El nuevo mapa del transporte por carretera en Galicia empezará a funcionar en agosto
La Xunta agrupará las líneas por comarcas | Las empresas concesionarias podrán utilizar microbuses o incluso taxis | Ourense y Lugo serán las primeras provincias en ver cambios y las más afectadas.
El nuevo mapa del transporte de viajeros por carretera pondrá en marcha sus primeras líneas este verano. Según informan La Voz de Galicia y CRTVG, esta reorganización afectará a toda la geografía gallega, aunque las primeras provincias en ver cambios serán Ourense y Lugo, que también serán las más afectadas dada su dispersión poblacional. Las modificaciones en el mapa se deben al carácter deficitario de muchas líneas de transporte, motivado en parte por el declive demográfico de ciertas áreas, que podrían beneficiarse en el largo plazo del nuevo 'autobús bajo demanda'.
En concreto, según informa La Voz de Galicia, serán un total de 578 líneas las que interrumpirán su servicio, después de décadas de actividad, y que la Consellaría de Infraestructuras someterá a información pública a finales de este mes, según explicó ayer Ethel Vázquez al presidente de la FEGAMP, Alfredo García. Sin embargo, esto no significa que las localidades afectadas vayan a quedarse sin transporte de ningún tipo. La idea es agrupar líneas por comarcas para hacerlas más rentables a las nuevas empresas concesionarias, que además podrán usar taxis y microbuses, dependiendo de las necesidades concretas de los usuarios.
Además, se prevé que algunos usuarios puedan hacer uso del denominado ‘autobús bajo demanda’, un esquema híbrido con características del servicio de taxi y autobús, por el cual contactarían directamente con las empresas y pedirían su autobús para cuando lo requieran. Sin embargo esta opción aún no entrará en vigor este año sino que tendrá que esperar a 2019, cuando la Xunta volverá sacar a concurso todo el mapa para unificar totalmente el territorio.
Una gran parte de las concesiones de transporte público actualmente en vigor en Galicia caducaron el año pasado pero la Xunta obligó a las compañías a seguir prestando sus servicios hasta este verano. Ahora el gobierno gallego se enfrenta al reto de hacer atractivo y sostenible el servicio que las operadoras abandonan por deficitario.
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