumbo de la política lingüística y, para cambiar este rumbo, hay que emplear los acuerdos que se hicieron en este Parlamento hace 20 años", ha subrayado.

Para Maceira, lo que es "necesario" es asegurar que "existe el gallego", que tiene presencia en el cine, en el audiovisual, en la enseñanza y en los espacios comerciales y económicos como "herramienta de conocimiento".
 

Asimismo, ha recordado que "quien quiera usar el gallego", debe saber que "cuenta con el amparo de las leyes y de las instituciones, a través del Plan Xeral de Normalización Lingüística". En este sentido, ha incidido en que corresponde a la Xunta "hacer que se cumpla".

En esta línea, ha esgrimido que otro "paso atrás" sería la eliminación del requisito del gallego para los interinos, "una muestra más de la falta de voluntad por revertir mínimamente" los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE).

Con todo, ha incidido en que la sociedad gallega "quiere a su idioma" y "lo mostrará de nuevo" el 17 de noviembre con un "gran acto" que tendrá lugar en Compostela. De este modo, ha hecho hincapié en que la situación "es extrema", por lo que la Xunta "no puede seguir impasible".